Acné
Este es el 'triángulo de la muerte' facial donde explotarse un grano es peligroso
Estas ampollas de grasa y pus pueden causar problemas si no se manejas con cuidado
La adolescencia es también conocida como la etapa vital del 'grano y la paja', debido al desarrollo a ritmo atropellado que sufre nuestro cuerpo. Las hormonas alteran las dimensiones físicas y mentales, llevando a los chicos y chicas a un despertar sexual y a una ebullición interna de muchos procesos de cambio dentro del organismo. Un aspecto curioso es que no se crece de manera proporcionada, sino como 'a tirones'.
Esto lleva a que algunos adolescentes tengan que cambiar la talla de los zapatos varias veces en un mismo año, tengan una pierna más larga que otra durante algunos meses, o porten un tronco desproporcionado con la longitud de sus cortos brazos. Hay un viejo dicho castellano que reza que "burro mal esquilado, en siete días igualado", es decir, que a los pocos meses o años estas disimetrías se acabarán corriendo solas, por norma general.
Sin embargo, una de las trasformaciones más notorias que se dan en los chicos y chicas de entre 12 y 18 años (aunque a veces se pueda extender más) es la que ocurre en su piel. El acné llama a las puertas y tarda en irse varios años, dejando la piel inflamada, enrojecida y llena de espinillas durante precisamente la etapa más sensible emocionalmente de una persona.
Toda la inestabilidad y la falta de confianza en uno mismo y su imagen corporal debidas al crecimiento acelerado de un adolescente se dan a la vez que la aparición de estos granos supernumerarios, especialmente en la cara. En muchas ocasiones, además, por culpa de intentar eliminarlos a toda costa, se acaba optando por hacerlos explotar, lo que puede empeorar la situación.
Este es 'el triángulo de la muerte' de la cara
Las espinillas no son sino acumulaciones de sebo y piel muerta que obstruyen los poros cutáneos, y por esa razón se inflaman. Se dan en mucha mayor cantidad durante la adolescencia debido a que es una etapa cuando nuestro cuerpo genera grandes cantidades de andrógenos, una clase de hormonas que estimulan la actividad de las células sebáceas.
Además de durante adolescencia, vemos cómo el acné también aparece durante periodos prolongados de estrés, mala alimentación o ciertas fases del ciclo menstrual en las mujeres. Esto es así porque, o bien ciertas situaciones no saludables provocan una generación mayor de sebo, o bien por cambios hormonales fuertes que ocurren a lo lago de toda la madurez.
Hay casos en los que las erupciones cutáneas se complican y en necesario intervenir, pero lo que siempre se recomienda en no explotar los granos, no tocarse la cara y y mantener la piel limpia. Así ayudamos a que los poros no se obstruyan y las espinillas puedan ser reabsorbidas o explotadas ellas solas. En pacientes en los que el acné esté causando problemas o dificultades, es necesario acudir a un médico experto para que aconseje uno u otro tratamiento.
Cuando se explota un grano, la piel sufre y pueden quedar marcar sobre ella que serán imposibles o muy costosas de corregir. Pero el daño no es solo en lo estético, existen ciertas zonas del cuerpo donde las infecciones o bien son proclives a extenderse, o bien pueden acabar comportando serios peligros para la salud si la infección se expande.
Así lo explicaba en un vídeo reciente el Enfermero Jorge Ángel, que cuenta ya con casi seis millones de seguidores tan solo en TikTok. Éste profesional de la salud y divulgador explicaba que existe un área en la piel de la cara que está irrigada por la vena angular. Este conducto venoso carece de válvulas, por lo que si ocurre en ella una infección, será difícil eliminarla.
Esta zona se conoce como 'triángulo de la muerte' o 'triángulo de Filatov', ya que tiene una forma muy parecida a la figura geométrica de tres lados. Comprende desde la zona superior a la nariz hasta por debajo del labio inferior. Una herida o un grano que se infecten en esta zona, aunque no es la norma general, podrían extender la infección a esta vena y de allí a otras partes del cuerpo donde se generarán problemas mucho más serios.
Algunos podrían incluso a terminar provocando enfermedades y condiciones con altos índices de riesgo de muerte, como pueden ser una meningitis o una encefalitis. Ante cualquier mínima sospecha o síntoma de mareos, convulsiones, pérdida de conocimiento, fiebre, cefalea fuerte o problemas de visión, se debe acudir inmediatamente a urgencias.
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