Sanidad

Vapers no, marihuana sí: Mónica García da "luz verde" al uso medicinal del cannabis para el dolor o la quimio

La ministra de Sanidad quiere regular el uso terapéutico de la planta apoyada en la "evidencia médica", pero ultima una ley antitabaco para restringir los vapeadores a pesar de la literatura científica

Mónica García, cuando era candidata de Más Madrid
Mónica García cuando era candidata de Más Madrid Gonzalo PérezLa Razón

El Ministerio de Sanidad da el primer paso hacia la legalización de la marihuana para uso medicinal, mientras restringe la venta de vapeadores. Así podrían concretarse las políticas actuales del departamento de Mónica García, que el lunes sacó a consulta pública el borrador del real decreto que permitirá distribuir preparados de cannabis en los hospitales. Al mismo tiempo, se perfilan los últimos detalles de la nueva ley antitabaco, que prohíbe los vapers desechables y restringe su uso en espacios públicos.

«Marihuana sí, pero vapeador no» parece ser también el lema de la titular de Sanidad en cuanto a la literatura médica disponible. El ministerio no tiene en cuenta la evidencia científica que avala el uso de los cigarrillos electrónicos como método eficaz para dejar de fumar, pero sí la utiliza para respaldar la regulación medicinal del cannabis. Mientras que defiende que el real decreto que plantea el Gobierno «es una medida rigurosa y basada en la mejor evidencia científica disponible», rechaza estudios que respaldan que pasarse a los vapeadores reduce significativamente la exposición a toxinas asociadas con riesgos de cáncer, enfermedades pulmonares, cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

En esta línea, algunas voces ven en esta normativa el primer paso de la ministra de Más Madrid para la regulación integral de la marihuana, un objetivo en la agenda de su partido. Pero la legalización de los usos del cannabis es una medida polémica que no agrada a buena parte de especialistas médicos, quienes han alertado en más de una ocasión sobre los efectos perjudiciales que conllevaría para la salud cardiovascular y neurológica. Además, varios organismos médicos han advertido de que regular el cannabis medicinal también puede aumentar su uso perjudicial, alterar la percepción de los jóvenes hacia la droga y normalizar su consumo.

El doble rasero de Mónica García

Mónica García no tiene en cuenta la evidencia científica de los cigarrillos electrónicos, pero sí la utiliza en el caso del cannabis. Esto sucede también en otro punto del borrador de la normativa para regular el uso medicinal del cannabis. En ella se determina que los preparados elaborados a partir de la planta serán de dispensación hospitalaria (no se venderán en farmacias, a pesar de que éstas ya dispensen fentanilo), solo por parte de médicos especialistas. Éstos los podrán administrar a pacientes con cuatro enfermedades entre las que se encuentran el cáncer, la epilepsia o la esclerosis múltiples, pues estas cuatro indicaciones «se apoyan en las evidencias publicadas en la literatura científica». Sin embargo, Sanidad avisa de que la lista «podría ampliarse o modificarse».

Otra parte controversial del texto es que excluye el uso directo de partes de la planta como los cogollos (la parte de la marihuana que más se fuma), a pesar de ser una de las peticiones clave de las asociaciones de pacientes. Estas critican que el texto propuesto no ha tenido en cuenta sus necesidades. Además, señalan que la ley está «mal hecha» y que «dejará al paciente desprotegido en manos del narco».

Por su parte, la norma indica que regulará la «prescripción, elaboración, dispensación y uso de fórmulas magistrales» de «preparados estandarizados del cannabis». Se interpreta que los preparados se venderán en distintos formatos (aceites o líquidos). Por el momento, el único aprobado en España es Sativex, un pulverizador oral.

Expertos avisan del riesgo de la regulación del cannabis

En un coloquio celebrado en enero en el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, a raíz de la intención del Gobierno de regular el uso medicinal del cannabis, el organismo consideró que la legislación sobre las sustancias derivadas del cannabis no debería modificarse «hasta disponer de evidencias clínicas que puedan dar seguridad, apoyo y garantías sanitarias suficientes».

Distintos expertos avisaron de que el cannabis no es tan beneficioso como se creen. «Hay mucha promesa y poca evidencia, con un marketing detrás enorme, respecto al beneficio terapéutico del cannabidiol [un componente del cannabis]», afirmó el catedrático de Farmacología Rafael Maldonado. El especialista no niega el potencial de fármacos basados en cannabis para el dolor neuropático, pero indica que «necesitamos más datos».

En cualquier caso, el proyecto aperturista del Gobierno para el cannabis continúa adelante desde que en febrero se iniciara el trámite para regular su uso medicinal. Ahora, el texto publicado está abierto a recibir alegaciones hasta el 21 de octubre. Después de este periodo podrá ser aprobado en el Consejo de Ministros.