A Tu Salud

Efectos adversos

¿Te ha salido un bulto en la axila o el cuello post- vacunación? Estas son las causas

La inflamación de los ganglios linfáticos es una de las diez reacciones más comunes a las vacunas de ARNm. Desaparece a los pocos días y es inofensiva.

Varios jóvenes esperan, este martes en el Auditori de Castelló, su turno para recibir la primera dosis de la vacuna.
Varios jóvenes esperan, este martes en el Auditori de Castelló, su turno para recibir la primera dosis de la vacuna.Domenech CastellóEFE

Si has notado un pequeño bulto o “bolita” que se mueve al tocarla en la zona de la axila, la clavícula y el cuello con posterioridad a haber recibido alguna de las dos dosis del suero de Pfizer o de Moderna, no debes asustarte. Se trata de un efecto adverso muy común a las vacunas de ARNm, que no comporta ningún riesgo para la salud y que suele aparecer entre el segundo y el séptimo día después del pinchazo.

Esta pequeña inflamación de los ganglios linfáticos recibe el nombre de adenopatía o linfadenopatía y, hasta el 30 de mayo, se habían notificado en España 976 casos, un 8% del total de reacciones comunicadas sobre Comirnaty y Moderna. Se produce como reacción del organismo ante el proceso de inmunización, y desaparece a los pocos días. Casi siempre antes de tres semanas, aunque la inflamación puede permanecer durante seis semanas.

Los ganglios son parte del sistema linfático, que tiene como una de sus funciones principales proteger al cuerpo de infecciones. Estos ganglios actúan como filtros atrapando virus y bacterias antes de que afecten a otras partes del cuerpo.

En el caso de los sueros de ARNm, los especialistas señalan que lo que ocurre es que, como se inyecta en el antebrazo, la información genética va también al ganglio normalmente más cercano y provoca esa reacción inflamatoria. Además, es un efecto que es más frecuente en jóvenes, ya que su sistema inmunitario es más potente o reactivo.

La relación de las linfadenopatías con algunas enfermedades causadas por virus o bacterias es ampliamente conocida. Desde la hepatitis al sarampión, la rubéola o la gripe, pasando por la brucelosis, la tuberculosis, la peste, la difteria o la mononucleosis.