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6 efectos que tienen en el cuerpo los vuelos de larga distancia

Los vuelos de larga duración pueden tener varios efectos en el cuerpo, algunos de ellos muy peligrosos para nuestra salud

Pasajeros a bordo de un avión
Pasajeros a bordo de un aviónServicio Ilustrado (Automático)IATA

Los vuelos de larga distancia son una forma popular de viajar, pero pueden tener efectos significativos en el cuerpo debido a factores como la altitud, la falta de movimiento y los cambios en los patrones de sueño. A continuación, se describen cinco efectos comunes que los vuelos de larga distancia tienen en el cuerpo y a los que debemos estar muy atentos para no tener problemas graves de salud.

5 efectos que tienen en el cuerpo los vuelos de larga distancia

Es importante ser consciente de los efectos que un vuelo de larga distancia puede producir en nuestro cuerpo y tomar medidas para minimizarlos, tales como mantenerse bien hidratado, realizar ejercicios y estiramientos, y ajustar el horario y la dieta al del lugar de destino
Es importante ser consciente de los efectos que un vuelo de larga distancia puede producir en nuestro cuerpo y tomar medidas para minimizarlos, tales como mantenerse bien hidratado, realizar ejercicios y estiramientos, y ajustar el horario y la dieta al del lugar de destinolarazon

Los vuelos de larga distancia pueden ser una forma conveniente de viajar, pero es importante tener en cuenta sus posibles efectos en el cuerpo. Sin embargo, con una buena planificación previa y cuidado durante el vuelo, puede minimizarse estos efectos y garantizar un viaje más cómodo y seguro.

  • Deshidratación: La cabina de un avión está climatizada y se encuentra a una altitud muy elevada, lo que puede causar una sensación de sequedad en la piel, la boca y la nariz. Asimismo, muchas personas son reticentes a beber suficiente agua durante un vuelo debido a las restricciones de espacio y a la incomodidad de usar el baño en un avión. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la deshidratación puede provocar síntomas como dolores de cabeza, fatiga, sequedad en la piel y en los ojos, y dificultad para concentrarse. Por eso, es importante mantenerse bien hidratado antes, durante y después del vuelo.
  • Falta de movimiento: Pasar varias horas sentado en el mismo lugar puede provocar dolores y molestias musculares, así como trombosis venosa profunda (TVP), una afección potencialmente grave que ocurre cuando un coágulo se forma en una vena profunda del cuerpo. Para reducir el riesgo de TVP, es recomendable estirarse y caminar por el avión con frecuencia, así como realizar ejercicios.
  • Jet lag: El cambio en los patrones de sueño también puede tener efectos en el cuerpo. Los vuelos de larga distancia pueden provocar jet lag, un trastorno del ritmo circadiano que se produce cuando el cuerpo no se adapta al cambio de horario. Los síntomas del jet lag incluyen fatiga, insomnio, dolores de cabeza, dificultad para concentrarse y alteraciones del apetito.
  • Radiación: Si realiza vuelos de larga distancia con frecuencia, puede verse afectado por la exposición a la radiación cósmica. Un tipo de radiación que proviene del espacio y que puede aumentar el riesgo de cáncer y problemas reproductivos. Sin embargo, a menos que vuele con frecuencia, es poco probable que se vea afectado por ella.
  • Cambios en la presión atmosférica: La presión atmosférica en un avión es similar a la de una montaña de 6.500 metros de altitud, lo que puede causar dolores de cabeza, fatiga y dificultad para respirar. Además, la presión atmosférica también puede afectar los oídos y los senos nasales, causando dolor, zumbido y congestión.
  • Cambios hormonales: Los vuelos de larga distancia pueden alterar los niveles de hormonas como la melatonina y el cortisol, lo que pueden afectar el sueño y el estado de ánimo. Los cambios en los niveles de melatonina pueden causar insomnio, y el cortisol puede aumentar el nivel de estrés y cansancio.

Para minimizar estos efectos en el cuerpo es recomendable mantenerse bien hidratado, realizar ejercicios y estiramientos en el avión, ajustar el horario y la dieta al del lugar de destino antes del viaje, evitar el alcohol y la cafeína durante el vuelo y exponerse a la luz natural una vez en el destino. Si se tiene alguna preocupación o condición médica específica es recomendable hablar con un médico antes de planificar un viaje de larga distancia.

Otros efectos

Un hombre con maletas en la terminal T1 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas
Un hombre con maletas en la terminal T1 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-BarajasÓscar CañasEuropa Press

Además de los efectos ya mencionados, los vuelos de larga distancia pueden tener otros efectos en el cuerpo. Estos incluyen:

  • Cambios en la oxigenación: A medida que el avión se eleva, la cantidad de oxígeno disponible disminuye, lo que puede provocar fatiga, debilidad y dificultad para concentrarse. Esto puede ser especialmente problemático para personas con problemas cardíacos o respiratorios preexistentes.
  • Mayor riesgo de infecciones: El contacto cercano con otros pasajeros y la falta de ventilación adecuada en un avión pueden aumentar el riesgo de contraer infecciones respiratorias. Esto es especialmente cierto en vuelos de larga duración, donde el riesgo de infección es más alto debido a la exposición prolongada a otros pasajeros.
  • Dificultad para dormir: El ruido, las luces, las vibraciones y los cambios en el horario pueden hacer que sea difícil conciliar el sueño durante un vuelo. Además, el jet lag y los cambios en los patrones de sueño pueden afectar la calidad del sueño, lo que puede aumentar la fatiga y la sensación de debilidad durante el viaje.
  • Efectos en la piel: La sequedad de la cabina, el cambio de clima y la exposición a los rayos UV pueden causar sequedad, enrojecimiento y arrugas prematuras en la piel. Además, la falta de humedad en la cabina puede causar sequedad en la nariz y en los ojos, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones.
  • Efectos en el sistema digestivo: Los cambios en la dieta, el estrés y los cambios en el horario pueden causar estreñimiento, diarrea y otros problemas digestivos. Además, el estrés y la ansiedad pueden afectar la digestión, lo que puede causar dolor abdominal y distensión.
  • Efectos en el sistema cardiovascular: Varios estudios sugieren que los vuelos de larga distancia pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, debido a la deshidratación, el estrés y los cambios hormonales. Es importante estar consciente de estos efectos y tomar medidas para minimizarlos, tales como mantenerse bien hidratado y hacer ejercicios y estiramientos en el avión.
  • Cambios en el sistema linfático: El sistema linfático es el sistema encargado de filtrar y drenar el líquido intersticial que se encuentra entre las células del cuerpo, especialmente en los tejidos blandos, como los dedos de los pies y las piernas. Los cambios de presión y la inmovilidad durante los vuelos de larga distancia pueden provocar acumulaciones de líquido en estas áreas, lo que puede dar lugar a hinchazón y dolor.

En general, es importante ser consciente de estos efectos y tomar medidas para minimizarlos, tales como mantenerse bien hidratado, realizar ejercicios y estiramientos, y ajustar el horario y la dieta al del lugar de destino. Sin embargo, es importante recordar que estos efectos pueden variar de persona a persona y pueden ser más graves en aquellas con afecciones médicas preexistentes o en edad avanzada. Por eso, es importante hablar con un médico antes de planificar un viaje de larga distancia si se tiene alguna preocupación o condición médica específica.