Sociedad

La prueba más evidente de que el monstruo del Lago Ness existe y está vivo

El sónar de un barco detecta a 170 metros de profundidad la señal de lo que podría ser un animal de unos 10 metros de longitud

La imagen más icónica del monstruo del Lago Ness es falsa en realidad, tal y como acabó confesando su autor
La imagen más icónica del monstruo del Lago Ness es falsa en realidad, tal y como acabó confesando su autorlarazon

Han pasado más de 200 años de la primera vez que se notificó la presunta presencia de un gran animal acuático en las aguas del Lago Ness en Escocia (Reino Unido) y todavía sigue generando expectación a pesar de que nadie ha podido probar su existencia.

Hasta ahora, la mayoría de las notificaciones fueron por avistamientos en la superficie del lago, que en su mayoría describían al animal como una especie de dinosaurio de cuello largo que emergía del agua. De hecho, no son pocas las imágenes que se han publicado del supuesto monstruo milenario.

Imagen del sónar del barco y la senal casi en el fondo de algo semicircular
Imagen del sónar del barco y la senal casi en el fondo de algo semicirculartwitterLa Razón

A pesar de que la lógica indica que el monstruo del Lago Ness, conocido popularmente como Nessie, es producto de la imaginación, una leyenda o fruto de varias circunstancias, hay personas que no se dan por vencidas y que siguen convencidos de que el animal existe y hacen todo lo posible por encontrarlo.

Es el caso de Ronald Mackenzie, que lleva años navegando por el lago y que ahora conduce un catamarán turístico que los recorre. Mackenzie se encontraba en uno de los recorridos turísticos cuando, de regreso, el sónar capó una extraña imagen. Una especie de masa de 10 metros de longitud y que estaba ubicada a 170 metros de profundidad, lo que es la evidencia “más convincente” de que la criatura realmente existe.

Mackenzie, de 49 años, explicó que "estábamos a mitad de camino de Invermoriston y giramos. El agua tiene 190 metros de profundidad en esa zona. Los turistas estaban bastante emocionados porque acabábamos de ver un águila marina, pero luego vi en el sónar algo más llamativo. “Estaba justo en el medio del lago, a unos 170 metros de profundidad. Era grande, medía al menos 10 metros. La señal se mantuvo durante 10 segundos, mientras pasábamos por encima, y después desapareció. He estado en el lago desde que tenía 16 años y nunca había visto algo así”.

"Tenemos un sónar real de última generación en el barco. No miente. Captura lo que hay. Todos los puntos más cercanos a la superficie son cardúmenes de trucha ártica y más abajo hay truchas ferox, por lo que te da una buena idea del tamaño de esta gran forma de media luna. Creo que hay algo en el lago que nadie sabe qué es, ya sea una gran anguila o un esturión o un pez grande de algún tipo, o incluso Nessie”, indicó.

Según publica el diario “Daily Record”, el experto en sonar Craig Wallace dijo que la imagen era “100 por 100 genuina”, pero matizó que podría tratarse de algún tipo de pez: "Creo que el esturión grande sí entra al lago Ness. Puede ser un esturión o un pequeño banco de peces. Pero sin duda es un contacto fascinante e interesante y sin duda se suma al debate sobre Nessie”.

El experto en avistamientos de “Nessie”, Steve Feltham, describió la imagen del sonar como la evidencia “más convincente” que había visto de que la criatura legendaria realmente existía. “Es muy emocionante. Conozco a Ronald Mackenzie desde hace 30 años. Es un chico que no busca publicidad y se aleja de las fantasiosas teorías de Nessie. No es alguien que influenciable, que crea en esas cosas sin tener pruebas, pero a los siete minutos de recibir el contacto del sónar me envió un mensaje. Definitivamente creo que Nessie es un animal. Creo que nos estamos acercando a encontrar la respuesta”, añadió.

No es la primera vez que un sónar detecta lo que podía ser a señal del legendario animal. De hecho, hace cuatro años un robot encontró al único monstruo que de se ha podido acreditar que ha estado en el lago. se trataba del creado por Billy Wilder hace 46 años para el rodaje de la película “La vida privada de Sherlock Holmes”. Un grupo de Científicos que inspeccionaban el fondo del Lago Ness encontraron la silueta de un monstruo de diez metros de longitud, pero en realidad era el falso animal que se utilizó en la cinta de Wilder.

Los ingenieros de la empresa noruega Kongsberg Maritime detectaron el objeto a 180 metros de profundidad cuando guiaban un robot submarino a través de las profundas aguas del lago, cuyo fondo todavía no se ha cartografiado por completo debido a las dificultades que presenta el escarpado terreno.

Ocho avistamientos, pero uno de 10 minutos

En lo que va de año, se han registrado ocho posibles avistamientos de “Nessie”. La más llamativa fue la de una norteamericana, que afirmó que pudo ver a la criatura durante 10 minutos a través de una cámara web. Kalynn Wangle, de 27 años y residente en Oregón. Su afición le lleva a pasar horas delante del ordenador, conectada a una webcam instalada en la Bahía de Urquhart. Esta era la segunda vez que Wangle podía ver a la bestia y la que más duró. Según confesó, Nessi estuvo 10 minutos en la superficie. Al principio apareció como un punto negro en la superficie, pero pronto comenzó a moverse hacia la izquierda a través de la bahía y sumergiéndose en las frías aguas del lago.

Wangle explicó que esta era la segunda vez que podía ver a Nessie. La primera se produjo el 10 de abril y duró unos 7 minutos. Un supuesto vídeo grabado de la webcam muestra al monstruo sumergiéndose y volviendo a emerger a lo largo de la Bahía de Urquhart. "Se acerca a la orilla, cambia constantemente de rumbo y salpica. No es un bote, ya que solo aparece en medio del lago. También parece ser bastante grande. Este segundo avistamiento muestra claramente un objeto negro que se mueve a través del lago de derecha a izquierda. “El objeto cambia de forma, pasa bajo el agua y vuelve a subir. Las salpicaduras también parecen ser visibles”, indicó.

Una leyenda milenaria que cogió fuerza hace 200 años

El monstruo del lago Ness fue “visto” por primera vez en el año 565. Así lo refleja la biografía del monje irlandés San Columba, que mencionaba a una “bestia de agua” gigante que arrastraba a un hombre a la muerte en el río Ness de Escocia. Sin embargo, Nessie pasó casi desapercibida hasta 1933 después de que se construyera una carretera a lo largo del lago, lo que lo hacía estar mucho menos aislado. En cuestión de meses, varias personas se presentaron alegando haber visto una bestia gigante acechando cerca del agua.

A día de hoy, se han reportado más de 1.500 avistamientos. De hecho, es raro el año en el que no se produce uno o varios avisos de la presencia de un reptil de cuello largo asomando por las aguas del lago. Excepto en 2013, año en el que nada se supo de Nessie.

Ha habido cientos de estudios sobre este mítico animal, pero la última ha recabado toda la información y estadísticas relacionadas con monstruo desde principios del siglo XIX. Los primeros supuestos avistamientos hablaban de que se trataba de un monstruo marino en forma de serpiente. Pero hubo un momento que lo cambió todo y que generó el cambio del imaginario colectivo. La revolución llegó con los primeros descubrimientos de fósiles de dinosaurios y reptiles, pero sobre todo con las exhibiciones de estos restos en los museos de distintos puntos de Gran Bretaña. Entre esos descubrimientos hubo uno el de los plesiosaurios de cuello largo, que vivieron hace más de 66 millones de años, y que influyó en las versiones de los avistamientos que se notificaron a partir de ese momento, que pasaron a hablar de un reptil monstruoso, con un cuello enorme.

Charles Paxton, de la Universidad de Saint Andrews, y el paleontólogo Darren Naish, de la Universidad de Southampton, han utilizado técnicas estadísticas para extraer conclusiones de los informes de monstruos marinos que datan de 1801. El dúo repasó 1.688 informes históricos, incluidos testimonios de primera mano, diarios y libros, que cubrieron 1.543 supuestos avistamientos. Descartados los avistamientos que eran engaños obvios, encontraron un patrón común que comenzó a principios del siglo XIX, la mayoría de las criaturas marinas avistadas tenían el cuello largo.

Los supuestos avistamientos de criaturas marinas comenzaron en el 1800, pero en los primeros años solo el 10% de todos los casos registrados describían monstruos con cuellos largos como plesiosaurios. Sin embargo, la cifra aumentó al 50 por ciento en la década de 1930. Con estos datos, los investigadores sugieren que la “dinomanía” había disparado la imaginación del público de tal manera que se creó una especia de “ilusión colectiva”. De ahí que cualquier forma inexplicable que se viera en las aguas del Lago Ness se atribuiría a un dinosaurio.

Y es que ha habido todo tipo de hipótesis sobre el monstruo. Algunos investigadores llegaron a la conclusión de que la siempre escurridiza “Nessie”, nombre con el que se bautizó a la bestia marina, podría ser un plesiosaurio, un tipo de reptil marino cuyo primer esqueleto completo fue descubierto en Lyme Regis en 1823. El monstruo supuestamente sobrevivió al impacto de los asteroides que acabó a los dinosaurios, según sostenían algunos pseudocientíficos, que argumentaban que se refugió en las profundidades del lago para poder sobrevivir.

Otros vinculan sus apariciones con los movimientos sísmicos de la zona. El Lago Ness es la mayor masa de agua de la falla geológica Gran Glen. El geólogo italiano Luigi Piccardi, investigador especializado en estudiar los vínculos entre geología y mitología, explica que los fenómenos sísmicos de la falla que liberan gas en el fondo del lago podrían ser los causantes de las olas y las burbujas que se asocian siempre a la presencia de Nessie.

La explicación más plausible

El grupo de científicos de Nueva Zelanda que se propuso acabar con las especulaciones sobre la posible existencia de un gran monstruo marino en el lago Ness (Escocia) hizo público hace un año un informe con el resultado de las más de 500 millones de secuencias de ADN detectadas en las 250 muestras tomadas del lago escocés, a 227 metros de profundidad. En un primer momento barajaban cuatro posibles teorías y dijeron que ninguna les parecía plausible. Ahora, el profesor Neil Gemmell, de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, ha hecho públicos los resultados de los análisis y descartan de pleno que Nessy pudiera tratarse de un dinosaurio. En las muestras detectaron piel, escamas, plumas, pelaje, heces y orina. El análisis detallado de las muestras acaban con 200 años de teóricos avistamientos de grandes monstruos marinos de cuello largo.

En cambio, consideran más plausible la posibilidad de que se trate de una anguila gigante.

Sea cual sea la explicación real, “Nessie” seguirá generando expectación entre los curiosos u seguirá alimentando a los habitantes de la zona, a la que cada año acuden miles de personas para poder comprobar en persona si la leyenda es cierta o no.