Bienestar

Este tipo de baile que triunfa en España mejora la memoria

Investigadores descubren que estos movimientos potencian el cerebro y mantienen las habilidades cognitivas durante más tiempo, pero ¿a qué se debe?

Baile latinos
Un estudio con más de 300 participantes asocia el baile a la memoriaFreepik

Los bailes latinos se han convertido en una de las opciones preferidas por jóvenes y mayores que quieren iniciarse en el mundo de la danza y, sobre todo, divertirse. En todas las capitales españolas podemos encontrar escuelas donde imparten clases de salsa, bachata o reguetón. Al escuchar hablar de este estilo, viene a la cabeza Txiki Bastida. Él es cuatro veces campeón de España y actualmente es uno de los profesores de baile más solicitados del país. Semana a semana miles de alumnos acuden a las 22 academias que tiene por toda España.

Ahora, todo el mundo quiere aprender salsa y bachata. Pero lo mejor de todo es que un nuevo estudio ha descubierto que estos bailes, además de proporcionar un encuentro social y ser un ejercicio magnífico para el corazón y el cuerpo en general, también potencian el cerebro y mejoran la memoria. La investigación sugiere que aprenderse lo complicados pasos de la salsa, la samba o el merengue podrían incluso prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista Frontiers in Aging Neuroscience. Para alcanzar estas conclusiones, durante el estudio se ofreció un programa de danza latina a más de 300 hispanoparlantes a lo largo de cuatro años en 12 lugares distintos, en Chicago (Estados Unidos).

Tras ocho meses de clases, el equipo de científicos encontró una mejora significativa en las puntuaciones de la memoria de trabajo de los participantes. La memoria de trabajo es un tipo de memoria a corto plazo que se usa para mantener unas cantidades pequeñas de información en la mente mientras se participa en otras tareas cognitivas.

"Pensamos que funcionó por varios motivos. Un motivo podría ser que se pasa más tiempo siendo activo. Aunque podría tratarse de distintos componentes del programa de baile en sí", señala la autora del estudio, Susan Aguinaga, que trabajó en el programa desde su inicio, cuando todavía era estudiante de postgrado en la Universidad de Illinois, en Chicago. Ahora es profesora de kinesiología y salud comunitaria de la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign.

Uno de los puntos más importantes de los bailes latinos es que son "un tipo atractivo de actividad física en la que los participantes desean seguir participando", explica Aguinaga. "En general, las poblaciones tienen dificultades para mantener sus niveles de actividad física, pero cuando es una actividad de la que en realidad disfrutan, es más probable que mantengan la actividad durante unos periodos más largos".

Quizá solo se trate de la música que suena, los estilos de baile o porque es una actividad que es aeróbica, todos ellos factores que han demostrado con anterioridad que mejoran el desempeño cognitivo, comenta Aguinaga. "La conclusión es, sin duda, encontrar una actividad que sea agradable y atractiva. Y si bailar es esa actividad que provee disfrute y actividad física y respaldo social, entonces pienso que es una actividad que se debería promover más", concluye.

¿Cuánto hay que bailar para potenciar el cerebro?

El estudio fue un ensayo aleatorio y controlado, creado en conjunto por el coautor David Márquez, director del Laboratorio y de Ejercicio y Psicología de la Universidad de Illinois, en Chicago, y Miguel Méndez, creador y propietario de la Academia de Baile de Salsa, en Illinois. El programa incluye los bailes de merengue, salsa, bachata y chachachá.

Durante la investigación, poco más de 330 hispanos adultos que hablaban español fueron asignados a sesiones de baile dos veces por semana durante ocho meses, o a un grupo de control, que recibió clases semanales de educación en salud durante cuatro meses.

Los bailarines fueron dirigidos por un profesor profesional durante los cuatro primeros meses, y entonces, durante la "fase de mantenimiento", fueron dirigidos por participantes que se asignaron como "campeones del programa" por sus habilidades de liderazgo y entusiasmo.

Aunque el estudio no encontró ninguna diferencia entre los grupos en las pruebas cognitivas a los cuatro meses, tras ocho meses, las personas en el grupo de baile tuvieron unas mejores puntuaciones de memoria.

"En las clases de baile, una persona aprende varios pasos, y entonces debe recordar esos pasos la semana siguiente y convertirlos en secuencias", explica Aguinaga. Por ello, los investigadores consideraron que el proceso de recordar los pasos podría abordar distintos aspectos de la memoria... de una forma divertida.

Mejor para el Alzheimer, para la hipertensión o la diabetes

Alrededor de un 12% de los hispanos mayores de Estados Unidos viven con un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer y se prevé que ese número haya aumentado en un 832% en 2060. "Para los latinos mayores, la idea de promover el baile como ejercicio es muy atractiva, dado que están muy familiarizados con el baile de alguna manera. Han crecido con el baile, quizá hayan bailado en el pasado, y es algo que disfrutan", apunta Aguinaga.

Alrededor de un 85% de los participantes del estudio eran mujeres. Tenían una edad promedio de 65 años, y su IMC (índice de masa corporal) los pondría en la categoría de la obesidad. Los participantes del programa reportaron que se sentían mejor en general, que hicieron amigos y que podían gestionar mejor enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes.

Un programa similar podría beneficiar potencialmente a las personas de otras razas y etnias, si los organizadores promovieran bailes y música que resultaran atractivos para la población a la que se dirijan, añade la autora.

En general, se considera probado que las personas que hacen ejercicio tienen más posibilidades de mantener la memoria y sus habilidades de pensamiento por más años de vida; tienen cerebros más robustos y un riesgo más bajo de demencia.

El mecanismo exacto no está claro. Ciertas teorías apuntan al hecho de que el ejercicio produce un mejor flujo sanguíneo y mejora la circulación. Otra teoría es que el ejercicio induce unos factores específicos que estimulan al crecimiento celular y la salud en el cerebro. Asimismo, una dieta saludable, el sueño y la socialización son también importantes, aunque el ejercicio es la principal intervención que se recomienda a los pacientes que tienen problemas de memoria.