Actividad física

Cuándo retomar el ejercicio tras la covid, según la Ciencia

Hay que empezar progresivamente con 15 a 30 minutos de actividad al 50% de intensidad que realizaba antes de infectarse

Con síntomas debería descansar y no realizar deporte
Con síntomas debería descansar y no realizar deporteDreamstimeDreamstime

Aunque muchos habrán hecho ejercicio tras pasar la covid sin ningún tipo de miramiento, ahora que la incidencia empieza a subir, no está de más saber qué dice la Ciencia sobre cuándo se debería retomar la actividad física.

Decidir cuándo volver a hacer ejercicio dependerá del periodo de recuperación, que puede variar según el individuo. En todo caso, las recomendaciones actuales nada tienen que ver con los primeros informes que sugirieron incluso que las personas que habían pasado la enfermedad de forma asintomática podrían tener un patología subyacente grave por lo que se recomendaba evitar el ejercicio durante 14 días después de que uno no tuviera síntomas y antes de nada hacerse un «chequeo médico exhaustivo».

Ahora, en cambio, según una revisión de estudios publicada en la revista científica «Journal of Science and Medicine in Sport», durante la Covid-19, es importante analizar la carga de síntomas que uno tenga bien al inicio de dar positivo o bien días después, ya que muchas personas son asintomáticas al inicio pero pueden desarrollar síntomas más adelante.

En resumen, si uno tiene síntomas debería descansar y evitar hacer ejercicio hasta que el cansancio, la fatiga, el dolor de cabeza... cese. Esto no quita caminar unos minutos cada hora para evitar el riesgo de trombos.

Aquellos que estén sin síntomas pueden retomar de forma gradual a los niveles de actividad previos a la infección. «Como punto de partida, las personas deben intentar de 15 a 30 minutos de ejercicio a aproximadamente el 50% de la intensidad a la que estaban acostumbrados antes de la infección», recoge la revista.

Si esto se tolera bien, se debe repetir lo mismo durante los dos días siguientes (segundo y tercer día). Y, si todo va bien, la intensidad del ejercicio se puede entonces aumentar hasta aproximadamente el 75% de la intensidad a la que estaba acostumbrado el individuo antes de la infección, desde el cuarto día de retomar la actividad.

Además, si uno se ve fuerte, se ve bien, la duración de la actividad deportiva también se puede aumentar a 30 o más minutos.

En caso de tolerarlo bien, esto debe repetirse nuevamente en los dos días posteriores (días 5 y 6).

Si no ha habido absolutamente ninguna respuesta adversa al intento de ejercicio, el individuo podría considerar la reanudación de los hábitos de ejercicio normales anteriores a haber tenido covid a partir del séptimo día.

En cuanto a los deportistas de élite, lógicamente estos tienen una estrecha supervisión médica por lo que la reanudación del ejercicio progresiva puede durar menos días.

A su vez, en caso de sentirse demasiado cansado o fatigado o dolerle algo, los expertos recomiendan parar y descansar entre uno y dos días antes de reanudar un aumento gradual de la actividad física.

Si transcurridos 30 días desde que se infectó por el SARS-CoV-2 sigue sin poder hacer el mismo ejercicio y a la misma intensidad que antes de la covid, la revisión de estudios recomienda ponerse en manos de un profesional sanitario porque quizá sea necesario someterse a un chequeo cardíaco: un electrocardiograma, una ecocardiografía y analizar biomarcadores cardíacos.

No obstante, no está de más tras pasar un covid no grave realizar una consulta previa al médico. Eso es lo que sostiene Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG): «Con covid normal hay que ver que la recuperación orgánica sea completa porque el paciente puede notar más cansancio, tener una menor capacidad pulmonar o cardíaca. En estos casos es recomendable retomar el ejercicio de forma paulatina sin llegar al límite del cansancio o del dolor. Es importante reducir la intensidad del ejercicio porque por pocos síntomas que tengamos todas las enfermedades sistémicas provocan un proceso inflamatorio y al hacer ejercicio puede aumentar el riesgo de lesión. Además, el tejido pulmonar ha de tener un periodo de descanso. Y toda actividad física hay que hacerla de forma reglada. Es decir, consultando previamente al médico para un estudio básico. En caso de covid persistente algún paciente necesitará un control más estricto».

Por su parte Remedios Martín, presidenta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), explica que tras recuperarse de la covid «es importante comenzar haciendo ejercicios suaves, como caminar, y ver cómo responde el cuerpo. Y en caso de covid persistente, en general se puede afirmar que cuanto más ejercicio suave haga uno, antes se recuperará. Pero ejercicios suaves. Y sobre todo hay que escuchar al cuerpo».

En caso de covid persistente

Además, algunas personas pueden «tener una capacidad de ejercicio reducida como parte de su long-covid incluso en presencia de un estudio cardíaco completamente normal», precisa la revisión de estudios, que también pone el foco en que cualquier síntoma cardíaco como presión, dolor opresivo en el pecho, los brazos, el cuello, la mandíbula o la espalda, sudor frío, dificultad para respirar, colapso o mareos repentinos, ya sucedan durante el ejercicio o estando en reposo, debe tratarse como una emergencia médica.

Y es que «algunos pacientes con covid persistente pueden ver agravada su situación al hacer ejercicio», incide el doctor Francisco José Sáez Martínez, responsable del Grupo de Trabajo en Cronicidad de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).