Orinar en la ducha podría tener algunas consecuencias negativas para tu salud

La orina es principalmente agua en la que se encuentran disueltos diferentes componentes, como urea, cloro, sodio, potasio, sulfatos, creatinina, fósforo, amonio, ácido úrico, bicarbonato y calcio. Los valores normales de cada componente en la orina pueden variar, pero nunca alcanzarán niveles que hagan peligroso su contacto con nuestra piel. En cuanto a la presencia de gérmenes y microbios, lo cierto es que la orina es un fluido corporal prácticamente estéril. De hecho, podemos decir que es “más limpio” que la saliva, el sudor o las secreciones nasales.

La orina tampoco es portadora de enfermedades o infecciones. No puedes contagiarte de VIH, herpes, sífilis, gonorrea, clamidia ni ninguna otra enfermedad de transmisión sexual por medio de la orina. La única excepción digna de mención es la leptospirosis, que es una enfermedad que sí que puede transmitirse por el contacto de la orina con la piel… pero sólo ocurre con orina de ratas y otros animales infectados con la enfermedad. Y en cuanto a los hongos y las infecciones que se contraen en las duchas de los gimnasios, la verdad es que no tienen nada que ver con la orina.

En resumen, orinar en la ducha no debería -en principio- suponer ningún problema para la salud. De hecho, es frecuente que algunas personas recomienden aprovechar el momento de la ducha para hacer pis, porque es un hábito que evita el desperdicio innecesario de agua, porque ahorra tiempo y, sobre todo, porque es cómodo. Sin embargo, sí que hay una posible consecuencia negativa para nuestra salud que no habíamos previsto y que quizás deberíamos tener en cuenta:

Una consecuencia imprevista

La uroginecóloga estadounidense Teresa Irwin compartió en su cuenta de Tik Tok un video en el que explicaba que hacer pis en la ducha con demasiada frecuencia podría llevar a la incontinencia urinaria. La doctora explicaba que si nos acostumbramos a liberar orina cada vez que escuchamos el sonido del agua corriente, nuestra vejiga se acostumbrará a este hábito y empezará a liberar orina cada vez que escuchemos este sonido. Esto podría llevar a problemas de incontinencia urinaria en el futuro.

Si está entre tus hábitos el orinar en la ducha y has empezado a notar este efecto, podría ser una señal de que algo no va bien. En esta situación, lo que se recomienda es acostumbrarse a orinar en el inodoro antes de meterse en la ducha. De esta forma, se evitará el impulso de hacer pis en la ducha. Lo que a su vez permitirá reeducar a nuestra vejiga y evitaremos las fugas involuntarias en el futuro.