Sexo

¿Miedo al sexo en la era Post-Covid?

Los expertos alertan de que el miedo al contagio por coronavirus pude llevarnos a sufrir “erotofobia”.

El miedo a fallar en las relaciones íntimas, una causa cada vez mayor de los problemas sexuales.
El miedo a fallar en las relaciones íntimas, una causa cada vez mayor de los problemas sexuales.larazon

Mucho se ha hablado del sexo durante esta pandemia. Si es o no conveniente mantener relaciones, qué prácticas sexuales debemos evitar o si el confinamiento ha afectado a nuestro deseo pero ¿Qué pasará cuando esto acabe? ¿Cómo afrontaremos nuestras relaciones sexuales en la era post-Covid?

El vicepresidente de la Sociedad Catalana de Sexología, Antonio Boliches ya alertaba hace unos días de que la pandemia y el confinamiento forzoso están inhibiendo el deseo sexual de muchos españoles.

El sexólogo asegura que el miedo a contagiar o ser contagiados por el coronavirus nos llevará a ser más “evitativos” y a optar por alternativas como la autosatisfacción o el sexo virtual y advierte de que esta desconfianza no se solucionará hasta pasado un tiempo tras la desescalada.

Pero los expertos van más allá. El estrés, la ansiedad y el miedo al contagio pueden llevarnos a padecer “erotofobia”. Es decir a sufrir un miedo irracional hacia todo aquello que tiene que ver con el sexo y la sexualidad.

En condiciones normales las causas de este transtorno suelen ser un evento traumático, una educación sexual deficiente o una cuestión genética, pero en situaciones de estrés como la actual también podemos llegar a padecerlo.

Las personas con “erotofobia” sienten una ansiedad extrema frente al sexo por los que tratan de evitarlo. Asimismo, presentan algunos síntomas físicos como son la boca seca, la hipersudoración, hiperventilación, angustia y tensión muscular. También malestar estomacal, dolor de cabeza y latido acelerado. En definitiva, es muy similar a un ataque de ansiedad.

El distanciamiento social al que nos está obligando la expansión del coronavirus se mantendrá en el tiempo y esto puede llevarnos a que, cuando la vida vuelva a la normalidad, nos cueste relacionarnos con otras personas de la manera que lo hacíamos antes.

El miedo justificado al contacto físico empeorará sin duda nuestra vida sexual, ya que la incertidumbre pone en marcha nuestro sistema interno de alarma y de defensa ante un peligro.

En definitiva, las relaciones interpersonales se verán profundamente marcadas por la pandemia aunque finalice el periodo de confinamiento y habrá una repercusión evitativa no solo a la sexualidad, sino a la afectividad y a todo tipo de contacto interpersonal.