Medio ambiente
La primavera, periodo crucial para la caza
La primavera es la estación que define el futuro de las poblaciones cinegéticas.
Con la llegada de la primavera los días se alargan y anochece cada vez más tarde. Durante la primavera la luz solar aumenta dos horas y media lo que se traduce en un cambio climático considerable. Conforme las temperaturas aumentan llegan las aves migratorias, aparecen los insectos y los reptiles, las flores cubren los campos y en general se produce una eclosión de vida. Se suelen alternar días soleados y calurosos con días fríos y lluviosos. Las heladas aún están presentes hasta bien entrada la primavera. Esta estación tan cambiante coincide con el periodo de cría de la mayoría de las especies cinegéticas que pueblan la península. Es entonces cuando a la península llegan las codornices y las tórtolas que vienen huyendo de los calores africanos, pero también es la estación en la que los gansos y patos nos abandonan buscando un ambiente más frío hacia el norte donde acabaran anidando.
Los animales que pueblan los campos ajustan sus periodos de cría no solo a las condiciones ambientales si no también a la disponibilidad de alimento. Refranes como “abril y mayo componen todo el año” o “abril llovedero, llena el granero” hablan de la importancia que tiene la primavera y sus lluvias para las cosechas agrícolas. No obstante, los intereses de la agricultura chocan frontalmente con los intereses propios de la fauna silvestre. El principal objetivo del agricultor es obtener el mayor rendimiento de sus cultivos y por lo tanto el mayor beneficio posible. Los animales por su parte, encuentran el refugio y alimento que necesitan en los cultivos. De ahí, que aves como la codorniz o la perdiz roja ajustan la puesta, eclosión y cría de los pollos con la maduración de los cultivos. Así ocurre que cuando se cosechan los campos, la mayoría de las aves se encuentran durante el nacimiento y la atención de los pollitos recién nacidos.
Una cosecha tardía propiciada por una primavera lluviosa y de temperaturas suaves beneficiará la cría de estos animales. Si, por el contrario, la primavera se presenta calurosa y seca los cultivos se verán mermados y su cosecha se adelantará enormemente dificultando enormemente la cría y desarrollo de los animales silvestres.
Las codornices son posiblemente los animales que más influenciados se vean por la estación primaveral. Esta especie migratoria llega desde África a los campos de la península ibérica a comienzos de la primavera para criar sus polladas y pasar la época estival en nuestras latitudes hasta que a finales del verano retoman su viaje hacia el sur para pasar el invierno en zonas más cálidas llegando incluso al sur del Sahara. Al ser un ave migratoria está condicionada totalmente por la situación climática por lo que unas cosechas tempranas arruinarán su cría y darán lugar a una nefasta media veda para los cazadores.
Existen ciertas medidas a tomar durante la primavera para beneficiar la cría de estos animales:
1. Hacer uso de los abonos inorgánicos durante los días lluviosos o extenderlos en los días previos a anunciadas lluvias con el objetivos de reducir su tiempo de permanencia en el suelo sin disolver. De este modo se evita su ingesta por la fauna eludiendo así los efectos tan desfavorables de envenenamiento y esterilización que la ingesta de estos productos les produce.
2. Retrasar al máximo la cosecha.
3. No cosechar de noche ya que los animales tienen dificultada la huida.
4. Cosechar desde el interior de la parcela hacia el exterior para dejar huir a los animales
5. Dejar una franja ecológica de 1 metro de ancho como mínimo sin cosechar en todo el perímetro de la parcela. Dejar esta banda sin administrar herbicidas ya que reduce la diversidad de plantas y por lo tanto de alimento para las especies cinegéticas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar