Salud

Esta vitamina frena enfermedades inflamatorias como la artritis, pero apenas la tomamos

Un estudio a gran escala realizado en Irlanda descubre una importante relación entre "la vitamina del sol" y una mayor inflamación, y anima a aumentar la ingesta de suplementos

Los expertos revelan que no recibimos la suficiente vitamina
Los expertos revelan que no recibimos la suficiente vitaminaFreepik

La inflamación aguda se produce en respuesta a daños en los tejidos, infecciones o alérgenos, y es una parte necesaria de las defensas del organismo. Se produce rápidamente y suele durar unos pocos días. Sin embargo, la inflamación crónica puede durar meses o incluso años.

Esta puede estar causada por distintos factores desencadenantes, como una infección que el organismo no consigue eliminar, la exposición prolongada a un material irritante o un trastorno autoinmunitario, como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico.

Pero la inflamación también está relacionada con factores del estilo de vida, como la obesidad, una dieta rica en alimentos fritos, procesados y azucarados, y fumar tabaco. Asimismo, aumenta con la edad, hasta el punto de que el proceso se ha denominado "inflammaging".

Ahora, un estudio comunitario a gran escala realizado en Irlanda ha descubierto que una importante relación entre la deficiencia de vitamina D y la inflamación. En concreto, que los adultos mayores con deficiencia en esta vitamina presentan niveles más altos de marcadores de inflamación que los que tienen niveles suficientes.

Además, los autores del trabajo (publicado en la prestigiosa revista científica PLoS ONE) sugieren que la administración de suplementos de vitamina D podría disminuir el riesgo de enfermedades relacionadas con la inflamación crónica. Estas comprenden enfermedades cardiovasculares, enfermedades renales crónicas, diabetes, cáncer, depresión y demencia.

"Investigaciones anteriores han indicado fuertes asociaciones de la vitamina D con la inflamación", explica el autor principal, el Dr. Eamon Laird, investigador visitante del Trinity College de Dublín, a Medical News Today. "Sin embargo, nuestro trabajo es casi uno de los mayores estudios poblacionales que se han realizado hasta ahora para analizar este aspecto. Y nos sorprendió la fuerza de la asociación y cómo sobrevivía en los modelos incluso después de ajustar por múltiples factores", añade.

Cómo evitar la carencia de vitamina D

"La carencia de vitamina D es probablemente el problema médico más común en todo el mundo. Se calcula que mil millones de personas, quizá incluso la mitad de la población mundial, [tienen] carencia o insuficiencia de vitamina D. Y la razón es sencilla. Nuestra principal fuente de vitamina D es la luz solar, y ya no salimos al sol. Evitamos el sol porque nos preocupa el cáncer de piel", constata el Dr. Michael Holick, profesor de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, que no participó en este estudio.

Pero ¿cómo puede provocar inflamación la falta de vitamina D? "Hay muchas pruebas de que la vitamina D juega un papel muy importante en la inmunidad", dice Holick a MNT. "Sabemos que sus células inmunes, llamadas células T, tienen receptores de vitamina D, y que los macrófagos [...] liberan vitamina D activa".

"Producen vitamina D, y luego envían eso a los linfocitos T que aumentan la producción de citoquinas que ayudan a preservar la salud y reducen las citoquinas que causan tormenta de citoquinas como [se] vio en COVID", explica.

Un marcador inflamatorio indica deficiencia de vitamina d

La inflamación se caracteriza por una serie de biomarcadores, que pueden detectarse en la sangre, la saliva y la orina. Uno de estos biomarcadores, la proteína C reactiva (PCR), está relacionado con las enfermedades inflamatorias y con una baja expresión de citoquinas. Aunque no existe un valor estándar claro, se considera que cuanto mayor es la concentración de PCR, mayor es la inflamación.

En este estudio, los investigadores midieron la proteína C reactiva y las concentraciones de 25-hidroxivitamina D (la forma más exacta de medir cuánta vitamina D) en muestras de sangre de 5.381 participantes. Su edad oscilaba entre los 50 y los 98 años, con una media de 62,9 años.

Los investigadores dividieron a los participantes en diferentes grupos de inflamación en función de la concentración de PCR hallada en sangre: normal (0-5 miligramos por decilitro), elevada y muy elevada (más de 10). Tras controlar otros factores de riesgo de inflamación, la carencia de vitamina D se asoció fuertemente a una mayor PCR, lo que indica niveles más altos de inflamación.

Entre los resultados más curiosos encontramos que el 13% de los participantes tenían deficiencia de vitamina D, y la mayoría de los que la tenían pertenecían al grupo de más edad, tenían un nivel educativo más bajo, un estatus socioeconómico más pobre o eran fumadores.

Así, los investigadores hallaron niveles elevados de PCR en las personas de 75 años o más, con menor nivel educativo y mayores tasas de obesidad. Las personas menos activas físicamente o con tres o más enfermedades crónicas también presentaban niveles más elevados de PCR. Tras controlar otros factores de riesgo de inflamación, la carencia de vitamina D se asoció fuertemente a una mayor PCR, lo que indica niveles más altos de inflamación.

¿Deberíamos tomar un suplemento de vitamina D?

El Dr. Laird explica que los suplementos de vitamina D podrían beneficiar no sólo a aquellos con condiciones inflamatorias: "Varios países y organismos de salud pública recomiendan suplementos o ingestas de vitamina D para los adultos mayores. En Irlanda, para los adultos mayores es de 15 microgramos o 600 unidades internacionales (UI) al día. En EE UU es de 15-20 mcg o 600-800 unidades diarias".

"Sin embargo, no se trata sólo de adultos mayores. Investigaciones recientes han demostrado que los adultos más jóvenes (18-39 años) son los que corren más riesgo y presentan los niveles más altos de deficiencia, lo que a largo plazo puede contribuir al riesgo de enfermedades crónicas en etapas posteriores de la vida", añadió.

El Prof. Holick insiste en que: "Esencialmente no hay vitamina D en la dieta. Aceite de hígado de bacalao, pescado azul y setas expuestas a la luz solar, ¡eso es todo! En mi opinión, todo el mundo necesita suplementos de vitamina D, a menos que trabaje al aire libre todo el día".

Sin embargo, los Institutos Nacionales de la Salud advierten de que, aunque tu piel sólo producirá la vitamina D que necesitas a partir de la exposición al sol, es posible tomar demasiada vitamina D. Un adulto medio no debe tomar más de 100 mcg (4000 UI) al día a través de la dieta y los suplementos para evitar el riesgo de efectos secundarios como náuseas, vómitos y confusión.

Además, el Dr. Laird advirtió que es poco probable que la vitamina D por sí sola sea la respuesta para combatir las afecciones inflamatorias crónicas: "La vitamina D no es una varita mágica; es la combinación del enfoque de la medicina del estilo de vida -actividad física, sueño, no fumar, alcohol con moderación, elecciones nutricionales saludables- con la vitamina D lo que proporcionará las mayores reducciones del riesgo de inflamación".