Salud dental

Por qué deberías esperar, al menos, 20 minutos después de cada comida para lavarte los dientes

En lugar del cepillado, es más conveniente enjuagarse la boca con un poco de agua

persona lavándose los dientes
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El enorme desarrollo económico y tecnológico que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XVIII con la revolución industrial tuvo enormes efectos en la sociedad. Mejoró la calidad de vida de muchas personas, al proporcionar acceso a productos antes escasos, se generaron nuevos roles y oportunidades para las personas y permitió un desarrollo de la técnica y el conocimiento sin precedentes. Ahora bien, no todos los cambios que introdujo la revolución industrial fueron tan positivos para la humanidad. Una de las consecuencias más perniciosas de la revolución industrial fue la aparición de una discordancia en el tipo de alimentación que se impuso… y aquella para la que nuestra dentición está preparada para tolerar; afectando seriamente a la fortaleza estructural de nuestros dientes.

Después de varios cientos de años masticando alimentos cada vez más blandos, másácidos y más azucarados, nuestros dientes se han hecho cada vez más y más débiles. Los seres humanos del siglo XXI sufrimos una serie de afecciones dentales que no sufren el resto de los mamíferos y que nunca sufrieron nuestros ancestros. Durante la mayor parte de nuestra historia, las personas no tuvieron que preocuparse por la corrosión provocada por el azúcar y otros alimentos ácidos tan presente hoy en nuestra dieta. Con estos cambios en la dieta, nuestros dientes han pasado de ser tremendamente resistentes... a ni siquiera ser capaces de durar una sola vida. Por todo esto, hoy es más importante que en ningún otro momento que mantengamos una rutina de limpieza constante y exhaustiva, de forma que podamos conservar nuestra dentadura y nuestras encías en buen estado durante el mayor tiempo posible.

En los últimos diez años la incidencia de caries en niños ha aumentado: la prevalencia de caries en niños de cinco o seis años es de un 36,3%. Foto: Dreamstime
En los últimos diez años la incidencia de caries en niños ha aumentado: la prevalencia de caries en niños de cinco o seis años es de un 36,3%. Foto: Dreamstimelarazon

Cuidar del esmalte dental, una cuestión de equilibrio

Cuando te cepillas los dientes, eliminas los restos de comida y de placa bacteriana, también conocida como biofilm oral; que es una sustancia incolora y pegajosa formada por bacterias que se adhieren a la superficie de nuestros dientes y nuestras encías. Estos microorganismos reaccionan frente al azúcar y los ácidos que ingerimos, sirviéndoles de alimento y favoreciendo su desarrollo y proliferación. En el desarrollo de su actividad metabólica, las bacterias presentes en el biofilm generan desechos ácidos que erosionan y debilitan el esmalte dental. Si no se elimina, la placa puede endurecerse y convertirse en sarro, lo que provoca, a su vez, la aparición de diversas enfermedades periodontales, sobre todo gingivitis y periodontitis.

Este es el motivo por el que es tan importante lavarse los dientes después de cada comida. Además de eliminar los restos de alimentos y prevenir la acumulación de placa, el cepillado regular también ayuda a mantener un aliento fresco y una sonrisa saludable. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el cepillado excesivo o con demasiada fuerza puede tener efectos negativos en la salud dental. Muchas personas han entendido erróneamente que, cuanto más fuerte se cepillen los dientes, más limpios y blancos estarán. Sin embargo, esto no es cierto. Cepillar los dientes con demasiada fuerza puede dañar el esmalte dental.

Este es un problema importante, porque la degradación del esmalte dental es un proceso lento… pero irreversible. Las únicas materias que pueden “auto regenerarse” en nuestro cuerpo son aquellas que están formadas por células y el esmalte dental es un material que prácticamente no tiene células. El esmalte de nuestros dientes está formado por hidroxiapatita, un compuesto muy duro pero muy sensible a los ácidos que pasan por nuestra boca. Y no hay una forma natural de regenerar el esmalte de nuestros dientes, así que es importante que seamos cuidadosos.

Espera un rato para lavarte los dientes

Los odontólogos repiten con frecuencia que es muy importante lavarse los dientes después de cada comida. Sin embargo, es importante que aclaremos esta idea: tenemos que lavarnos los dientes después de cada comida… pero no justo después. De acuerdo con la opinión de los expertos, lo mejor es esperar 20 minutos para cepillarse los dientes. Si no esperamos un poco, podríamos hacer más mal que bien y dañar el esmalte dental.

El primer cepillo de dientes surge en 1498 en la corte imperial china / Foto: Gtres
El primer cepillo de dientes surge en 1498 en la corte imperial china / Foto: Gtreslarazon

Tal y como explican en el blog de la clínica dental Tornel, Nuestra boca tiene un pH neutro. Cuando comemos, la acidez en la boca aumenta, lo cual provoca que el esmalte de los dientes se debilite. Afortunadamente, la saliva neutraliza la acidez y permite que el esmalte se endurezca nuevamente, aunque este proceso suele llevar unos 20 o 30 minutos. Por lo tanto, es recomendable esperar este tiempo antes de cepillarnos los dientes después de las comidas.

Algo que sí sería conveniente hacer es enjuagarse la boca con un poco de agua justo después de cada comida. De esta forma, eliminaríamos gran parte de las bacterias y los ácidos que dañan el esmalte y generan la placa. También podemos optar por alimentos crudos como la zanahoria, el apio o la manzana, porque su masticación ayuda a mantener los dientes limpios y retirar gran parte de las bacterias y los ácidos que contribuyen al desgaste del esmalte. Ahora bien, ni enjuagarse con agua ni comer alimentos crudos puede sustituir al cepillado. Recuerda, eso sí, hacerlo con un cepillo de dientes de cerdas suaves y realizando movimientos circulares. Por último, completa la limpieza con el uso del hilo dental y el enjuague bucal.