Coronavirus

Qué es y cómo funciona el “semáforo epidemiológico” de la UE

Los Veintisiete establecen un código de colores para identificar los diferentes niveles de riesgo por coronavirus en los Estados miembros. Te explicamos en qué consiste

Semáforo
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Los Veintisiete países que conforman la Unión Europea lograron un acuerdo para establecer un código de colores para identificar los diferentes niveles de riesgo por coronavirus, un ‘semáforo’ que clasificará las regiones como verde, naranja o rojo, pero no han logrado consensuar qué medidas restrictivas deben aplicarse en cada una de estas zonas.

Este “semáforo epidemiológico” estará controlado por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (EDCD) quien deberá elaborar el mapa y actualizarlo semanalmente, a partir de la información que proporcionen los Estados miembros, a los que se pide que faciliten datos a nivel regional en la medida de lo posible.

- Verde: Así las cosas, aparecerán coloreadas de verde las regiones con menos de 25 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días y el índice de test positivos está por debajo del 4%, unas condiciones que en este momento no se dan en ninguna de las comunidades autónomas españolas.

- Naranja: Como regiones naranjas aparecerán aquellas con menos de 50 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días si el índice de positivos es igual o mayor al 4% o bien aquellas con la tasa de contagios entre 25 y 150 nuevos casos por cada 100.000 habitantes pero con un índice de positivos menor al 4%.

- Rojo: Finalmente, el color rojo se reservará para las situaciones más críticas, es decir, aquellas zonas en las que los nuevos contagios superen los 50 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días y el porcentaje de test positivos supere el 4% o bien siempre que el número de nuevos casos notificados sea superior a 150 por 100.000 habitantes.

Se ha previsto además el color gris para identificar aquellas regiones que no hayan ofrecido información suficiente para determinar su situación epidemiológica o si el nivel de test es menor a 300 realizados por cada 100.000 habitantes.

De acuerdo a lo pactado, los Estados miembros no deberán poner trabas al desplazamiento de ciudadanos entre zonas verdes y deberán “respetar las diferencias de la situación epidemiológica entre las zonas naranja y roja” y actuar de manera “proporcionada”, pero han evitado establecer medidas específicas para aquellas zonas de riesgo medio o elevado, como podrían ser la realización de test o la aplicación de cuarentenas.

Con ello, los Estados miembro se reservan la máxima flexibilidad para poder decidir en cada momento y en base a sus estrategias nacionales qué medidas aplicar en su territorio o qué condiciones exigir a los viajeros que reciben desde zonas en las que la pandemia tiene mayor prevalencia.

La última oferta de compromiso presentada a los embajadores en Bruselas logró un “amplio apoyo” por parte de las delegaciones, lo que permitirá elevar el pacto al próximo Consejo de Asuntos Generales de la UE para su adopción formal el próximo martes. Esta mayoría, sin embargo, se ha formado sin el apoyo de media docena de países que se han abstenido o posicionado en contra del texto final.

España finalmente se sumó a la mayoría de países que sí han dado su apoyo al texto, a pesar de que durante la negociación pidió ir más allá en las medidas para cada zona y abogó por priorizar los test diagnósticos sobre las cuarentenas, una referencia que ha desaparecido del texto definitivo.