Técnica pionera

El auge de las cirugías de prótesis de rodilla ambulatoria

Tras realizarse por primera vez en Madrid, la técnica se ha empleado con éxito en Castilla-La Mancha

La rehabilitación precoz del paciente se logra con el empleo de diferentes técnicas para controlar el dolor y el sangrado
La rehabilitación precoz del paciente se logra con el empleo de diferentes técnicas para controlar el dolor y el sangrado Dreamstime

El Hospital Quirónsalud Santa Cristina, en Albacete, ha llevado a cabo con éxito la primera cirugía de prótesis de rodilla ambulatoria que se realiza en Castilla-La Mancha. El doctor Eduardo Rodríguez-Vellando Rubio ha dirigido la intervención, junto a un equipo multidisciplinar de especialistas compuesto por anestesistas para combinar terapias analgésicas para bloqueos preoperatorios y postoperatorios, y fisioterapeutas para que tres horas después de la operación el paciente realizara tratamientos de fisioterapia y pudiera comenzar a andar.

«Nuestro paciente, Emilio, de 60 años, se encuentra bien tras un mes de la cirugía. Está contento de cómo va la evolución», asegura el doctor Rodríguez-Vellando. Al igual que el resto de pacientes a los que se ha sometido a esta novedosa intervención en Madrid desde que el pasado octubre el doctor Manuel Leyes, jefe de Servicio del Traumatología y Cirugía Ortopédica del centro médico-quirúrgico Olympia de Quirónsalud, y su equipo realizasen con éxito la primera cirugía de prótesis de rodilla ambulatoria en nuestro país.

En el caso de Emilio, la práctica del fútbol profesional le provocó diversas lesiones en sus rodillas hasta generar una importante artrosis bilateral.

Pero su recuperación es tal que el paciente «está ya deseando que realizamos el mismo procedimiento en la otra rodilla», avanza el doctor.

Su rehabilitación precoz se debe a varios factores. Así, para el control del dolor, el especialista explica que emplean «unas técnicas de anestesia-analgesia pre, peri y postoperatorias. También para disminuir el dolor postoperatorio evitamos el habitual uso de un manguito de isquemia y ponemos unas rodilleras neumáticas» que transmiten frío a presión de manera regulada a través de un dispositivo especial que ofrece al paciente una mejor experiencia en su intervención quirúrgica. De esta forma, también se logra una mejora de las condiciones tras la intervención quirúrgica.

Y para el control del sangrado, realizan «infiltraciones con fármacos vasoconstrictores locales en diferentes puntos de la rodilla justo antes de iniciar la intervención. También usamos el ácido tranexámico durante y postquirúrgicamente con lo que disminuye el sangrado», precisa el doctor Rodríguez-Vellando Rubio.

«Otro de los factores que disminuyen el sangrado es el uso de técnicas menos invasivas. Se pueden usar guías personalizadas para cada paciente que evitan ciertos gestos quirúrgicos que agilizan el procedimiento», añade.

«Todo ello se realiza de manera multidisciplinar combinando el servicio de curas domiciliarias y la fisioterapia también ambulatoria necesaria, así como un seguimiento especial y diario tanto telefónico como presencial por nuestra parte», explica el doctor.

De este modo, el paciente recibe el alta domiciliaria tres horas después de la intervención y «desde el primer día tras la operación el paciente comienza a caminar, lo que lleva consigo una recuperación más rápida», asegura el especialista en intervenciones quirúrgicas de prótesis de rodilla.

Y es que «está demostrado –prosigue– que cuanto antes se inicie la movilidad activa, así como la fisioterapia, se obtienen mejores resultados funcionales y psicológicos. Se trata de un trabajo en equipo de cirujanos, anestesistas y fisioterapeutas. Todo ello permite que a las tres horas de la intervención el paciente sea tratado por el fisioterapeuta y además inicie la movilidad pasiva mediante un artromotor. Por la tarde se marcha a su domicilio desplazándose de manera autónoma con muletas».

Cuando lo habitual, hasta ahora, «es tener al paciente ingresado un par de días. Pero con esta técnica, y siempre en pacientes seleccionados, podemos realizar el procedimiento de manera ambulatoria», explica el doctor, que incide en que «es fundamental una consulta previa para explicar al paciente los detalles perioperatorios y coordinar cada paso».

Aplicable a otras articulaciones

Esta técnica tan novedosa como útil cuando el paciente presenta una limitación funcional como no poder caminar para desempeñar las actividades cotidianas, es, además, aplicable a prótesis de otras articulaciones como «cadera y hombro», señala el doctor.

Por cierto, la edad no es un impedimento. Preguntado por la edad media de los pacientes a los que se puede someter a este tipo de intervención, el doctor Rodríguez-Vellando explica que la más habitual para la colocación de una prótesis de rodilla «suele ser en torno a los 65-75 años, pero obviamente depende de cada caso. En alguna ocasión hemos tenido que realizar este tipo de cirugía a pacientes de 40 años o de 90».