Día Mundial del Cáncer de mama
El tratamiento potencialmente curativo para el cáncer luminal
Abemaciclib reduce un 15,8% el riesgo de muerte en el tumor de mama más frecuente
Según una reciente encuesta realizada por la Federación Española de Cáncer de Mama (Fecma), con motivo del Día mundial de la enfermedad, que se celebra hoy, el miedo a la recaída es el temor más reportado por las pacientes con este tumor. Una realidad que, por desgracia, sucede en uno de cada cuatro casos del tipo luminal –también llamado hormonosensible– y que supone el 70% de todos los casos de cáncer de mama diagnosticados.
Y es que retrasar las recidivas es uno de los grandes retos en Oncología. En la búsqueda de una solución a este problema los investigadores han encontrado un medicamento que, además de lograr este objetivo, consigue mejorar la supervivencia de estas pacientes.
Así concluye el estudio MonarchE, cuyos resultados se han presentado en sesión oral en la Reunión Anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), que concluye hoy en Berlín. Se trata de un ensayo clínico global, aleatorizado, abierto, de dos cohortes y multicéntrico de fase 3 con abemaciclib (Verzenios, comercializado por Lilly), un inhibidor del ciclo celular que muestran que dos años de tratamiento adyuvante con este fármaco en combinación con terapia endocrina (TE) reducen el riesgo de muerte en un 15,8% en comparación con la TE sola, además de mejoras sostenidas a largo plazo en la supervivencia libre de enfermedad invasiva y la supervivencia libre de recaída a distancia, en pacientes con cáncer de mama temprano luminal de alto riesgo con ganglios positivos
Aunque el objetivo primario fue la supervivencia libre de enfermedad invasiva (es decir, el tiempo hasta la recaída del cáncer de mama, aparición de un nuevo tumor o muerte), pero los resultados a medio plazo han demostrado que puede curar este tipo de tumor. Después de siete años de seguimiento se confirmó un beneficio sostenido en supervivencia libre de enfermedad y en supervivencia libre de recaída a distancia, lo que subraya la solidez y durabilidad del tratamiento.
«Lo que se anuncia en ESMO es que abemaciclib se asocia a mayor supervivencia en cáncer de mama. Hemos alcanzado un hito que es infrecuente de manera tan precoz en cáncer de mama luminal. El beneficio que se alcanza tanto en reducción del riesgo de recidiva como de supervivencia global es más que notable, y se mantiene incluso al finalizar el tratamiento. Es una gran noticia para la sociedad en general y, más particularmente para la mujeres que están en vías de superar un cáncer de mama de riesgo», explica José Ángel García Sáenz, uno de los oncólogos españoles implicados en este ensayo clínico MonarchE y coordinador de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid.
Los datos de este fármaco muestran que su eficacia se mantiene a lo largo del tiempo, incluso más allá de los cinco años, periodo en el que tradicionalmente se considera que las pacientes están «curadas» en Oncología. En el estudio han participado 5.637 adultos con cáncer de mama hormonosensible en estadio temprano con alto riesgo de recaída y con ganglios positivos
Un fármaco «made in Spain»
Abemaciclib es un medicamento «made in Spain», ya que su descubrimiento contó con la colaboración esencial de los investigadores del centro de I+D de Lilly en España, así como de numerosos hospitales y pacientes españoles, que suponen un hito en el tratamiento del cáncer de mama precoz. Su uso es oral (es una pastilla), y se utiliza después de la cirugía y radio y/o quimioterapia para este tipo de cáncer de mama. «Es capaz de interferir en el ciclo célula cancerosa y restaurar los frenos Esto es lo bonito. Añadir abemaciclib es un paso más a conseguir la recaída cero, que es lo que buscamos. Que en vez de una de cada cuatro, recaiga una de cada ocho. En este caso es una remisión completa, es curación, no cronificación», cuenta el experto.
Este fármaco fue el primero aprobado para el prevenir las recaídas de personas con cáncer de mama luminal como tratamiento en adyuvancia (es decir, cuando la terapia se administra después del tratamiento principal, como cirugía o quimioterapia, para reforzar su efecto y reducir el riesgo de recaída). Además, y como señala García Sáenz, «el perfil de tolerancia es previsible, manejable y tolerable, si bien las primeras semanas se asocia diarrea, por lo que hay que reforzar la adherencia al tratamiento sabiendo estos buenos resultados a largo plazo».
50 años de avances imparables
Lo logrado por abemaciclib es uno de los hitos capaces de cambiar la historia de este subtipo de cáncer. Estos son los otros producidos en los últimos 50 años:
►En los años 70 que si se aplicaba quimioterapia tras la cirugía las mujeres vivían más.
►En 1983 la FDA demostró que tamoxifeno reduce riesgo de recaída.
►En 2003-04 se vio que los inhibidores de la aromatasa elevaban la supervivencia en mujeres post menopáusicas.
►A partir del año 2010 las plataformas genómicas son capaces de identificar a qué pacientes se puede curar específicamente.
►En 2014 se demostró que suprimir la función ovárica con agonistas de la hormona liberadora de hormona luteinizante aumentaba la supervivencia en las mujeres pre menopáusicas.