Tribuna

El ejercicio, esencial para la salud del corazón

Conocer nuestra frecuencia cardíaca ayudará a saber si tenemos que realizar un deporte de intensidad moderada o alta

El aquafitness reduce la carga sobre las articulaciones y huesos
El aquafitness reduce la carga sobre las articulaciones y huesosDREAMSTIMELA RAZÓN

La práctica de ejercicio físico está cada vez más asumida por la población y forma parte de la vida diaria de muchas personas. De hecho, sabemos que, tras la pandemia, los españoles incrementaron el tiempo dedicado a la actividad física al existir también una mayor concienciación sobre el cuidado de la salud. Aunque todavía queda mucho por hacer y existe una brecha de género en este sentido: los hombres practican más deporte que las mujeres.

Sin embargo, recientemente hemos sabido que ellas salen ganando en cuanto al beneficio obtenido con la actividad física para proteger su corazón: necesitan menos tiempo para obtener un impacto positivo en su salud cardiovascular. Es la principal conclusión extraída de un estudio publicado en «Journal of the American College of Cardiology», que concluye que la reducción de la mortalidad cardiovascular asociada a la práctica deportiva es mayor para ellas haciendo el mismo esfuerzo.

Ante esta buena noticia, desde el movimiento Corazón de Mujer creemos que no debe haber excusas para que las mujeres se mantengan activas e incorporen la práctica de ejercicio físico a su día a día.

La explicación de esta diferencia en favor de las mujeres radica en las características biológicas que distinguen a ambos sexos: ellos tienen una mayor masa muscular y corporal, por lo que para activar su cuerpo necesitan una mayor cantidad de ejercicio. Mientras que ellas, tienen mayor densidad de capilares en relación a su sistema musculoesquelético, por lo que obtienen resultados de una forma más rápida.

Según la última «Encuesta de Hábitos Deportivos», realizada por el Ministerio de Cultura y Deporte junto al Consejo Superior de Deportes, la principal motivación para hacer ejercicio en los españoles es estar en forma, seguido de la diversión y, en un tercer lugar, la salud.

Mientras que entre las principales barreras para ponerse a ello sitúan la falta de tiempo y de interés. En este sentido, es importante saber que la actividad física comprende toda aquella que implique que nuestro cuerpo esté en movimiento y activo. Los cardiólogos solemos decir que la forma más sencilla de moverse y mejorar nuestro corazón es caminar: es gratis, fácil y se puede hacer en cualquier lugar, incluso en nuestra casa.

Conocer nuestra frecuencia cardíaca nos ayudará a analizar la intensidad que tenemos que marcar a nuestra práctica de ejercicio, si moderada o alta. Y para ello, es importante visitar al cardiólogo de manera que pueda valorar el estado de nuestra salud cardiovascular y determinar el tipo de actividad que mejor se ajusta a las necesidades de cada uno, así como a su estilo de vida.

Un ejemplo de actividades aeróbicas de intensidad moderada que nos pueden ayudar a cuidar el corazón son caminar a paso ligero, bailar, pasear en bicicleta, hacer yoga o moverse en el agua…

Cabe destacar los beneficios del aquafitness para la salud de la mujer, ya que, gracias a la flotabilidad, tenemos una percepción menor de nuestro peso, de forma que se reduce el estrés y la carga sobre las articulaciones, los huesos y los músculos y facilita la capacidad de movimientos y de hacer ejercicio. Además, hacerlo en agua caliente nos reportará beneficios para la salud cardiovascular al incrementar el aporte sanguíneo y favorecer la dilatación de los vasos, mejorando la fuerza y la resistencia muscular, ayudando a disminuir el dolor e impulsando la relajación.

Por otro lado, entre las actividades de intensidad alta podemos escoger entre correr, nadar, boxear, jugar al pádel, hacer crossfit… La Asociación Americana del Corazón recomienda los ejercicios de fuerza al menos dos veces por semana, pudiendo ser con pesas, en máquinas o mediante la propia resistencia de nuestro cuerpo. Los ejercicios de fuerza nos ayudarán a aumentar la masa muscular, facilitando la quema de calorías y el mantenimiento de un peso saludable.

Sabemos que, además de beneficiar la salud de nuestro corazón de forma directa, el deporte nos ayuda en otros aspectos que repercuten de forma indirecta en nuestra salud cardiovascular. Gracias a él, se reduce el riesgo de padecer derrames cerebrales, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, demencia, alzhéimer, varios tipos de cáncer y algunas complicaciones en el embarazo.

Además, cuando las mujeres estamos activas, conseguimos tener una mejor predisposición para pensar, dormir y sentirnos mejor, además de ver mejorada nuestra capacidad cognitiva.

También mejoramos la memoria y el control de peso, así como el estrés, reduciendo las posibilidades de depresión y ansiedad. Por lo que, todo ello, nos acabará reportando una mejor calidad de vida que beneficiará a nuestro corazón.

Lo importante es saber que nunca es tarde para tener una vida saludable basada en la práctica de ejercicio físico y, por eso, hay que empezar con ponerse pequeñas metas que nos ayuden poco a poco a mejorar nuestra salud cardiovascular.

Debemos preguntarnos qué cambios podemos hacer en nuestro día a día y, en este sentido, es importante no asociar la práctica de ejercicio a la necesidad de estar en forma física y de adelgazar, hay que ir más allá y el deporte debe ser una actividad más de nuestra rutina diaria que nos permita mantener una salud y bienestar óptimos.

La clave es encontrar el deporte que nos motive y saber que, con dos horas y media a la semana, es suficiente para lograr el cuidado cardiovascular.

Leticia Fernández- Friera es impulsora del Movimiento Corazón de Mujer