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Alimentación

No es solo cuestión de moral: tus genes ya han decidido si eres vegetariano o carnívoro

El vegetarianismo lleva miles de años poniéndose en práctica por motivos morales o de salud. Ahora, un estudio descubre que podemos estar más o menos predispuestos genéticamente a hacernos "vegetas"

Alberto Garzón, ministro de Consumo, protagonizó el debate sobre la carne en España La Razón

"A mí, donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible", dijo una vez Pedro Sánchez, siendo presidente del Gobierno. Con aquella frase pretendió acallar la polémica surgida a raíz de la recomendación del ministro de Consumo, Alberto Garzón, de reducir el consumo de carne. Un consejo que fue recibido como un ataque por el sector ganadero e incluso por parte de la población, que lo escuchó con reticencia.

Fueran cuales fueran los motivos de la controversia, lo cierto es que nos cuesta imaginar una vida sin carne, ya sea por costumbre o por querer que sean otros los que se aprieten el cinturón. Ahora, un nuevo estudio ha venido para ofrecer una solución única en su planteamiento, que ha hecho vibrar a la comunidad científica. ¿Y si los genes de cada uno ya han decidido si somos vegetarianos o carnívoros?

Como ya hemos visto, a algunas personas les puede resultar difícil mantener una dieta estrictamente vegetariana. Y la nueva investigación sugiere que los genes pueden ayudar a explicar por qué. El trabajo publicado en la prestigiosa revista científica PLOS One señala que los vegetarianos representan menos del 5% de la población estadounidense (en España, son aproximadamente el 2%). Pero muchos hacen alguna "trampa" que otra. En concreto, entre la mitad y dos tercios de los vegetarianos autoidentificados consumen pescado, aves de corral o carne roja ocasionalmente, según el estudio.

Los investigadores sugieren que los factores genéticos pueden ayudar a explicar por qué algunas personas siguen una dieta estrictamente vegetariana y otras no. En concreto, apuntan a la existencia de 32 genes que influyen en esta edición. ¿Cómo probaron su teoría, qué descubrieron y qué opinan los expertos al respecto?

Los participantes en este estudio fueron seleccionados del Biobanco del Reino Unido, una base de datos abierta que incluye información sobre medio millón de personas. A partir de sus muestras (sangre incluida), identificaron "polimorfismos de un solo nucleótido" (SNP, por sus siglas en inglés).

Los SNP son un tipo común de variación genética. Todas las personas tienen muchos SNP que contribuyen a determinar una serie de características biológicas, como el color de los ojos o la susceptibilidad a enfermedades. Algunos SNP afectan tanto al metabolismo como a la función cerebral, y podrían hacer más o menos difícil que tu cuerpo funcione correctamente mientras sigues una dieta vegetariana.

El estudio descubrió más de 10 SNP que nos predisponen o no al vegetarianismoFreepik

En el estudio se analizaron los SNP de 5.324 vegetarianos y 329.455 sujetos de control. Al final, los investigadores identificaron 11 genes específicos como posibles contribuyentes al vegetarianismo. ¿Significa esto que tu dieta está predeterminada por tus genes? No del todo, dicen los expertos.

El estudio no demuestra que los SNP potencialmente vegetarianos tengan un papel causal. Como en cualquier otra cosa, puedes tener una predisposición genética, pero no ver nunca ese resultado. Se puede demostrar que se tienen factores genéticos de riesgo de cáncer y nunca padecerlo. Hay muchos otros factores en juego, como el movimiento, el estrés y las toxinas ambientales.

Beneficios (y riesgos) del vegetarianismo para la salud

Aunque muchas personas optan por el vegetarianismo por razones culturales, morales, religiosas o medioambientales, el plan de dieta también puede afectar a la salud. Algunos de los beneficios atribuidos científicamente a la dieta vegetariana incluyen una reducción del riesgo de enfermedades crónicas, mayor control del peso y una mejor digestión.

Una dieta vegetariana hace que, por lo general, se ingiera más fibra, micronutrientes y antioxidantes. Por contra, los riesgos asociados de seguir una dieta vegetariana incluyen carencias de nutrientes como vitamina B12, hierro, calcio y ácidos grasos omega-3, así como una ingesta inadecuada de proteínas.

"Este estudio define vegetariano como no comer ningún tipo de carne o producto animal, lo que en realidad es vegano. No suelo recomendar una dieta vegetariana estricta para la mayoría de la gente. Las dietas vegetariana, pescatariana u omnívora con pequeñas porciones de carne criada de forma sostenible son las más beneficiosas para la salud de la mayoría de las personas", afirma Megan Wroe, dietista registrada en el Centro de Bienestar del Providence St. Jude Medical Center en California, que no participó en el estudio.

En definitiva, algunas personas pueden decidir que una dieta estrictamente vegetariana no es para ellas, pero eso no significa que vayan a tener mala salud. Es importante que tomar decisiones dietéticas conscientes, pero que también se ajusten nuestras preferencias.

Si queremos tomar carne pero cuidarnos más, tenemos la opción de reducir la ingesta de carne. Pero si no "podemos" prescindir de la carne o no nos apetece, sustituir las carnes rojas por carnes magras como el pollo, el pavo o el pescado es lo más habitual. El Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer recomienda en general limitar el consumo de carne roja a tres raciones por semana.

Por otro lado, si se está pensando en cambiar a una dieta sin carne, los expertos recomiendan hacer la transición gradualmente. Por ejemplo, se puede empezar incluyendo fuentes de proteínas vegetarianas como alubias, lentejas, frutos secos y semillas; sustituyendo la proteína animal por una de estas.