El CSIC se plantea varias dudas sobre las actuales vacunas contra el covid

El Consejo Superior de Investigación Científicas (CSIC) señala que solo han sido necesarios unos meses para obtener vacunas eficaces frente al coronavirus, cuando en condiciones normales este proceso de investigación y desarrollo se habría dilatado en el tiempo en torno a unos diez años. Sin embargo, a esta prestigiosa investigación científica se le presentan algunas dudas serias “desde el punto de vista científico y técnico”.

En libro, recientemente publicado, que lleva por título “Una visión global de la pandemia covid-19: qué sabemos y qué estamos investigando desde el CSIC”, este organismo hace referencia a cinco limitaciones de las actuales vacunas disponibles. “La primera de esta limitaciones –apunta- radica en que todas incluyen la proteína S como antígeno, ya que existe la posibilidad de que para una inmunidad más potente se precisan más proteínas del virus, que no están en las fórmulas más avanzadas”.

La segunda incertidumbre gira en torno en que los datos preclínicos de eficacia se han obtenido con modelos animales, “que no son los más adecuadas, dada la infección por covid, que no causa una infección muy leve”. La tercera duda o incertidumbre del CSIC se dirige a que en los modelos animales se observó una disminución del daño en el pulmón y de los signos de la enfermedad, sin embargo, “no se obtuvo inmunidad esterilizante, puesto que el virus se seguía detectando, por ejemplo, en las fosas nasales”.

Estos datos abren la posibilidad, en virtud del CSIC, de la tercera duda respecto a que estas vacunas “no protegen eficazmente contra la infección, porque el virus se siga transmitiendo desde personas vacunadas. El cuarto aspecto que genera dudas estriba en el hecho en que, aunque en general las vacunas más avanzadas parecen inducir buenos niveles de anticuerpos frente al virus, se ignora cuántodurará esa inmunidad protectora duradera. EL CSIC agrega que en general “se han analizado con poco detalle las respuestas de células T”, que en muchos casos eran las débiles.

Por fin, el CSIC destaca como quinta y última duda que las vacunas se estén administrando solo por vía intramuscular. “Se sabe –advierte- que otras vías, como la intranasal, pueden ser más eficaces para conseguir inmunidad enmucosas y, por lo mismo, para evitar no solo la enfermedad, sino también la infección. De hecho, varios candidatos vacunales en desarrollo están empezando ensayos clínicos para la administración oral o intranasal.