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VIH-sida, combatir la pandemia del estigma

Carmen Montón es embajadora Observadora Permanente de España ante la OEA y la OPS, exministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social

El ayuntamiento de Barcelona colgó en su balcón un lazo rojo gigante para sensibilizar, visibilizar y mostrar su apoyo a las personas que viven con el VIH durante la conmemoración hoy del Día Mundial de la lucha contra el sida
El ayuntamiento de Barcelona colgó en su balcón un lazo rojo gigante para sensibilizar, visibilizar y mostrar su apoyo a las personas que viven con el VIH durante la conmemoración hoy del Día Mundial de la lucha contra el sidaQuique GarciaAgencia EFE

Tras décadas, desde que en los años 80 se identificaran los primeros casos de VIH-sida, la enfermedad ya no es mortal de necesidad como al inicio. Cabe recordar que, en este tiempo, por causas relacionadas con el VIH y las fases avanzadas de la enfermedad del síndrome de la inmunodeficiencia adquirida, se estima que han fallecido más de 40 millones de personas.

Afortunadamente hoy en día, el VIH-sida se ha convertido en una enfermedad crónica tratable, gracias al diagnóstico temprano y los tratamientos antirretrovirales que se administran de por vida, cada vez más accesibles y fáciles de administrar.

Esta terapia antirretrovírica, también llamada TAR, ha marcado un antes y un después, ya que, aunque no cura la infección, al inhibir la replicación del virus en el organismo, permite restablecer el sistema inmunitario y reduce el riesgo de trasmisión un 100%. Se ha conseguido cronificar la infección, frenar la transmisión y se ha mejorado en la calidad de vida y supervivencia de las personas que conviven con VIH-sida. Sin embargo, aún queda trecho para superar el estigma social que las personas que conviven con VIH-sida soportan.

Es tiempo de superar los prejuicios y actitudes negativas que desembocan en discriminación. Y de paso, recordar cosas tan básicas como que cuando una persona tiene una carga viral indetectable no se transmite el VIH. Los avances son esperanzadores, cada vez se recibe mayor respeto y tolerancia, y cada vez está más cerca una vacuna que contribuya a poner fin al virus. Tras el 1 de diciembre, Día mundial de la lucha contra el sida, redoblemos esfuerzos en combatir también la pandemia del estigma.