Apoptosis de la Sanidad pública

Es difícil saber con precisión cual es el punto de no retorno para la Sanidad pública, o cuánto se puede debilitar el Sistema Nacional de Salud hasta que entre en apoptosis.

Comparto la preocupación por la Sanidad pública con todas las personas que participaron en la multitudinaria manifestación que se vivió en Madrid; porque lo que es evidente es que se está matando a la gallina de los huevos de oro. Un sistema, la Sanidad pública española, compuesta por 17 servicios autónomos, que es referencia en el mundo y que no sabremos la tranquilidad vital que nos aporta hasta que no lo hayamos perdido.

Otra cuestión a plantear es si lo que estamos viviendo es un punto de inflexión o las protestas funcionan como una válvula de escape que libera presión para que no explote la olla.

La Sanidad pública necesita salir del bucle de los recortes, en unas comunidades autónomas, y de la insuficiencia presupuestaria, en otras. Es necesario romper la inercia e inyectar presupuesto y visión de futuro al sistema. El modelo liberal para la Sanidad pública no funciona. Ya lo sabíamos, pero la pandemia lo ha dejado aún más patente. Es un lastre para la garantía del derecho universal de la salud y un sobrecoste para las arcas públicas.

El Sistema Nacional de Salud merece, y cuanto antes, una apuesta decidida por la gestión directa y una consignación presupuestaria que sirva para ofrecer mejores condiciones laborales a los profesionales de la Sanidad, modernizar instalaciones y tecnología, digitalizar y hacer más accesible el servicio sanitario, reforzar la atención primaria, y ocuparse de la salud mental, la salud sexual y reproductiva, la prevención y la salud pública.