La Palma registra un terremoto de magnitud 5

El volcán situado en Cumbre Vieja sigue sin dar tregua a los palmeros. Cuando parece que todos los puntos de emisión de gases, ceniza, tremor y demás parámetros comienzan a descender, algo cambia y genera que el volcán se vuelva de nuevo más dañino, explosivo y arrase sin perdón nuevos territorios, dejando nuevos agujeros en el corazón de la población de La Palma.

Los últimos acontecimientos han dejado sin palabras a la población: nuevos centros de emisión, fisuras que se abren y expulsan grandes cantidades de lava durante un día y se vuelven inactivas; nuevas coladas que amenazan otros territorios y altos niveles de dióxido de azufre que desconciertan incluso hasta a los científicos. Muchos ya aseguran que este volcán supere al más largo que ha registrado la isla: el volcán de Tehuya con una duración de 84 días. Recordemos que este ya va por la jornada número 71 y tras los últimos acontecimientos, no se visualiza un final pronto y cercano.

Un seísmo sentido en el norte

Durante la mañana de hoy lunes, se ha registrado un terremoto de magnitud 5 sentido por gran parte de la población de La Palma. Muchos aseguran que ha sido un sismo de larga duración y sentido por varias personas de la zona norte de la isla. A unos 35 kilómetros de profundidad, le han seguido una serie de sismos, menos sentidos, pero a una corta profundidad de apenas 10 kilómetros. Según los científicos este tipo de eventos entra dentro de “un proceso normal y natural en las erupciones volcánicas de Canarias”, pero para muchos palmeros y palmeras esta frase empieza a ser desesperante y frustrante en todos los sentidos.

La nueva colada que emana de los centros de emisión abiertos en el sector noreste del cono principal, nos está dejando momentos tan amenazantes como el de la imagen que acompaña esta noticia, donde parece amagar con dirigirse a la zona de la rotonda de Tajuya. Este mediodía la lava ya había cruzado la carretera de Tacande LP-212 y actualmente se encuentra sobre la estación eléctrica ubicada encima del Callejón de La Gata, a razón de 6 metros por minuto, más de 300 metros por hora, de velocidad.

Al salir del punto de emisión la lava avanza con gran velocidad y luego fluye entre la superficie y tubos lávicos con dirección hacia el ya sepultado polígono industrial del Callejón de La Gata. En este punto parece ganar viscosidad y una altura de entre 1 y 3 metros, por lo que se ralentiza.

Si los nombres de Todoque o La Laguna han dado la vuelta al mundo durante las once semanas de erupción por su triste destino, Tajuya ha sido la casa de centenares de miles de medios de comunicación, científicos, personal de la emergencia y visitantes que se han subido a su mirador para observar desde un lugar seguro esa vista privilegiada que aguarda este barrio de El Paso.

Hoy Tajuya mira al volcán con respeto. Todo el respeto que impone una colada que avanza montaña abajo, sin saber si habrá un desvío desafortunado o si continuará su camino hacia lo que ya ha devorado el magma. En el peor de los casos, si la colada continúa discurriendo en dirección hacia la, ya hoy famosa rotonda de Tajuya y Mirador donde se conglomeran todo tipo de visitantes, turistas, medios de comunicación e incluso vecinos afectados, arrasaría con este espacio, incluso con lo que queda en pie del barrio de La Laguna y comenzaría a amenazar a otros lugares de Los Llanos de Aridane.

Ensanchamiento de la colada

Lo ideal sería que se adheriera a antiguas coladas, lo que parece que está ocurriendo, pero lo que también significa que se produzca un ensanchamiento y nuevos territorios afectados. Según las informaciones que el Comité Director del Pevolca ha proporcionado hoy en la habitual rueda de prensa, se informa que el dióxido de azufre alcanzó ayer niveles muy altos en Los Llanos de Aridane y Tazacorte. Actualmente, los valores se encuentran en parámetros buenos en toda la zona de El Valle. Los científicos aseguran que la nueva colada que surgió al noroeste del cono fluye ahora con mayor lentitud y se espera que se frene por completo o que se adhiera a la colada que se encuentra al norte de la montaña de La Laguna, denominada por la Unidad Militar de Emergencias (UME) colada 8.

En cuanto al terreno afectado por las coladas de lava, la cifra asciende a 1.115,82 hectáreas. Ambos deltas lávicos no han registrado crecimientos de magnitud: uno se mantiene en 43 hectáreas y el último en 5 hectáreas. En cuanto a las personas desalojadas, la cifra asciende a 528 albergados divididos entre los hoteles disponibles en La Palma. Se mantiene la cifra de 43 personas dependientes alojadas en centros sociosanitarios de la isla.