Crimen de Llanes

La reacción de la amante de Ardines tras conocer la sentencia de su marido

Katia Blanco ha cambiado su foto de perfil de WhatsApp mostrando apoyo a su pareja

Pedro Luis Nieva, uno de los cuatro condenaos por la muerte del concejal de IU de Llanes, Javier Ardines
Pedro Luis Nieva, uno de los cuatro condenaos por la muerte del concejal de IU de Llanes, Javier ArdinesEUROPA PRESSEUROPA PRESS

Pedro Luis Nieva Abaigar confirmó ayer el peor de sus presagios: el jurado popular le consideró culpable de inducir el asesinato de Javier Ardines, concejal de IU en Llanes y amante de su mujer. Pocos minutos antes de las 18:00 horas de ayer, el portavoz del jurado popular leyó durante más de una hora todas las pruebas practicadas en el juicio que habían tenido en cuenta para considerar “probados” los hechos que eran objeto de preguntas del veredicto. Así, contestaron por unanimidad a todas las cuestiones y determinaron que Pedro, fruto del “odio y rencor” que profesaba a Javier Ardines tras conocer que mantenía una relación con su mujer, Katia Blanco, decidió acabar con la vida de éste en verano de 2018.

El encargo

Aunque Pedro confirmó sus sospechas en el puente de la Constitución de 2017, hace ahora un año, no fue hasta el verano siguiente, cuando vio que Katia volvía a veranear a Llanes y ante el temor de que volviera a tener encuentros con Ardines, cuando encargó su muerte. Lo hizo gracias a la mediación de su amigo Jesús Muguruza, un tipo al que había dado trabajo en alguna ocasión y que también cobró por el encargo. Éste contactó con un argelino, Djilali Benatia, y los tres se reunieron para acordar las condiciones del encargo. El 27 de julio de 2018 viajaron los tres a Belmonte de Pría, donde Pedro le enseñó a Djilali la casa de Ardines y el camino por el que salía todas las mañanas, lugar idóneo para preparar una emboscada. Djilali se buscó a un compañero, Maamar Kelii, e intentaron cometer el asalto el 1 de agosto de aquel año colocando una valla metálica en el camino para obligar a Ardines a bajarse del coche pero él la sorteó y el plan quedó abortado. Lo intentaron de nuevo, esta vez con tres vallas, la madrugada del 16 de agosto, cuando finalmente llevaron a cabo el encargo del asesinato.

“Si abres la boca acabarás como el otro”

Después de aquello, según explicó ayer el jurado, Muguruza le pagó a Benatia y le advirtió de que si “abría la boca” iba a acabar como “el otro”, en referencia al fallecido Ardines.

Katia Blanco, la amante del concejal y mujer del inductor del crimen, se enteró aquella mañana de que habían matado a Ardines y, consciente de que durante todo el año su marido le había estado recriminando el romance -que ella nunca le llegó a reconocer- le escribió por WhatsApp: “Pedro ¿qué has hecho?”; es decir, que dudó de él desde el primer momento, aunque ella aseguró que escribió eso porque la Guardia Civil le acababa de preguntar, aun antes del levantamiento del cadáver de Ardines, si su marido era celoso. Así lo explicó en calidad de testigo en la Audiencia Provincial de Oviedo el pasado 15 de noviembre. Aunque se mostró un tanto altiva en sus respuestas a las preguntas de la fiscal Belén Rico, Katia mantuvo la línea de defensa de su todavía marido y sostuvo, a pesar de los demoledores WhatsApp que se habían estado enviando aquel año y que obran en el sumario, que nunca se había sentido controlada ni había pensado nada raro de su marido.

La foto familiar

Las pruebas que había en contra de los cuatro acusados, como el posicionamiento de los teléfonos, las cámaras que captaron el coche de los sicarios y la “cascada de llamadas” entre ellos, así como el cambio de comportamientos tras el asesinato, han sido clave para el veredicto de culpabilidad de los cuatro. Ayer, después de hacerse público el veredicto, Katia cambió su foto de WhatsApp, donde salía ella de espaldas con un vestido de flores frente al mar, por una imagen mucho más familiar, donde aparece su marido junto a los dos hijos que tienen en común, cuando eran muy pequeños. Toda una muestra de intenciones en apoyo a su marido, que está abocado a una condena de 25 años de prisión, aunque ya lleva casi tres preventivo en la prisión de Nanclares de Oca, donde se ha dedicado a ejercer de electricista ya estudiar ADE por al UNED. Hasta ahora, recibía periódicamente la visita íntima de Katia.