Entrevista

«Ahora la Reina Letizia es la mejor influencer de la salud de los pies»

Entrevista a Jesús Serrano, fisioterapeuta y licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, autor del libro «La salud a tus pies»

Jesús Serrano, fisioterapeuta y entrenador personal
Jesús Serrano, fisioterapeuta y entrenador personalJESÚS G. FERIALA RAZÓN

Más importante incluso que la ropa que nos ponemos es el calzado que elegimos cada mañana y, sin embargo, seguimos cometiendo graves errores que pasan factura a nuestra salud. Así lo denuncia Jesús Serrano, fisioterapeuta y licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, después de años de ver en su consulta las atrocidades que hacemos a nuestros pies. Para arrojar un poco de luz al respecto acaba de publicar esta misma semana el libro titulado «La salud a tus pies», una obra imprescindible para saber cómo cuidar y entrenar esta parte de nuestro cuerpo con el objetivo de evitar enfermedades y vivir sin dolor.

¿Olvidarse de los pies es un grave error para nuestra salud?

Tenemos muy claro que el entrenamiento es un arma terapéutica muy potente para mejorar la espalda, la rodilla, el hombro... pero en muy pocas ocasiones se entrenan los pies. Es un error. Hace años empecé a hacerlo con mis pacientes y comprobé una gran mejoría en problemas tan serios como los juanetes, la fascitis, los dedos en garra, las uñas encarnadas, el neuroma de Morton, etc...

¿Cómo impacta en el resto del bienestar del organismo?

Es fundamental, porque los pies son los cimientos de ese edificio llamado «cuerpo», y si ellos están mal, todo lo demás se sustenta en una «ciénaga». Por ejemplo, el clásico pie con juanete aumenta el riesgo de artrosis en la rodilla, daña el menisco, la cadera, etc. Y no solo eso, ya que los problemas de los pies pueden estar detrás de jaquecas, bruxismo, cervicalgias, ansiedad, depresión... Si hay dolor de pies probablemente dejes de hacer una vida activa, más sedentarismo, obesidad... El impacto es muy fuerte.

¿Qué es lo peor que hacemos a los pies?

Sin duda, los zapatos que usamos. Tenemos que tomar conciencia de que para tener unos pies bonitos hay que usar zapatos feos. El mayor cáncer de nuestra época en este sentido es que la moda no respeta la anatomía ni la funcionalidad de los pies y eso enferma el cuerpo y hasta la mente.

¿Nada de taconazo y punta estrecha?

¡Es que es antinatural! Para que el pie no enferme el calzado debe permitir un buen desarrollo de la biomecánica y de la musculatura y eso se consigue respetando la anatomía y las funcionalidades. El zapato perfecto tiene que ser ancho, blandito, flexible, que no acabe en punta para no oprimir y que no se atrofie el pie... Básicamente, que permita caminar como si fuéramos descalzos, por eso defiendo los denominados «barefoot».

Por culpa de ese neuroma de Morton la Reina doña Letizia está poniendo de moda ese calzado ancho y plano... ¿Es la mejor prescriptora del cuidado de los pies?

A día de hoy es la mejor influencer de la salud de los pies. Lo malo es que ella lo ha puesto en práctica después de años de sufrimiento. No hay que llegar ahí y lo que yo defiendo es que se hagan zapatos con forma de pie. Eso es lo básico. Luego ya podemos discutir más o menos sobre la altura del tacón, pero al menos que no terminen en punta.

¿Es un mito el consejo de llevar siempre tacón de unos dos centímetros?

Totalmente. Si nos hicieran falta esas cuñas, los niños nacerían con ellas. No necesitamos esos centímetros para nada. Al contrario, obliga a la parte delantera, cuyos huesos son más débiles, a aguantar todo el peso, y eso es perjudicial.

¿Esas patologías del pie son reversibles?

Sí. Los pies también se entrenan y si se hace adecuadamente, además de eliminar los zapatos dañinos e ir descalzo el máximo tiempo posible, se nota una progresión y una mejoría muy rápida. Hay que ponerse en manos de especialistas.

Hace años que las deportivas, tanto en hombres como en mujeres, han desbancado a los zapatos de vestir, incluso combinados con un traje de chaqueta. ¿Es bueno ir todo el día en zapatillas?

Al menos es un avance, porque lo que entendemos por zapatos elegantes, es decir, de piel, duros, de puntera estrecha y tacón alto son la mayor aberración para la salud. Pero hay deportivas que también pecan de puntera estrecha y no respetan la anatomía del pie, por lo que nos pueden hacer caer en la trampa de tenerlas puestas todo el día, presionando igualmente los dedos.

Los niños tampoco se escapan. ¿Qué hacemos con la vuelta al cole?

Ellos son también víctimas de esa moda aberrante y en los colegios se les obliga a ir con zapatos durísimos, estrechos, rígidos... Después de todo el verano casi descalzos y felices, ahora van con zapatos de escayola. Hay que despertar la conciencia de la sociedad y cuidar más la salud de los pies de todos.