
Día de la Madre
Estos son los riesgos para la salud de una maternidad más tardía
Ser madre por encima de los 40-45 años dificulta la concepción y dispara algunas patologías

El número de nacimientos de madres de 40 o más años ha crecido un 19,1% en los últimos diez años en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En concreto, este organismo cifra en 32,6 años la edad media de ser madre en nuestro país. Y este retraso en la maternidad conlleva más riesgos, especialmente si el primer embarazo está por encima de los 40-45 años, según alerta el doctor Javier Sancho, responsable de la Unidad de alto riesgo obstétrico del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid: «Recomendamos que, en los embarazos, cuanto más joven sea, mejor. Pero debe tenerse en cuenta que hay circunstancias de la vida que hacen retrasar la maternidad. Cuanto antes se quede embarazada la mujer, más exitoso resulta el embarazo, tanto de cara a la madre como de cara al bebé», recalca.
Peor calidad de los óvulos
Otro aspecto que subraya el doctor Sancho es que la mayoría de las mujeres a partir de los 40 años «tienen que recurrir a técnicas de fertilidad, como la inseminación in vitro. Muchas de ellas incluso se ven en la necesidad de emplear óvulos de donante, porque a partir de los 35-38 años va disminuyendo la fertilidad y la calidad de los óvulos empeora. Considero que muchas mujeres no lo tienen muy interiorizado: creen que, mientras sigan teniendo la regla y les llegue la menopausia, van a poder seguir siendo madres».
El motivo es que, cuando el ovocito es fecundado por el espermatozoide, debe producirse un cruce entre los cromosomas maternos y paternos. Y con la edad –en concreto, a partir de los 35 años– esto no se produce de manera correcta, lo que lleva a desarrollar embriones que no son normales cromosómicamente, por lo que no van a llegar a implantarse. O, si lo hacen, puedan terminar en un aborto espontáneo. Por ello, la probabilidad de tener un primer embarazo por encima de los 40 «resulta muy difícil. De hecho, la mayoría de ellas no lo consigue y, por tanto, tienen que recurrir a esas técnicas de fertilidad, tanto con el coste económico y psicológico que conlleva como con los tiempos de espera, lo que retrasa aún más la maternidad».
Patologías más frecuentes
Debe tenerse en cuenta además que, a partir de los 40 años, existe un mayor riesgo de desarrollar diabetes durante el embarazo. «También hay un mayor riesgo de que se desarrolle hipertensión, lo que deriva en preeclampsia, que es una enfermedad que aumenta la tensión por el propio embarazo y que resulta más frecuente cuanto más edad tengan las pacientes. Ambas se pueden controlar a través de la dieta saludable y el ejercicio físico, caminando unos 30 minutos al día», recomienda el especialista. El tabaco y el alcohol, como es evidente, tampoco deben consumirse, mientras que resulta. fundamental tener una buena higiene del sueño y dormir las horas precisas.
Estos embarazos están muy controlados, con más citas a las que acudir. Como recalca el doctor Sancho, «el seguimiento es más estricto, requieren más control, con numerosas visitas al ginecólogo y muchas más ecografías, porque la posibilidad de síndrome de Down es mayor. Y también la de aborto espontáneo, sobre todo al principio del embarazo». Por eso, en las primeras 12 semanas es recomendable acudir a Urgencias ante cualquier problema. Por otro lado, se anima a que la mujer se quede embarazada de forma natural. En caso de que se produzcan varios abortos, puede recurrirse a un asesoramiento genético y a realizar un diagnóstico preimplantacional. «Se trata de analizar los embriones antes de implantarlos para ver cuáles son los más idóneos para disminuir el riesgo de aborto», detalla el ginecólogo.
Lactancia más complicada
En estos partos son mucho más frecuente las cesáreas «porque los partos no progresan, no dilatan. Una vez que se ha dado a luz, hay que advertir que el establecimiento de la lactancia también resulta más complicado que en madres más jóvenes. Incluso en muchos casos hay que recurrir a la lactancia artificial». Por todas estas circunstancias, es fundamental que un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios participe en la vigilancia de los embarazos de estas gestantes de más edad. «Estamos en contacto estrecho con el endocrinólogo para el tema de la diabetes porque, muchas veces, aparte de la dieta necesitan recibir insulina. Para controlar la tensión arterial hacemos equipo con cardiólogos y nefrólogos. En este equipo multidisciplinar participan muchos más médicos especialistas, mientras que en los embarazos de más bajo riesgo simplemente con el ginecólogo es suficiente», explica el doctor Sancho.
Por ello, en mujeres embarazadas que superan los 40 años están especialmente indicados los test genéticos en sangre que, tal como y señala el responsable de la Unidad de alto riesgo obstétrico del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, no provocan daño en el bebé: simplemente se trata de una analítica de sangre normal en la que se estudian los cromosomas del bebé, que están presentes en la sangre de la madre. «Puede realizarse a partir de la semana ocho o nueve de embarazo, pero cuanto más tarde se realice más fiable será. Por eso, normalmente lo recomendamos hacer durante la semana 12-13 de gestación, detalla el doctor Sancho.
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