Virus y tumores

Investigan si la covid persistente puede aumentar el riesgo de cáncer

La conexión es hipotética y se sustentaría en si los mismos procesos a través de los cuales otros virus contribuyen a la creación de células cancerosas podrían estar en juego con el SARS-CoV-2

Imágenes tridimensionales de un fragmento de célula sana y una infectada con SARS-CoV-2
Imágenes tridimensionales de un fragmento de célula sana y una infectada con SARS-CoV-2CSICCSIC

Hasta la fecha, se sabe que siete virus causan tumores en humanos: el de Epstein- Barr (VEB), el virus del papiloma humano (VPH), los de la hepatitis B y C, el HTLV1 (un retrovirus que produce leucemias), el poliomavirus de células de Merkel (un tipo de cáncer de piel)- el último descubierto- y el sarcoma de Kaposi. Sobre la conexión entre el SARS-CoV- 2 y el cáncer aún no hay ninguna evidencia, pero si existen factores que hacen que se valore como algo posible. Dado el elevado número de contagios a nivel mundial debidos a la pandemia, y el de personas que padecen covid persistente (alrededor del 14% de la población adulta, más de 65 millones de personas) diversos grupos de investigación a nivel internacional estudian su posible conexión.

Se cree que las infecciones virales son responsables de alrededor del 15% al ​​20% de los casos de cáncer en todo el mundo. En España, por ejemplo, este porcentaje es mucho menor, y no llega al 5%. "Realmente no entendemos muy bien el virus, por lo que sólo puedo especular si el SARS-CoV-2 puede provocar cáncer", señala a la revista Fortune Akiko Iwasaki, profesora de la Facultad de Medicina de Yale y coinvestigadora principal del estudio más grande sobre el tema en Estados Unidos, que tiene como objetivo comprender los cambios en la respuesta inmune en personas con covid persistente después de la vacunación.

La principal sospecha proviene de su capacidad para "esconderse" en el organismo- y permanecer inactivo durante largas temporadas, de manera que solo se puede detectar por marcadores de inflamación crónica. "Esto en cierto modo crea una situación en la que se acumulan más mutaciones en diferentes células... y las que proliferan pueden volverse cancerosas", añade la investigadora. Aún así, señala que esta causa es necesaria, pero no sería suficiente para provocar un cáncer, ya que requiere una oncoproteína viral que cambia la proliferación celular y, en última instancia, causa la enfermedad.

Lo que si se sabe es que "el virus se acantona en el organismo en reservorios virales que podría estar replicando el virus (no tenemos evidencia de eso en humanos, pero se detectó en macacos infectados ), o fragmentos de ARN viral podrían estar produciendo proteínas o estar latentes", destaca en declaraciones al citado medio.

Otro aspecto que se ha demostrado en numerosos estudios es que algunos pacientes con covid persistente experimentan una especie de inflamación continua de bajo grado que puede contribuir al daño de tejidos y órganos. Se estima que 3 de cada 5 personas en todo el mundo mueren a causa de enfermedades inflamatorias crónicas como diabetes, problemas cardíacos, cáncer y otras, y algunos investigadores se refieren a un microambiente tumoral inflamatorio, en el que las células cancerosas y las células inflamatorias circundantes participan en interacciones recíprocas.

Por ello, las sospechas sobre el potencial cancerígeno del SARS- CoV- 2 se centran en su capacidad para activar mecanismos de inflamación crónica, bajos niveles de oxígeno en los tejidos, estrés oxidativo, alteración de las respuestas de las células T y niveles elevados de citoquinas. Las citoquinas proinflamatorias son parte de la respuesta inmune del organismo ante el virus, además del interferón, y los científicos creen que algunas citocinas pueden aumentar el crecimiento y la proliferación de tumores.

Virus y tumores

La relación entre algunos virus y ciertos tumores está ampliamente documentada. La hepatitis B puede integrarse directamente en el genoma e impactar las vías de señalización en el hígado, promoviendo la actividad cancerosa. La hepatitis C no se integra, pero a lo largo de 20 a 40 años puede activar vías que condujeron a inflamación, fibrosis y cáncer. Otros, como el VIH, no causan cáncer directamente, pero pueden debilitar el sistema inmunológico, permitiendo potencialmente el crecimiento de células tumorales.

Varios estudios han documentado la reactivación del virus de Epstein-Barr (VEB) latente en algunos pacientes con covid persistente. Como se cree que el EBV está asociado con varios tipos de cáncer, especialmente el linfoma, esta conexión también se está analizando.