Dietas

Esto es lo que hay que comer para evitar el dolor menstrual, según la Ciencia

Un nuevo estudio confirma que algunos alimentos agravan las molestias propias de la menstruación

El Ministerio ha informado de las estadísticas de los abortos
El Ministerio ha informado de las estadísticas de los abortos Odilon Dimier©GTRESONLINE

El dolor menstrual acompaña a muchas mujeres cada mes de forma irremediable, hasta el punto de que se estima que afecta a seis de cada diez féminas. Lo que se ha calificado como reglas dolorosas tiene nombre propio y se denomina dismenorrea. Eso sí, no todos los dolores menstruales pueden catalogarse así y los expertos advierten de que generalizar este problema puede llevar a la confusión de quienes lo padecen, restando importancia a una situación que, sin embargo, puede esconder tras de sí otras graves patologías, por lo que exige un diagnóstico eficaz. «Hay que distinguir entre las molestias asociadas a la regla, fruto de la liberación de prostaglandinas, de la dismenorrea. Esta última es un dolor creciente, que no desaparece al tomar antiinflamatorios, y que puede impedir hacer una vida normal», argumenta Mercedes Herrero, ginecóloga y sexóloga de Gine4 en HM Hospitales.

Ante esta circunstancia, la alimentación puede jugar un papel determinante, tal y como confirma ahora un análisis de estudios diseñado para conocer el efecto de la dieta sobre el dolor menstrual e identificar qué alimentos contribuyen a él y cuáles pueden reducirlo.

En concreto, la investigación, cuyos resultados se acaban de presentar en la reunión anual de la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS) en Atlanta (Estados Unidos), se realizó a través de una revisión de la literatura que encontró múltiples estudios que examinaron los patrones dietéticos que resultaron en dolor menstrual. En términos generales, las dietas ricas en ácidos grasos omega-3 y bajas en alimentos procesados, aceite y azúcar reducen la inflamación, un contribuyente clave al dolor menstrual.

¿Qué hay que comer?

Estos estudios encontraron que las dietas ricas en ácidos grasos omega-6 promueven la inflamación y los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 la reducen. Los músculos del útero se contraen debido a las prostaglandinas, que están activas en las respuestas inflamatorias. Al medir el índice inflamatorio dietético, se encontró que aquellos con una dieta vegana (que excluía la grasa animal) tenían las tasas más bajas de inflamación.

«La investigación de los efectos de la dieta sobre el dolor menstrual comenzó como una búsqueda para remediar el dolor que experimenté personalmente. Quería entender la Ciencia detrás de la asociación», asegura Serah Sannoh, autora principal de la presentación del póster de la Universidad de Rutgers.

Aprender sobre diferentes alimentos que aumentan y disminuyen la inflamación, que posteriormente aumentan o reducen el dolor menstrual, reveló que la dieta es uno de los muchos contribuyentes a los resultados de salud que a menudo se pasan por alto. «Tengo la esperanza de que esta investigación pueda ayudar a quienes menstrúan a reducir el dolor que experimentan y arrojar luz sobre la importancia de las opciones de tratamiento holístico», añade la investigadora.

Por su parte, la doctora Stephanie Faubion, directora médica de la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS), explica que «dado que el dolor menstrual es una de las principales causas de ausentismo escolar de las adolescentes, es importante explorar opciones que puedan minimizar esas molestias. Algo como la modificación de la dieta podría ser una solución relativamente simple que podría brindarles un alivio sustancial», concluye.

Otros problemas de salud

Las molestias menstruales se entienden como una circunstancia habitual a la que no se le suele dar importancia. Sin embargo, tal y como asegura José Carlos Vilches, especialista del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Málaga, «cuando la mujer tiene que hacer un parón en su vida cada mes porque tiene la menstruación, debemos pensar que probablemente existe alguna causa detrás de esto y debe ser estudiada y nunca normalizar estos síntomas». Y así lo ratifica Herrero, quien añade que «en este segundo caso debemos descartar patologías orgánicas, como la endometriosis. Se calcula que entre el 6 y 10% de las mujeres tiene esta enfermedad, porcentaje que puede ascender hasta la mitad de las mujeres infértiles que tienen dolor pélvico. Además, es una patología con síntomas variables, ya que va generando sangrados internos en los ovarios, o en pequeños focos en la pelvis. Se van creando adherencias que producen dolor creciente coincidiendo con la regla». Y esa cifra puede ser incluso mayor, ya que la endometriosis es una enfermedad muy frecuente que afecta a entre el 10 y el 15% de las mujeres en edad fértil.