Opinión

No es ficción, está pasando

Carmen Montón es embajadora Observadora Permanente de España ante la OEA y a OPS. Ex Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social

Manifestación en defensa de la Atención Primaria
Manifestación en defensa de la Atención PrimariaJuan Carlos CavalAgencia EFE

No se privatiza un servicio sanitario de la noche a la mañana. La ciudadanía no terminaría de entender que se generara un negocio con su derecho a la salud por parte de la Administración responsable de garantizarlo; tampoco pasar de ser considerado usuario o paciente a cliente. Para que la ciudadanía acepte sin demasiada resistencia, o incluso algunos con cierta comprensión o resignación una privatización, lo primero que hacen es desprestigiar el sistema público. Esto es sencillo, basta tan solo con ejecutar unos cuantos pasos.

El primero son los recortes presupuestarios. El segundo los despidos o jubilaciones forzosas. El tercero precarizar las condiciones de trabajo con alta temporalidad y contratos mal remunerados. Le sigue dejar que se deterioren las instalaciones sanitarias y ahondar en la obsolescencia tecnológica. Además, se desmantelan inmisericordemente, especialmente los servicios de entrada al sistema, como atención primaria y urgencias. También se deslizan comentarios desde las autoridades contra el personal sanitario que proteste ante tanto desmán. Entre tanto, se van produciendo las primeras agresiones a sanitarios, que pagan el pato. Los sanitarios comienzan a incrementar dolencias como síndrome de burnout o de salud mental.

Y la bola de nieve se va haciendo más grande, hasta que ya parece imparable. Entonces, el o la dirigente de turno que pretendía privatizar, ya ha generado las condiciones necesarias para proceder a ello. Todo tan perverso como efectivo. La ciudadanía tendrá un peor servicio que si se hubiera invertido en el sistema público de gestión directa, y por un mayor coste a las arcas públicas.

Desgraciadamente esto no es ficción, en ciertas CC AA está pasando.