Asistencia sanitaria
Este es el motivo por el que 1 de cada 4 oncólogos se plantea cambiar de profesión
La intensas demandas emocionales que exige esta especialidad ponen en riego su bienestar psicológico
La profesión sanitaria es una de las que más ha sufrido ( y sigue sufriendo) las deficencias actuales del Sistema Nacional de Salud. La pademia de covid las agravó, pero la carga laboral y emocional de los especialistas en particular y de los trabajadores de las salud en general es un problema antiguo. Largos turnos, sueldos precarios y, sobre todo, la elevada demanda emocional que exige la relación con pacientes y familiares, mellan en el bienestar psicológico de los profesionales.
Aunque las especialidades que más se relacionan con problemas como la depresión, el estrés y la ansiedad son las de Medicina de Familia y Urgencias y Emergencias, la elevada carga asistencial del cáncer hace que los óncologos también encabecen la lista de profesionales con mayor desgaste profesional o síndrome de burnout.
Según estudios recientes, hasta 1 de cada 4 profesionales considera cambiar su carrera y más de un tercio (38%) contempla dejar su profesión. Estos datos evidencian una creciente preocupación respecto al desgaste profesional por su significativo impacto en los sistemas de salud y su posible repercusión en la calidad de la atención a los pacientes.
Por ello, la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), junto con la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), han ahondado en las causas, consecuencias de este fenómeno y posibles soluciones a este fenómeno en el seno del Congreso ESMO 2024, que se está celebrando estos días en Barcelona.
Las consecuencias del burnout
El burnout puede provocar problemas crónicos de salud, como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, obesidad y trastornos mentales que pueden dar lugar a una disminución de la calidad de satisfacción profesional y una menor sensación de logro. Además, también se asocia con la reducción de las horas de trabajo, el absentismo, la jubilación anticipada de la práctica clínica y la reducción de la esperanza de vida.
Un estudio realizado en 2014 por Esmo reveló que más del 70% de los oncólogos jóvenes ya presentaba signos de agotamiento profesional. En los últimos años, y especialmente tras la pandemia de covid, esta situación se ha agravado, con encuestas recientes que indican que hasta el 57% de los oncólogos europeos se sienten afectados por el burnout, y más del 40% están en riesgo de sufrir problemas de bienestar psicológico.
En opinión de Andrés Cervantes, presidente Esmo, el éxito del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer y la reducción de las desigualdades en el acceso a la atención oncológica dependen de que esta crisis de desgaste profesional se aborde de manera urgente y coordinada. “ESMO apoya firmemente la creación de una Directiva de la Unión Europea que aborde los riesgos psicosociales relacionados con el trabajo y que busque prevenir el burnout entre los profesionales de la salud. Las recomendaciones del Grupo de Resiliencia de ESMO son un recurso clave para demostrar que el problema no solo es real, sino que puede resolverse con acciones concretas y una voluntad decidida de todas las partes implicadas”.
El desgaste profesional tiene un impacto directo en la calidad de la atención al paciente y en el propio Sistema Nacional de Salud. "Diversos estudios han demostrado que el burnout no solo puede repercutir en la atención al paciente, sino que también tiene repercusiones económicas. El problema radica en que, habitualmente, el problema no se detecta a tiempo", señlaló Elena Élez, miembro de los Grupos de Trabajo de Resiliencia de Esmo y Seom.
Medidas preventivas
Consciente del impacto potencial del burnout entre sus miembros, Seom lleva años trabajando para mejorar el bienestar de los profesionales de la Oncología, lo que facilitará una atención oncológica de mayor calidad. De esta manera, en 2022 creó un Grupo de Trabajo de Resiliencia para poder analizar el burnout y desarrollar medidas de prevención, afrontamiento y tratamiento del mismo. Como primera acción del Grupo, se ha presentado un decálogo que recoge estas medidas preventivas:
- Mejorar la comunicación organizativa.
- Proporcionar supervisión profesional individualizada y tutoría.
- Reforzar el apoyo en términos de formación, desarrollo y seguridad en el empleo.
- Promover el uso continuado de estrategias virtuales y otras soluciones innovadoras para mejorar el acceso a modalidades de trabajo flexibles y a oportunidades de desarrollo profesional.
- Garantizar cargas de trabajo manejables, incluyendo horas de trabajo y permisos.
- Proporcionar un entorno de trabajo agradable con recursos de bienestar.ç- Impartir formación sobre resiliencia e invertir en de bienestar.
- Invertir en la retención y atracción de talentos.
- Establecer medidas de apoyo adaptadas para atender las necesidades de los distintos grupos.
- Proporcionar apoyo para la gestión del bienestar personal y la resiliencia.
- Influir en los responsables políticos y las partes interesadas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar