Tras algo más de dos años de pandemia el fin se mostró cercano tras la toma de muchas medidas. El fin de la mascarilla en interiores, por ejemplo, ha sido una de las muestras más evidentes de cómo la enfermedad había remitido pese a seguir presente suponiendo muy pocos riesgos para la salud general.

Gracias, en gran parte, a las vacunas surgidas en tiempo récord el coronavirus ha ido perdiendo presencia de forma muy considerable. Así, poco a poco se ha conseguido volver a lo que muchos llamaron “nueva normalidad” tratando de dejar atrás los peores días provocados por la pandemia de coronavirus.

Pese a ello, los virus continúan presentes entre los humanos y la aparición de nuevas enfermedades o vuelta de ellas provocan en ocasiones muchos problemas. Este ha sido el caso reciente de la ya conocida como “viruela del mono” que ha despertado los peores temores de muchos aunque los especialistas por el momento descartan una incidencia mayor a la vista hasta la fecha.

Así las cosas, los casos de la viruela del mono siguen aumentando en España. La incidencia en nuestro país es tal que, incluso, se ha convertido en el segundo país europeo con más infecciones, con un total de 37 personas positivas más otras 60 más en estudio actualmente.

Incluso, son ya nueve las comunidades autónomas que se encuentran investigando distintos casos sospechosos donde la Comunidad Valenciana y Aragón han sido las últimas al informar de dos posibles contagios. Con anterioridad, además, ya lo habían notificado País Vasco, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, Canarias y Madrid donde ha existido el brote más importante de todo el país.

Cómo saber si estoy vacunado

Ante el incremento de casos han surgido distintas dudas acerca de cómo tratar la enfermedad. Una de las posibilidades de afrontar este nuevo virus, según los especialistas, podría encontrarse en la vacuna de la viruela clásica que otorgaría hasta un 85% de protección frente al virus del mono.

Pese a estar erradicada oficialmente en hace más de 40 años una importante parte de la población española contaría con esta vacuna. Así, el vial contra la viruela comenzó a ser obligatoria en España en 1921, pero en la década de los 70 empezó a administrarse de forma irregular hasta su supresión en el año 1980.

De esta forma, aquellos cuyo nacimiento fuese anterior a esta fecha contarían con el vial administrado aunque otra buena forma de saberlo es la marca o escara en la piel que esta deja. Así, los vacunados cuentan con un pequeño bulto que no debe confundirse con la vacuna de la tuberculosis que indicaría su administración y posible protección ante el avance de este nuevo virus.