Opinión

Plasma plaquetario para la regeneración de heridas

Los expertos en PRP dicen que no existen riesgos de infección o transmisión de enfermedades durante su aplicación

El tratamiento con plasma rico en plaquetas no requiere hospitalización, ya que es ambulatorio y se realiza en consulta
Detalle de plasma rico en plaquetasLINDSEY WASSONREUTERS

El PRP o plasma rico en plaquetas se hizo famoso tras usarlo los deportistas para regenerar tejidos. Rápidamente se extendió su uso pero no siempre acababa dando el resultado apetecido, de manera que muchos dejaron de creer en él. El problema radicaba en la forma de hacer la aplicación. El PRP consiste en tomar muestras de sangre del paciente, centrifugarla para separar componentes e inyectarla en la lesión. El procedimiento genera proteínas plaquetarias de factores de crecimiento. En estética se emplea para rejuvenecer la piel, pero sus aplicaciones van desde las úlceras a la cirugía maxilofacial o espinal. ¿Por qué? Las plaquetas contienen proteínas que cicatrizan heridas, como el factor de crecimiento plaquetario, o el endotelial, el epitelial, el de la insulina, la osteocalcina, la interleuquina, la osteoconectina, el fibrinógeno, la vitronectina, la fibronectina y la trombospondina. Esas proteínas también activan las defensas frente a agentes exógenos en la herida, accionando los macrófagos, encargados de fagocitar cuerpos extraños, como bacterias.

Los expertos en PRP dicen que no existen riesgos de infección o transmisión de enfermedades durante su aplicación, aunque hubo casos de efectos adversos por falta de asepsia, la inadecuada formación del personal, ausencia de controles, etc. De ahí la intervención de la Agencia del Medicamento (AEMPS) para considerar que el PRP es un medicamento de uso humano y que se deben cumplir unas garantías mínimas. El resultado ha sido la mejora en los casos en que se trabaja con PRP analizado por laboratorios que cuentan con autorización de la AEMPS. Lo explica muy bien la doctora Karin Freitag, de DFK: extraen la sangre del paciente y posteriormente trasladan las muestras al laboratorio para asegurar la eficacia del medicamento, tras comprobar que tiene la dosis de plaquetas necesarias para curar. Se evita así que el paciente quede decepcionado porque el tratamiento no es eficaz.