Entrevista

Noemí Casquet: «La sexualidad cumple una función sanadora física y mentalmente»

«Deberíamos hablar de la importancia del placer igual que lo hacemos de nutrición o de ejercicio físico»

Noemí Casquet
Noemí CasquetJAVIER OCAÑALA RAZÓN

Con más de dos millones de seguidores en las redes sociales, Noemí Casquet se ha convertido, por méritos propios, en uno de los referentes actuales en divulgación sobre sexualidad en nuestro país. Autora de ocho libros, su formación en terapia sexual y de pareja y un máster de sexología le permite hablar sin reparos del valor del sexo, aunque es su propia experiencia personal la que ha marcado su última obra, «Pirómanas» (Editorial Planeta), un libro en el que propone un posible camino de liberación global para las mujeres, mucho más allá del estricto campo de la sexualidad, a través de preguntas, cuestionarios y ejercicios.

¿Qué papel juega la sexualidad en la salud de una mujer?

Somos células sexuales y eso es lo que nos ha traído a la vida, así que la sexualidad tiene un papel vital, no solo durante las primeras etapas, sino hasta que morimos. El placer es algo imprescindible en nuestra vida, y también para nuestra salud.

¿Está infravalorado?

Ponemos muy poco foco en el placer y estamos mucho más acostumbradas a buscar el sufrimiento o el dolor, antes que intentar generar placer en nuestra existencia. Y no hablo únicamente de placer sexual, sino por ejemplo el que puede proporcionar comer bien, hacer ejercicio o el simple placer de respirar aire puro.

¿Hay tabú tras la sexualidad femenina?

Sí, deberíamos hablar de ello con naturalidad, igual que lo hacemos de nutrición o de la necesidad de hacer ejercicio físico, porque es una de las bases del ser humano. Sin embargo, hay tabú porque a lo largo de la historia la mujer ha estado siempre al servicio de los demás y eso impedía apropiarse de su propia sexualidad. Eso está cambiando en los últimos años, pero cuesta mucho romper barreras y sigue viéndose mal que una mujer hable abiertamente de sexo o que conecte con su deseo, con sus orgasmos... Sin embargo, es absolutamente saludable y necesario porque la sexualidad cumple una función sanadora física y mentalmente.

¿En qué se traduce eso?

Podemos generar muchísima más intimidad con las personas y eso ayuda emocionalmente. A nivel físico y corporal supone un chute de hormonas maravilloso para el cuerpo humano y también a nivel del sistema nervioso en forma de bienestar.

En su libro habla de la importancia del autocuidado. ¿Es la base de la salud?

Dedicarse tiempo a una misma para cuidarse debe ser el primer escalón, porque si ese se tambalea, todo lo demás será inestable. En el libro hablo de los cinco pilares del amor propio y sin autocuidado no puede haber ese amor propio. La relación que más te va a durar durante toda la vida es la tuya, es decir, contigo misma. Eres el gran amor de tu vida y debes tratarte desde ese lugar, como también te gustaría que te trataran los demás, pero en infinidad de ocasiones se nos olvida y nos ponemos la última de la lista de prioridades del día a día.

¿Qué síntomas reflejan que algo va mal en nuestra faceta sexual?

Cualquier síntoma de insatisfacción que podamos tener con nuestra intimidad puede ser la excusa para consultar a un especialista: desde una falta de deseo, por ejemplo, hasta síntomas más fisiológicos como falta de lubricación. No hay que dar por «normales» esas cuestiones y hay que actuar, entendiendo que nuestra sexualidad y nuestro placer también son importantes y hay que cuidarlos, pero nunca como una obligación por satisfacer a otra persona.

¿Un consejo final?

Que reflexionen sobre la insatisfacción, que miren hacia dentro y no tengan miedo a «quemar» todo lo que no funciona, porque sin ese fuego no hay crecimiento.