Vacunación

Logran revertir la trombosis post vacuna con un tratamiento inmediato

Se describe por primera vez la eficacia de una estrategia de tratamiento potencialmente eficaz para la trombosis que aparece como efecto raro tras la vacunación

La aparición de trombos en lugares inusuales del cuerpo es uno de los efectos secundarios más raros de algunas vacunas Covid-19
La aparición de trombos en lugares inusuales del cuerpo es uno de los efectos secundarios más raros de algunas vacunas Covid-19Marta Fernández JaraEuropa Press

Uno de los síntomas más raros que produce la vacunación de la Covid-19 es la aparición de trombos en lugares inusuales del cuerpo, lo que puede resultar potencialmente mortal en algunas personas. Pero a pesar de su improbable aparición, se ha convertido en uno de los grandes miedos de la población, ya que se trata de un síndrome poco común asociado con un recuento bajo de trombocitos (plaquetas en sangre) y un trastorno de la coagulación. En la jerga médica, este síndrome se conoce como VITT (trombocitopenia trombótica inducida por vacunas), un problema que, si se trata de forma preventiva puede curarse, tal y como acaban de confirmar los médicos del Departamento de Medicina del Hospital General de Viena (Sección de Hematología) tras tratar con éxito un caso agudo de este síndrome.

Los últimos datos analizados permiten pensar que lo más probable es que la VITT sea causada por una respuesta inmune defectuosa, por la cual se producen anticuerpos que activan los trombocitos, lo que da como resultado la trombocitopenia (recuento bajo de plaquetas) y trombosis. La tasa de mortalidad en VITT es alta (40-50%) y el síndrome requiere un tratamiento inmediato y adecuado. Sin embargo, las recomendaciones actuales son solo empíricas y se basan en datos in vitro. Ahora, este equipo de médicos del Hospital General de Viena, dirigido por el especialista en coagulación Paul Knöbl, ha tratado con éxito a un paciente que sufría de trombocitopenia inmunitaria protrombótica inducida por la vacuna (VIPIT).

La paciente ingresó en el Servicio con bajo recuento de plaquetas y bajos niveles de fibrinógeno. El fibrinógeno es una proteína que juega un papel importante en la coagulación de la sangre. Tal y como explica Knöbl “aparte de eso, sus valores de dímero D, que indican trombosis, eran muy altos y un ensayo ELISA produjo un resultado positivo claro para los anticuerpos heparina-PF4, todos signos de trombosis incipiente”. Ante esa situación, los médicos actuaron con rapidez y el paciente respondió de inmediato al tratamiento con una dosis alta de concentrados de inmunoglobulina intravenosa, cortisona y anticoagulantes específicos, de modo que se evitó la trombosis.

Los concentrados de inmunoglobulina contienen anticuerpos que pueden bloquear la respuesta inmune mal dirigida. Las preparaciones habituales de heparina no deben utilizarse para prevenir la coagulación, ya que pueden desencadenar una trombosis o agravarla. “En este caso pudimos describir, por primera vez, la eficacia de una estrategia de tratamiento que podría salvar vidas para la trombosis inducida por vacunas”, confirma Knöbl, después de que estos nuevos hallazgos se hayan publicado en la revista científica Journal of Thrombosis and Haemostasis. Por un lado, los hallazgos apoyan las recomendaciones de tratamiento actuales, pero también muestran que el diagnóstico oportuno y el inicio inmediato del tratamiento son necesarios para prevenir una trombosis potencialmente mortal. “Esta experiencia podría ser de gran ayuda para tratar a otros pacientes con afecciones similares”, concluye el especialista.