Erupción en La Palma

Primeras pruebas para retirar la lava del volcán de los bordes de las coladas

La temperatura de las coladas sigue sobrepasando los 300 grados en su interior

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Aunque en superficie el termómetro y las imágenes de infrarrojo muestran que se supera solo los 40 grados, las coladas siguen calientes en su interior, con temperaturas en algunas zonas que sobrepasan los 300 grados centígrados, según confirma el investigador Stavros Melitlidis, del Instituto Geográfico Nacional (IGN).

Todo depende de la altura que alcanza el campo de coladas, que llega a ser de hasta 80 metros en zonas altas. Pero desde el Pevolca se avanzó ayer que se está planificando una intervención, a modo de prueba, para movilizar o retirar material en algunas zonas de coladas, presumiblemente en los bordes en donde menos espesor existe, en la parte baja del Valle de Aridane.

Estas pruebas se iniciarán la próxima semana con todas las precauciones en cuanto a esas temperaturas y la posible presencia de gases. Si se observan las imágenes de zonas con aperturas que permiten ver el interior del campo de coladas, con tubos volcánicos o jameos, se observan puntos incandescentes aún que demuestran la presencia de material lávico aún en el interior.

En cualquier caso, la idea es poder plantear un punto de partida para la recuperación de espacios y servicios, dentro de lo que se considera como Plan de Reconstrucción de las zonas afectadas por el volcán de La Palma. Para ello, es premisa que el Comité Científico certifique este sábado 25 de diciembre, dentro de dos días, el fin del proceso eruptivo y por tanto que se den las condiciones necesarias de seguridad para poder actuar con cierta fiabilidad.

Así lo explicó el portavoz del Comité Director, Francisco Prieto, tras explicar que se habían estado monitorizando datos y analizando imágenes térmicas que fueron captadas por drones estos días en zonas de coladas altas y bajas. La portavoz del equipo científico, Carmen López, aclaró al respecto que lo más sorprendente desde el punto de vista de impacto en las zonas de afección ha sido “la cantidad de materiales que ha expulsado el volcán, además de los gases emitidos”.

La intención de las instituciones, mostrada a través del Pevolca, es poder iniciar los trabajos a la mayor brevedad, siempre con las condiciones necesarias de seguridad. En cualquier caso, Prieto recordó en la rueda de prensa que la situación de emergencia continuará después de la finalización de la erupción, debido a la alta temperatura de la lava, la presencia de gases y la necesidad de rehabilitar los servicios.

Se han cumplido 101 días desde que se activó la alerta volcánica, 95 desde el comienzo de la erupción y siete desde que los científicos del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por riesgo volcánico en Canarias (Pevolca), tras verificar la falta de señales, establecieron un plazo de diez días de calma para declarar extinguida esta erupción, la más larga de las conocidas en La Palma en tiempos históricos.

La portavoz del comité científico del Pevolca, Carmen López, ha facilitado este jueves el parte diario sobre el volcán de La Palma, aún sin nombre, para corroborar que no hay signos que lleven a pensar en una reactivación eruptiva, aunque de momento se sigue sin dar por descartada la posibilidad de un nuevo repunte. Entre los parámetros medidos, solamente se mantiene la deformación del terreno detectada el 19 de diciembre en una de las estaciones situada cerca del cono eruptivo, que no ha revertido del todo.

El resto de parámetros continúa como en los últimos días: escasa sismicidad, con magnitudes inferiores a 3, niveles bajos de dióxido de azufre y ausencia de tremor. La calidad del aire en el Valle de Aridane está en niveles buenos, tanto en presencia de dióxido de azufre como de partículas inferiores a diez micras (PM-10).

Aunque se dé por finalizada la erupción dentro de dos días, se mantendrá la situación de emergencia hasta que concluya el enfriamiento de la lava, la emisión de gases y la recuperación de servicios esenciales, explicó el portavoz del comité técnico del Pevolca Francisco Prieto. Detalló que se ha hecho un vuelo para realizar un nuevo modelo digital del terreno y obtener datos más precisos sobre la cantidad de lava y cenizas emitidas por este volcán.

Los últimos datos, de hace unas semanas, indican que el volcán había expulsado 160 millones de metros cúbicos de lava y 20 millones de metros cúbicos de tefra (cenizas). La monitorización con cámaras térmicas indica que aún hay zonas calientes de lava dentro de las coladas, sobre todo en la parte interior, que es donde más espesor han alcanzado, con alturas que superan los 40 o 50 metros en algunos puntos.