Tráfico
Un holandés tiene la culpa de que te lleguen tantas multas
Maurice Gatsonides inventó el primer radar de velocidad. Aunque nunca lo desarrolló para sancionar el exceso de velocidad... sino más bien para todo lo contrario
En España hay alrededor de 2.500 radares de velocidad, entre fijos y móviles; que mantienen el ojo siempre puesto sobre el velocímetro de nuestros vehículos... vigilando que nadie se pase de la raya. Y quién lo haga... tiene premio. Pero, ¿Quién es el culpable de que esto sea así?
Su nombre era Maurice Gatsonides. Nació en el año 1911 en las Indias Orientales Holandeses (ahora Indonesia), donde su padre estaba destinado como diplomático. Desde muy joven empezó a obsesionarse por la competición y por el mundo del motor. Ya de vuelta en Holanda, empezó a trabajar como piloto comercial de la compañía KLM; pero no tardó mucho en renunciar a su puesto de trabajo para montar su propio negocio: una fabrica de motores.
Tristemente, empezó la Segunda Guerra Mundial y se vio en la obligación de pivotar en su modelo de negocio. Durante el conflicto, utilizó sus conocimientos de ingeniería para diseñar motores de carbón y de gas, para que la exigencia de gasolina de las máquinas de guerra no paralizase la actividad civil de los vehículos particulares y comerciales.
Con la paz, Maus (que así se le conocía en el mundillo de las carreras)volvió a la competición. Su meticulosidad y su obcecación por controlar todo lo que ocurría dentro de la pista le permitió hacerse con multitud de trofeos. Y es que, lo que distinguía a Maurice Gatsonides era que invertía una cantidad inusitada de tiempo y recursos en mejorar continuamente sus marcas.
Tanto es así, que llegó incluso a fabricarse su propio automóvil de carreras: el ‘Gatso 1500 Sport’, también conocido como “Platje”. Pero no solo eso, también empezó a desarrollar nuevas técnicas para medir la velocidad y para controlar la postura con la que el coche entraba en los diferentes tramos del circuito. Finalmente, aquella obsesión por hacer la “carrera perfecta” le convirtió en el campeón del Rally de Montecarlo del año 1953.
Tras varios intentos, llegó a la conclusión de que la forma ideal de conocer al milímetro la velocidad de su coche, era aprovecharse del efecto Doppler. Que es el fenómeno físico que hace que percibamos de distinta manera un sonido cuando se acerca y cuando se aleja... pese a que este sea el mismo en una u otra posición.
Así, mediante un disparador automático y una cámara fotográfica, desarrolló la herramienta perfecta para el entrenamiento de cualquier piloto de carreras. Con este aparato podía conocer no solo la velocidad que tenía el coche en un momento determinado, sino que también tenía a su disposición una instantánea que le permitiría corregir el giro con el que entraba en las curvas.
Finalmente, patentó su invento en el año 1958 con el nombre de ‘Gatsometer’. Sin embargo, al igual que le había ocurrido a Robert Oppenheimer y a Alfred Nobel,su invento se acabó utilizando para una finalidad muy diferente a la que él había imaginado en un primer momento.
Las autoridades de tráfico encontraron una aplicación diametralmente opuesta para el radar de velocidad. Y en vez de servir para alentar a los amantes de la velocidad, sirvió -más bien- para sancionarlos. Lo que convirtió a Maus Gatsonides en el enemigo número uno de muchos conductores.
✕
Accede a tu cuenta para comentar