Opinión
VIH-sida, combatir la pandemia del estigma
Carmen Montón es embajadora Observadora Permanente de España ante la OEA y la OPS, exministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social
Tras décadas, desde que en los años 80 se identificaran los primeros casos de VIH-sida, la enfermedad ya no es mortal de necesidad como al inicio. Cabe recordar que, en este tiempo, por causas relacionadas con el VIH y las fases avanzadas de la enfermedad del síndrome de la inmunodeficiencia adquirida, se estima que han fallecido más de 40 millones de personas.
Afortunadamente hoy en día, el VIH-sida se ha convertido en una enfermedad crónica tratable, gracias al diagnóstico temprano y los tratamientos antirretrovirales que se administran de por vida, cada vez más accesibles y fáciles de administrar.
Esta terapia antirretrovírica, también llamada TAR, ha marcado un antes y un después, ya que, aunque no cura la infección, al inhibir la replicación del virus en el organismo, permite restablecer el sistema inmunitario y reduce el riesgo de trasmisión un 100%. Se ha conseguido cronificar la infección, frenar la transmisión y se ha mejorado en la calidad de vida y supervivencia de las personas que conviven con VIH-sida. Sin embargo, aún queda trecho para superar el estigma social que las personas que conviven con VIH-sida soportan.
Es tiempo de superar los prejuicios y actitudes negativas que desembocan en discriminación. Y de paso, recordar cosas tan básicas como que cuando una persona tiene una carga viral indetectable no se transmite el VIH. Los avances son esperanzadores, cada vez se recibe mayor respeto y tolerancia, y cada vez está más cerca una vacuna que contribuya a poner fin al virus. Tras el 1 de diciembre, Día mundial de la lucha contra el sida, redoblemos esfuerzos en combatir también la pandemia del estigma.
✕
Accede a tu cuenta para comentar