Aumento de casos
Cerco total a los no vacunados
Europa acelera sus planes de vacunación centrándose en los colectivos que no han podido o querido inocularse con advertencias de ser confinados en Navidad
El canciller de Austria, Alexander Schallenberg, advirtió ayer de que confinar a los no vacunados contra la covid es «probablemente inevitable», en pleno empeoramiento de la situación de la pandemia en el país europeo. Schallenberg alertó de que el invierno y la Navidad serán «incómodos» para los que se niegan a inyectarse el inmunizador contra la enfermedad, al tiempo que ha rechazado la posibilidad de confinar también a los que sí se han vacunado. En Rusia, que ayer registró por segundo día consecutivo un récord de muertes diarias por covid-19 con 1.239 fallecimientos, en 12 de las 85 regiones del país hay reservas de oxígeno solo para 24 horas, así que las autoridades sanitarias adelantan una «postura más firme» en la campaña de vacunación en una muestra de apoyo a la decisión de las autoridades de San Petersburgo de vacunar de manera obligatoria a los mayores de 60 años y a las personas con enfermedades crónicas.
En Alemania, el Instituto Robert Koch (RKI) de virología comunicó ayer un nuevo récord absoluto en la pandemia al registrar en las últimas 24 horas un total de 50.196 nuevas infecciones y una incidencia semanal de 249,1 casos por 100.000 habitantes, con una tasa de vacunación que sigue prácticamente estancada por debajo del 70 %; hasta el martes, el 69,8 % de la población de Alemania había sido vacunada, el 67,3 % con la pauta completa. Olaf Scholz, previsible futuro canciller alemán, recordó que mucha gente no ha querido ir a vacunarse, por lo que es importante no abandonar los esfuerzos por acelerar la campaña de vacunación. «Lo más importante es no cesar en el esfuerzo porque se vacune más gente. Muchos alemanes no están convencidos y tenemos que lanzar una gran campaña para que más gente se vacune», reclamó.
Otro ejemplo es Bulgaria, que solicitó a la Unión Europea que active el mecanismo de protección civil para recibir equipos y suministro con los que hacer frente al repunte de casos, que se mantiene en niveles máximos en el país del bloque con la peor tasa de vacunación: solo 1,5 de los casi 7 millones de habitantes del país han completado la pauta de vacunación. En el último día se han administrado menos de 17.400 dosis, según los datos oficiales. Y en Rumanía, numerosos hospitales continúan colapsados o al límite de sus capacidades, lo que ha obligado a trasladar a decenas de pacientes a otros países y a suspender las hospitalizaciones no urgentes. Menos de un tercio de la población rumana ha recibido la pauta completa de una vacuna, con lo que Rumanía es el segundo país menos vacunado de la EU, solo por delante de Bulgaria.
Para luchar contra estos graves problemas respecto a la pandemia se acelera en el mundo la inmunización con una tercera dosis. Al menos 26 países han comenzado ya a administrar dosis adicionales. En total, ya son más de 36 millones de personas las que han recibido esta dosis de recuerdo.
En España, el 7 de septiembre la Comisión de Salud Pública aprobó la administración de una tercera dosis a personas inmunodeprimidas. Y el 16 de ese mes amplió este grupo de personas añadiendo a pacientes con determinadas condiciones médicas y a residentes en centros de mayores.
En relación con la población, el país que más dosis adicionales ha administrado es Israel, que ya ha inoculado esta dosis de recuerdo al 42,1% de su población después de permitir que se la inoculen todos los israelíes con la pauta completa desde hace, al menos, cinco meses. En el caso de Estados Unidos, las condiciones para recibir esta dosis adicional de la vacuna contra la covid son más amplias. Pueden recibir la tercera dosis de la vacuna de Pfizer los mayores de 65 años, los mayores de edad en riesgo de salud o especialmente expuestos a la covid. Así, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió esta tercera dosis el pasado 27 de septiembre.
En la también lejana Turquía se comenzó a inocular la dosis de refuerzo a personas mayores de 60 años y personal médico.
Emmanuel Macron habló hace dos días a los franceses para advertirles que la incidencia semanal aumentó un 40% por lo que había decidido que la tercera dosis será obligatoria para las personas mayores de 65 años, y amplía su administración para los mayores de 50 a partir de diciembre. También para este mes el ministro de Salud, Roberto Speranza, espera iniciar el suministro de una tercera dosis de la vacuna a personas entre 40 y 60 años.
En Irlanda desde el pasado sábado día 9 se administran vacunas de refuerzo a unos 270.000 sanitarios de primera línea. El titular de Sanidad, Stephen Donnelly, decidió que los profesionales recibieran dosis de uno de los dos preparados RNA (Pfizer o Moderna), en torno a seis meses después de completar la pauta original.
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