Cumbre Vieja

Unas 30 familias vuelven a sus hogares después de un mes y medio evacuadas por el volcán

Varias asociaciones de vecinos denuncian sentirse apartados de las reuniones de afectados por el volcán

Presentación de la exposición solidaria "La Palma, volcán y vida", en la que colaboran 33 fotógrafos que han documentado la erupción de Cumbre Vieja
Presentación de la exposición solidaria "La Palma, volcán y vida", en la que colaboran 33 fotógrafos que han documentado la erupción de Cumbre ViejaQuique CurbeloEFE

La Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias ha informado que los vecinos y vecinas de la Calle Nicolás Brito País y zona de Las Martelas de Abajo (Los Llanos de Aridane), podrán volver a sus viviendas a partir de las 10:00 de este jueves 9 de diciembre.

El final de esta evacuación se debe “al estancamiento de la colada de lava que discurre más al Noroeste”, cuyo avance obligó a la evacuación de unas 50 viviendas en la zona comprendida”desde la LP-213 en el cruce con Camino Nicolás Brito Pais, dirección norte, hasta el cruce con Camino Martelas de Abajo. En línea diseminada, dirección suroeste, hasta el cruce de la Carretera La Laguna-Tazacorte (LP-215) con Cuesta Zapata. En Cuesta Zapata, dirección oeste, continuando por Camino Pintor Cándido Camacho Gómez hasta enlazar con Calle Ángel Santana López dirección suroeste hasta la Carretera La Costa, enlazando por el camino que se dirige al mirador de San Borondón”. El resto de zonas continúan evacuadas.

Tras un mes y medio fuera de sus viviendas, unas 30 familias afectadas por esta evacuación que se anunció el pasado 20 de octubre, podrán volver a sus casas.

Las Asociaciones de Vecinos de Las Manchas, La Bombilla, La Laguna, Todoque y El Remo, que engloba a miles de vecinos de los tres municipios del Valle de Aridane, denuncian que reiteradamente vienen siendo apartadas de las numerosas reuniones con plataformas de afectados, a las que no son invitados, convocadas por las diferentes administraciones públicas y técnicas que dirigen la emergencia de la erupción volcánica.

En un comunicado, recuerdan las asociaciones que son ellos, legalmente constituidos, los que mejor conocen los problemas que vienen ocasionando a los damnificados, con pérdida de bienes, y a los evacuados fuera de la zona de exclusión de su demarcación.

Demanda que su voz y opinión sean tenidas en cuenta. Consideran que las Asociaciones de Vecinos han estado desde hace muchos años en el día a día de cada uno de los vecinos del barrio a quien representan, asociados o no. La participación ciudadana en todo aquello que redunde en el bienestar social cuenta con la opinión de los vecinos y en este grave caso se les han dejado de lado sin ser convocados a reuniones, como representantes vecinales.

Las Asociaciones de Vecinos no están sólo para colaborar con las administraciones locales e insulares en jolgorios y eventos lúdicos culturales. En este caso y responsablemente demandan una participación directa en todas aquellas decisiones que la emergencia social va imponiendo. En estos días han proliferado las llamadas “Plataformas”, que ignoramos a quienes realmente representan, y se les ha considerado la única voz y opinión de los damnificados. Algunos, no todos, de los miembros de esas “Plataformas” realmente circulan por las vías de nuestros barrios, pero no conviven y ni tan siquiera participan de la vida del barrio.

Molesta a los asociados la referencia diaria del número de personas, no superan las 600, que se encuentran acogidas en establecimientos financiados por el Gobierno Canario y se olvidan, quizás no sepan el número exacto, de los más de 6000 que se encuentran fuera de sus domicilios afectados o han perdido su primera y única vivienda, medio de vida o empleo. Muchos de ellos lamentablemente están mal viviendo, e incluso durmiendo en un “cuarto de pileta”. Eso sí, se sienten orgullosos y agradecidos a la dirección técnica de la catástrofe el “estar todos vivos”.

Las Asociaciones de Vecinos en estos 80 días de erupción se han convertido en una cadena humana de solidaridad entre los vecinos afectados que reconocen los rostros y escuchan la voz próxima de sus representantes ante los problemas que van surgiendo diariamente, y son muchísimos y varios. Después de tantos días, con sus largas noches, las Asociaciones han detectado que la angustia ya ha hecho mella en las personas, de todas las edades, que deambulan su incertidumbre por toda la geografía de La Palma y fuera de ella. Sinceramente demandan y agradecen un abrazo y una voz de consuelo, ya están cansados de palabras y promesas. Ante la falta de una adecuada red de comunicación, con los más de 6000 afectados, las Asociaciones de Vecinos cuentan con una red de intercambio de información humana con los vecinos. En algunos casos desde las Asociaciones se les informa directamente de la canalización de solicitud de ayudas, derechos y otros. Ha llegado el momento que las administraciones responsables de la emergencia pública asuman las demandas vecinales que portan las Asociaciones de Vecinos y sean oídas en sus justas reivindicaciones.

Excursiones ilegales a la zona de exclusión

Agentes de la Guardia Civil pertenecientes a diversas unidades del Cuerpo han identificado y denunciado por infracción muy grave a un ciudadano extranjero dedicado a organizar excursiones con grupos de personas para entrar en zona restringida por diferentes caminos/senderos y ver el volcán desde una zona no permitida, incumpliendo así las normas establecidas al respecto.

Los hechos ocurrieron durante los servicios de prevención que los agentes de la Guardia Civil vienen realizando en los diversos accesos a las zonas restringidas con el objetivo de garantizar la seguridad de todos los ciudadanos desde el inicio de la emergencia, más concretamente cuando sorprendieron a cuatro excursionistas que se encontraban dentro de zona de exclusión.

Tras ser identificados y durante el transcurso de la conversación que los agentes de la Guardia Civil mantuvieron con los mismos, uno de estos reconoció ser el organizador de ese tipo de excursiones, por las cuales cobraba una cantidad de dinero.