Investigación

El medicamento de toda la vida que protege frente al cáncer colorrectal

Su potencial terapeútico podría ayudar a reducir las elevadas cifras de mortalidad de este tipo de tumor, el más prevalente en nuestro país.

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Desarollar un nuevo fármaco y ponerlo en las farmacias cuesta una media de 2.600 millones de euros y entre 10 y 15 años de trabajo. Además, todo ese esfuerzo no siempre tiene su recompensa, ya que solo el 12% de las moléculas que se investigan llegan a convertirse en medicamentos. Ante estas cifras, una estrategia muy eficaz y sostenible es el análisis de fármacos ya existentes para valorar su potencial frente a patologías y procesos distintos a aquellos para los que están indicados. A este proceso se le denomina reposicionamiento de medicamentos, y busca nuevas aplicaciones para fármacos ya aprobados y en uso clínico.

Algunos llevan más de un siglo entre nosotros, como es el caso del ácido acetilsalicílico o Aspirina, usada en todo el mundo como analgésico desde 1900. Este fármaco de toda la vida, presente en todos los botiquines y que no requería receta, cayo en desgracia por sus efectos adversos frecuentes, como trastornos gastrointestinales, respiratorios, erupciones cutáneas y alteraciones de la coagulación cuando se administraba en dosis altas. En España, fue retirada del mercado en 2003 dado que se observó que, en determinadas infecciones víricas en niños, su uso se asociaba con una reacción adversa muy rara, pero grave, llamada síndrome de Reye, que provoca inflamaciones en el hígado y en el cerebro.

Sin embargo, su mecanismo de acción puede ser muy útil para prevenir la progresión del cáncer colorrectal, un tipo de tumor que representa la tercera forma de cáncer más frecuente en todo el mundo, con alrededor de 1,9 millones de nuevos casos diagnosticados y 900.000 muertes al año. Así lo han demostrado investigadores de la Universidad de Múnich (Alemania), que han estudiado qué mecanismos moleculares median en estos efectos.

Entre otros hallazgos, los análisis demostraron que cuando los pacientes con enfermedades cardiovasculares tomaban dosis bajas de Aspirina durante varios años, se reducía su riesgo de cáncer colorrectal. Además, este medicamento podía inhibir la progresión del tumor. Los investigadores informaron de que su potencial proviene de su mecanismo de acción. El ácido acetilsalicílico induce la producción de dos moléculas de microARN (miARN) supresoras de tumores denominadas miR-34a y miR-34b/c. Para hacerlo, la sustancia se une a una enzima - llamada AMPK- y la activa, lo que a su vez altera el factor de transcripción NRF2- a través del que se expresan numerosos genes de enzimas destoxificantes y antioxidantes-. Además, suprime la creación de algunos oncogenes.

"Nuestros resultados muestran que la activación de los genes miR-34 por la Aspirina tiene lugar independientemente de la vía de señalización p53", señaló Heiko Hermeking, catedrático de Patología Experimental y Molecular de dicha universidad, en el artículo sobre el estudio publicado en Cell Death and Disease. "Esto es importante porque el gen que codifica p53 es el gen supresor de tumores más comúnmente inactivado en el cáncer colorrectal. En la mayoría de los demás tipos de cáncer, además, p53 está inactivado por mutaciones o virus en la mayoría de los casos. Por tanto, la Aspirina podría emplearse terapéuticamente en estos casos en el futuro", añadió