Farmacología

¿Por qué es importante que Sanidad financie el uso de los biomarcadores?

Se utilizan para conocer mejor las características de los tumores y son fundamentales para aplicar la terapia más apropiada

Tras la detección de los biomarcadores se pueden usar terapias que actúan sobre dianas tumorales concretas
Tras la detección de los biomarcadores se pueden usar terapias que actúan sobre dianas tumorales concretasDREAMSTIMEDreamstime

Ha sido una demanda de los sanitarios desde hace años y, por fin, sus voces han sido escuchadas: el Senado ha dado el visto bueno a la inclusión en la Cartera de Servicios (es decir, que desde ahora su uso estará financiado en el Sistema Nacional de Salud, SNS) de los biomarcadores. Pero, ¿para qué sirven?, ¿por qué es tan importante esto?

No son un tratamiento en sí ni una prueba diagnóstica. Los biomarcadores se usan para conocer mejor algunas de las características del cáncer de un paciente: algunos son alteraciones de genes implicados en el crecimiento celular normal, mientras que otros, impiden que ciertas células sean detectadas por el sistema inmunitario.

«Al identificar los tipos de biomarcadores que tiene un tumor, el oncólogo médico tiene un mejor conocimiento de la enfermedad y puede determinar cuál es el tratamiento más apropiado para cada paciente. El objetivo es pues, administrar el tratamiento adecuado para el paciente concreto en el momento oportuno (hacia un tratamiento individualizado para cada paciente). El número de terapias diana basadas en biomarcadores crece de forma progresiva», explica Enriqueta Felip, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

Por eso su papel es fundamental en la llamada Medicina de Precisión, pues identifica dianas concretas sobre las que poder actuar.

Equidad en su acceso

Hace dos años en SEOM realizaron un estudio sobre el acceso a la determinación de los biomarcadores en los diferentes hospitales españoles «y constatamos que no existe un procedimiento estandarizado ni un marco regulatorio para su evaluación, implementación y financiación en la práctica clínica. De hecho, los biomarcadores no están en la Cartera de Servicios a nivel nacional, por lo que cada comunidad autónoma, incluso cada hospital, los va incorporando de forma diferente. A diferencia de la mayoría de los países europeos, la determinación de biomarcadores no cuenta con financiación pública en España en la actualidad, y, por ello, desde SEOM consideramos prioritario establecer un procedimiento estandarizado y equitativo para su implementación», continúa. Una situación que acaba de revertirse.

Y es que para lograr el tratamiento adecuado para cada paciente es necesario trabajar hacia una mejor identificación de factores pronósticos y predictivos. Y eso es lo que hacen los biomarcadores. «Los factores pronósticos son aquellos que nos informan sobre la evolución de una enfermedad en particular y, en el caso de la Oncología, nos aportan una información muy valiosa sobre la supervivencia de los pacientes en función o no de su presencia con independencia del tipo de tratamiento recibido. Los factores predictivos son aquellos que nos informan sobre la probabilidad de respuesta a un tratamiento concreto. En cáncer se está llevando a cabo un enorme esfuerzo en la identificación de estos factores, con dos claros objetivos: optimizar las cifras y calidad de las respuestas a los tratamientos, seleccionando de forma más eficaz a los pacientes que son los mejores candidatos para esos tratamientos; y por otro, evitando toxicidades y gastos innecesarios en pacientes que no se van a beneficiar de ellos», asegura Felip.

Con frecuencia los biomarcadores son a la vez pronósticos y predictivos, por lo que es fundamental que se vayan actualizando los esenciales de fármacos aprobados, junto con las técnicas de determinación adecuadas y validadas, y su incorporación a la Cartera de Servicios del SNS. «Además de garantizar su realización, es necesario asegurar un adecuado control de calidad externo en todo el SNS, dadas las implicaciones que van a suponer para el tratamiento de los pacientes. En este sentido, su incorporación a la cartera de servicios puede facilitar tanto los controles de calidad como la monitorización de los resultados», concluye.