Infarto cerebral
¿Cómo se puede prevenir un ictus?
Un estudio de la Universidad de Harvard muestra cómo evitar sufrir un accidente cerebrovascular mediante varios hábitos saludables
El próximo 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Ictus y varias instituciones están desarrollando diversas campañas de concienciación sobre el ictus, que actualmente figura como la segunda causa de muerte en España, siendo la primera en mujeres. Según un informe emitido por la Sociedad Española de Neurología (SEN), anualmente, en nuestro país, aproximadamente 120.000 sufren sufren un ictus, de los cuales el 50% experimenta secuelas incapacitantes o fallece.
El ictus se origina a partir de la obstrucción del flujo sanguíneo en una arteria (trombosis o embolia), dando lugar a una reducción del riego sanguíneo en una determinada zona del cerebro. Desde la Universidad Clínica de Navarra, se explica que aproximadamente el 75% de los ictus son infartos cerebrales. "Puede manifestarse de manera repentina o gradual. Si la circulación cerebral se recupera pronto y el ictus dura menos de 2 horas, hablamos de accidente isquémico transitorio y, en este caso, la capacidad funcional se recupera por completo", explican.
De acuerdo con una investigación sobre Enfermedades Cerebrovasculares realizada por la Sociedad Española de Neurología (SEN), el 90% de los casos de ictus podrían evitarse mediante una adecuada prevención de los factores de riesgo y la adopción de un estilo de vida saludable. Por esta razón, la concienciación acerca de la prevención de esta grave condición médica es de suma importancia.
Según una investigación de la Universidad de Harvard sobre cómo prevenir un ictus, ciertos tipos tienen una mayor probabilidad de ocurrir en personas que padecen de presión arterial alta crónica. Sin embargo, otros tipos de accidente cerebrovascular hemorrágico pueden surgir de manera imprevista. "Aunque anomalías en los vasos sanguíneos, como un aneurisma (una dilatación en la pared de los vasos sanguíneos que puede romperse) o una malformación arteriovenosa (una red inusual de vasos sanguíneos) incrementan el riesgo, estas condiciones solo pueden ser descubiertas mediante pruebas de detección", señalan.
En cuanto a los signos de advertencia de un ictus indican: Pérdida de fuerza en un brazo, mano o pierna, entumecimiento en un lado del cuerpo, pérdida repentina de la visión o visión borrosa, en particular en un ojo, dificultad para hablar, incapacidad para comprender lo que alguien está diciendo, mareos o falta de equilibrio, y, por último, intenso y prolongado dolor de cabeza.
Harvard destaca que los factores de riesgo más comunes para tanto el accidente cerebrovascular isquémico como para los AIT (Accidente isquémico transitorio) son la hipertensión arterial, la diabetes, niveles poco saludables de colesterol, obesidad y el hábito de fumar. Se enfatiza que todos estos factores tienen un impacto en la salud de los vasos sanguíneos, incrementando el riesgo no solo de padecer un derrame cerebral, sino también enfermedades cardíacas.
Según explican, la presión arterial alta es el factor predominante que contribuye al riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, tanto en hombres como en mujeres. Por lo tanto, se recomienda limitar el consumo de sal a no más de 1500 mg, evitar alimentos ricos en colesterol y abandonar el tabaco.
También se sugiere moderar el consumo de alcohol, consumir diariamente de 4 a 5 porciones de frutas y verduras, incorporar pescado en la dieta dos o tres veces a la semana y optar por cereales integrales y lácteos bajos en grasa. Además, los diabéticos deben estar alerta, ya que los niveles elevados de azúcar en sangre pueden dañar los vasos sanguíneos con el tiempo.
La obesidad también incrementa las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular. Se aconseja no superar un consumo de 1500 a 2000 calorías diarias, dependiendo del nivel de actividad y el índice de masa corporal actual. En caso de sobrepeso, recomiendan un seguimiento médico.
El ejercicio regular es beneficioso para la pérdida de peso y la reducción de la presión arterial, al tiempo que actúa como un factor independiente en la prevención de accidentes cerebrovasculares.
Si se experimentan síntomas como palpitaciones o dificultad para respirar, es fundamental buscar atención médica para un examen. En algunos casos, es posible que se necesite un tratamiento anticoagulante (en forma de medicamento) para reducir el riesgo de un ictus.
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