Opinión

Somos responsables

Todos hablamos de lo preocupante que resulta que los jóvenes estén tan sumamente obsesionados con su imagen, pero nadie asume su responsabilidad. Y la tenemos

Perfil de una chica joven con el pelo recto rubio largo. Belleza
Perfil de una chica joven con el pelo recto rubio largo. BellezaDreamstimeDreamstime

Hace unas semanas tuve el placer de asistir a un desayuno junto a diferentes profesionales de la medicina estética y de la cosmética. Entre café y café observé algo que me llamó la atención: todos hablábamos de lo preocupante que resulta que los jóvenes de hoy en día estén tan sumamente obsesionados con su imagen, pero nadie, absolutamente nadie, asumía ninguna responsabilidad... y la tenemos.

Soy médico estético y todos los días pasan por mi consulta pacientes de todas las edades, tanto hombres como mujeres, con el objetivo de mejorar su imagen.

Lo preocupante es cuando el paciente que se te sienta delante tiene 15 años y entre lágrimas te dice que no se gusta (no es que no estén cómodos con alguna característica de su físico, sencillamente no se aceptan). Desde mi punto de vista creo que como profesionales no debemos juzgar a esta generación, sino preguntarnos por qué una chica de esa edad ha terminado llorando en la consulta y admitiendo a viva voz que tiene un problema.

En el desayuno muchos trabajadores del mundo de la cosmética comentaban extrañados que el porcentaje de consumidores de sus productos menores de 18 años estaba creciendo de manera alarmante, culpando a los padres y exigiendo soluciones.

Tras esta charla llegué a una sencilla conclusión: los jóvenes no tienen la culpa, la tenemos nosotros. Si la anunciante de una crema antiarrugas es una influencer de 17 años, no podemos sorprendernos de que sean sus seguidoras las compradoras potenciales del producto. Del mismo modo que si los médicos seguimos prometiendo un físico inalcanzable seguiremos incentivando los trastornos dismórficos de la imagen. Aceptar los errores es el primer paso para no seguir repitiéndolos.