Vacunas
Los pacientes con alteraciones en la coagulación podrán vacunarse sin riesgo
Los especialistas aclaran que no hay contraindicaciones para estas personas, y que el beneficio que aportará “supera ampliamente” las posibles dificultades que suponga su administración intramuscular.
Existen algunos grupos de pacientes para los que las vacunas administradas de forma intramuscular, como es el caso de la BNT162b2 (conocida como la vacuna de Pfizer-BioNTech), que la EMA autorizó ayer para toda Europa, suelen comportar riesgos. Uno de estos grupos es el de las personas que reciben terapia anticoagulante o las tienen un trastorno hemorrágico, ya que la punción puede causar hematomas que, por su afección, se pueden complicar. Los resultados de los ensayos publicados a mitad de diciembre advertían de no se debía administrar la vacuna a menos que el beneficio supere el riesgo potencial.
Y así ha sido. La Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) manifiesta que las fichas de autorización de las vacunas contra SARS-CoV-2 no contraindican su uso en personas con alteraciones de la coagulación, y recuerda que el beneficio de la vacunación en prevención del desarrollo de Covid-19 “supera ampliamente” los posibles riesgos en relación con la administración intramuscular. La vacuna de PfizerR-BioNTechR, la primera que será empleada en España, indica que debe ser administrada en músculo deltoides en dos dosis separadas por 21 días, y no puede ser administrada por vía subcutánea. Por tanto, la única contraindicación para su uso sería la hipersensibilidad al producto.
Por otro lado, en en los pacientes anticoagulados con fármacos antivitamina K (como ‘Sintrom’ o ‘Warfarina’) o con anticoagulantes de acción directa como dabigatrán (‘Pradaxa’), rivaroxabán (‘Xarelto’), apixabán (‘Eliquis’) o edoxabán (‘Lixiana’), no debe suspenderse el tratamiento para administrar la vacuna. No obstante, lo que si se recomienda es que se confirme que el paciente se encuentra dentro de su rango de INR objetivo (cuanto más alto es el valor INR, mayor riesgo de sangrado) al administrarse la vacuna.
Por otro lado, en los pacientes en tratamiento con anticoagulantes orales de acción directa se debe de evitar el momento de pico máximo del fármaco al programar la vacunación. Por último,en los pacientes con coagulopatías (por ejemplo: hemofilias) tampoco hay contraindicación para la administración de vacunas intramusculares, si ésta se realiza de forma cuidadosa bajo supervisión de sus centros de tratamiento.
La sociedad científica también ha recordado que, en estos grupos de pacientes,se recomienda la administración de la vacuna con aguja fina y presionar de forma continuada y fija sobre el punto de punción al menos 3 minutos.
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