Alimentación

Casi el 40% de los menores sigue una dieta de baja calidad

El 35% de los menores españoles tiene dos o más factores de riesgo cardiovascular y el 20,5% sobrepeso. Pese a esta realidad, el 97% de las familias españolas con menores a su cargo cree que el estado de salud de estos es bueno o muy bueno

Experto insta a comenzar en la niñez con el control de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular
Un corazón roto puede necesitar tratamiento medico | Fuente Europa Press / NUTHAWUT SOMSUKlarazonNUTHAWUT SOMSUK

Cada año fallecen aproximadamente unas 120.000 personas por una enfermedad cardiovascular en España. De hecho, es la primera causa de mortalidad global. Hoy se celebra el Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular, por este motivo la Fundación Española del Corazón (FEC) ha presentado los datos de la segunda ola de la Encuesta de Salud (ESFEC), realizada con la colaboración de Sigma Dos. En esta ocasión, se han analizado los datos relativos al estado de salud de la población infantojuvenil española. Así, el 35% de los menores (de 1 a 15 años) tiene dos o más factores de riesgo cardiovascular, porcentaje que asciende al 40,7% en los menores de entornos sociales más desfavorecidos. Además, el 20,5% de los encuestados tiene sobrepeso y el 8,7% obesidad.

Seguir unos hábitos alimentarios adecuados y realizar ejercicio físico resulta clave para mejorar la salud cardiovascular. Así, en cuanto a la alimentación, la encuesta no solo revela que apenas el 6,9% de los menores encuestados presenta una alta adherencia a la dieta mediterránea, sino que “el 39,1% sigue una dieta de muy baja calidad”, afirma el Dr. Javier Aranceta, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria y miembro del Comité de Nutrición de la FEC. Además, el 54% de las familias reconoce que la dieta de los menores puede mejorar.

La baja adherencia a la dieta mediterránea empeora con la edad, siendo del 38,1% en los menores de uno a nueve años y aumentando al 40,8% en aquellos de 10 a 15 años.

Por clase social, los menores que pertenecen a la clase media (44,1%) y más desfavorecida (39,5%) tienen una peor calidad en su alimentación que los de clase social alta (34,6%).

Por otro lado, el 51% de los menores son sedentarios: más los niños (53,6%) que las niñas (48,5%). Estas cifras se disparan hasta el 66,5% entre aquellos que tienen de 10 a 15 años, mientras que descienden al 39,8% entre los menores de 10. En cuanto a la clase social, los de clase alta son más sedentarios (53,3%) que los de clase media (49%) y de entornos más vulnerables (50%).

Uno de los motivos es todo el tiempo que pasan pegados a las pantallas. Así, uno de cada tres menores están más de dos horas diarias pegados a ellas, mientras que, en fin de semana, son tres de cada cuatro, especialmente los menores de entre 10 y 15 años.

“Es necesario incrementar la alfabetización alimentaria en la etapa preescolar y escolar trabajando con padres, madres, población infantil y profesorado”, incide el Dr. Aranceta.

A pesar de estos datos, el 97% de las familias españolas con menores a su cargo cree que el estado de salud de estos es bueno o muy bueno. Algo que el Dr. Andrés Íñiguez Romo, presidente de la FEC, califica como “sorprendente”.

Y es que, “los niños españoles tienen malos hábitos de salud cardiovascular; de ahí la trascendencia de poner el foco en mejorarla. Si atendemos a los factores de riesgo cardiovascular cuando ya han aparecido, llegamos tarde. Por eso, debemos apostar por la promoción de la salud cardiovascular en todas las etapas de la vida, especialmente en la infancia y la adolescencia”.

Tanto la Sociedad Española de Cardiología como la Fundación Española del Corazón ya urgieron hace unos años en el informe ‘Riesgo cardiovascular desde la infancia’ a tomar medidas para frenar la prevalencia de la enfermedad cardiovascular en la edad adulta con recomendaciones como mejorar la oferta alimentaria en los comedores, abrir las instalaciones deportivas en los colegios los fines de semana, fomentar un recreo activo, que las máquinas de vending sean de alimentación saludable e incluir una hora más de actividad física en Educación Infantil y Primaria, “y, sin embargo, hay comunidades autónomas que han eliminado una hora”, recuerda el Dr. Aranceta.