Intoxicación

Todo sobre la salmonelosis: qué es, cuáles son las causas y cómo evitarlas

Una mala refrigeración de los productos alimentarios y un deficiente interés por la limpieza pueden favorecer la multiplicación de esta bacteria

Salmonelosis
SalmonelosisLa Razón

La salmonelosis es una de las infecciones de transmisión alimentaria más comunes (sobre todo en el verano). Normalmente la enfermedad pasa sin necesidad de tratamiento médico, pero ante una complicación, puede llegar -incluso- a causar la muerte.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año enferman en torno a 550 millones de personas, de las cuales 220 millones son niños menores de 5 años.

Es la segunda infección gastrointestinal notificada con mayor frecuencia en humanos, (después de la campilobacteriosis). En el conjunto de la Unión Europea, cada año suelen notificarse más de 91.000 casos, y en el caso concreto de España (donde es una enfermedad de declaración obligatoria) solo en 2018 hubo 8.872.

¿Qué es la salmonelosis?

Es una enfermedad transmitida por bacterias de Salmonella. En la gran mayoría de los casos, la transmisión se produce a través de alimentos contaminados o por llevarse los dedos a la boca después de haber estado expuesto a la bacteria.

Los ácidos grasos de alta energía son absorbidos por las células madre de la sangre, lo que las alimenta de forma eficaz y les permite producir millones de glóbulos blancos que combaten la Salmonella, en la imagen
Los ácidos grasos de alta energía son absorbidos por las células madre de la sangre, lo que las alimenta de forma eficaz y les permite producir millones de glóbulos blancos que combaten la Salmonella, en la imagenLa Razón

Cómo nos infectamos y cómo evitarlo

Esta intoxicación se manifiesta cuando consumes agua o alimentos contaminados por la bacteria Salmonella. Esta bacteria vive generalmente en los intestinos de animales (sobre todo en reptiles) y de los humanos, y se libera mediante las heces.

Una mala refrigeración de los productos alimentarios y un deficiente interés por la limpiezapueden favorecer la multiplicación de esta bacteria.

Los niños se han acostumbrado a lavarse las manos con asiduidad
Los niños se han acostumbrado a lavarse las manos con asiduidadLa RazónDreamstime

Los alimentos que pueden estar infectados son:

- La carne cruda de res, de ave y de pescado. Durante el proceso de matanza es posible que la carne de res y de ave se infecte con el contacto con las heces del animal. Los mariscos y los pescados se infectan a través de agua contaminada.

Las carnes crudas nunca deben entrar en contacto con otros alimentos. Utiliza tablas de corte separadas para cada tipo de producto. Carne, verdura y pescado no deberían cortarse en la misma tabla.

- Frutas y vegetales: Es relativamente frecuente que algunos productos agrícolas frescos hayan sido lavados con agua contaminada con salmonela. Aunque también puede ocurrir que los jugos de carne de ternera o de ave infectadas entren en contacto con las verduras.

Por eso, a la hora de lavar productos agrícolas como frutas y verduras, hazlo con agua segura.

- Huevos crudos: Una gallina infectada puede producir huevos con salmonela antes de que se forme la cáscara, lo que normalmente evitaría cualquier infección desde el exterior. Si este huevo infectado lo usamos sin cocinar, por ejemplo, para hacer una mayonesa, las probabilidades de intoxicación se multiplican.

Añadir claras de huevo a tu dieta pude aumentar la fertilidad
Añadir claras de huevo a tu dieta pude aumentar la fertilidadlarazonGtres

Si puedes evitarlo, es preferible no comer huevo crudo. La mejor manera de estar seguro de que no vas a infectarte con un huevo es eliminar la amenaza. Cocinar la yema hasta que esté cuajada nos asegura que la bacteria ha muerto. Si no puedes evitar ingerir huevos crudos, asegúrate que estos están pasteurizados.

- El método de preparación de los alimentos también es un factor clave de riesgo a tener en cuenta. La limpieza en la cocina es un elemento esencial para evitar la proliferación de la bacteria de la salmonela. Si una persona no se lava meticulosamente las manos después de usar el baño o de haber tocado a alguna mascota (sobre todo pájaros y reptiles) puede contaminar los alimentos que manipule.

Por eso, cada vez que vayas al baño o que entres en contacto con animales, lávate las manos de forma concienzuda. Te ahorrarás a ti o a otras personas de tu entorno el tener que lidiar con una infección alimentaria como la salmonela.

Síntomas

Los síntomas suelen manifestarse de 6 a 72 horas después de haber sido infectado, y durarán entre 2 y 7 días. Suele manifestarse con vómitos, retortijones abdominales, diarrea (a veces sanguinolenta), fiebre y dolor de cabeza.

Medicamentos «anti náuseas»
Medicamentos «anti náuseas»larazon

Estos síntomas son comunes a muchas enfermedades, por lo que el diagnóstico puede ensombrecerse. Por este motivo, el médico suele solicitar muestras de heces que puedan descartar la infección por salmonella.

En el caso de que el diagnóstico sea salmonelosis, es posible que también sea necesario hacer más pruebas para concretar la causa de la enfermedad y el antibiótico adecuado para tratarla.

Si la infección está causada por una variante como la Salmonella typhi, la infección provocará fiebre tifoidea, que se caracteriza por producir una fiebre muy elevada (más de 38ºC) y un fuerte dolor abdominal. Lo que complicaría bastante la enfermedad.

Tratamiento

La enfermedad suele remitir sin necesidad de recibir tratamiento médico. Y en ocasiones, los síntomas son leves e -incluso- inexistentes.

La salmonelosis no tiene un tratamiento definido, sino que hay que atacar los síntomas. Como genera deshidratación, lo ideal es tomar mucho líquido y controlar la diarrea con medicamentos que alivien los cólicos.

La gente con salmonelosis puede contagiar la infección durante varios días (incluso semanas) después de haberse infectado y después de que la enfermedad haya remitido.

Grupos de riesgo

Hay grupos de riesgos a los que se le puede complicar el mal trago de pasar la enfermedad.

  • Los niños lactantes
  • Personas con un sistema inmunitario ineficiente, como los enfermos de VIH o los enfermos de cáncer en tratamiento
  • Quiénes padecen una enfermedad de las células falciformes.
  • Aquellos que carecen de bazo (o que funciona deficientemente)
  • Aquellos que toman medicamentos para suprimir las secreciones ácidas del estómago.

Los profesionales de la salud suelen recetar antibióticos a estos grupos de riesgo para impedir que la enfermedad se extienda. En el caso de personas con un sistema inmune a pleno rendimiento, los antibióticos no solo no funcionan, sino que además alargarán la enfermedad.