Adiestramiento

Estas son las cosas que cualquier perro debe aprender para ser feliz

Hay unos comportamientos, unas órdenes y unas actitudes que sí son absolutamente imprescindibles para que el perro aprenda a interactuar correctamente con nuestra sociedad

Los perros son lo más expuestos a los alérgenos ambientales porque se mueven mucho más que el resto de mascotas | AP /Michael Probst
Los perros son lo más expuestos a los alérgenos ambientales porque se mueven mucho más que el resto de mascotas | AP /Michael ProbstMichael ProbstAgencia AP

Un perro sin educar es un perro que se mueve -casi por completo- por instinto. Es un perro que será incapaz de adaptarse a nuestro mundo y que se sentirá frustrado, porque no sabrá qué es lo que se espera de él. De hecho, después de las camadas no deseadas y de los factores económicos; el principal motivo que suelen dar los dueños para el abandonodel animal son los problemas de comportamiento, según se explica en el estudio de abandono y adopción de animales de compañía, realizado por la Fundación Affinity en el año 2021.

En España se abandonan al menos 700 animales al día | Fotografía de archivo
En España se abandonan al menos 700 animales al día | Fotografía de archivoLa RazónLa Razón

Por eso es tanta la responsabilidad que conlleva educar a un perro. Y lo cierto es que nunca es tarde para aprender, pero el trabajo y el esfuerzo que requiere el entrenamiento de un perro adulto es muy superior al que necesita un cachorro. Por ese motivo es muy importante empezar a adiestrar al animal cuando todavía es joven, en torno a los seis y los ocho meses de edad. Si el perro aprende a tiempo a interactuar adecuadamente con los demás y aprende a moverse dentro de la sociedad humana, sus posibilidades de agradar, y por lo tanto, de ser feliz, serán mucho más altas.

No se trata de que aprenda a dar la patita o a hacerse el muerto... son trucos simpáticos... pero a la hora de la verdad, no son comportamientos que el animal necesite para poder convivir con nosotros. En cambio, hay unos comportamientos, unas órdenes y unas actitudes que sí son absolutamente imprescindibles:

Las reglas de tu hogar

Lo más importante en el proceso de entrenamiento de un perro es el compromiso de todos los miembros de la familia. Todos deben pasar tiempo con el animal, deben ser firmes y deben trabajar juntos para que el animal sepa qué está permitido y qué está vetado. Por ejemplo, si un miembro de la familia permite que el perro se suba al sofá, y otro hace lo contrario; quién lo pagará realmente será el perro... porque se sentirá frustrado al no saber cómo actuar en cada momento.

Los perros son las principales víctimas de estos tristes sucesos
Los perros son las principales víctimas de estos tristes sucesosPixabay

Si el perro aprende las normas básicas de convivencia que imperan en el hogar cuando todavía es joven, la relación con nuestro perro en el largo plazo será mucho menos conflictiva y mucho más relajada. Porque ese comportamiento que podía resultar tierno cuando era pequeño, como mordisquear las zapatillas, dejará de serlo cuando tenga unos años más.

Socializar

La socialización de un perro es el proceso a través del cual aprende a relacionarse con otros perros y con otras personas. Y además, también debe aprender a sentirse cómodo y seguro frente a cualquier situación novedosa. Para que haya una buena sociabilización, las interacciones deben ser frecuentes, positivas y voluntarias. Y para cumplir con estos tres requisitos, la palabra que debemos tener en mente es “juego”.

Y es que, el perro es un animal emocional y no racional. Eso significa que su estado de ánimo lo es todo. Por eso, desde que salimos de casa hasta que volvemos del paseo, debemos procurar que esté siempre alegre y relajado. Porque si conseguimos que el perro disfrute de una interacción, será mucho más probable que se enfrente a una situación parecida con una buena predisposición.

Un 36% de las protectoras de España apuntan a un aumento significativo de peticiones de adopción de perros y gatos antes de Navidad
Un 36% de las protectoras de España apuntan a un aumento significativo de peticiones de adopción de perros y gatos antes de NavidadDreamstimeDreamstime

No obstante, hay situaciones que al perro le darán miedo o que harán que empiece a ladrar de forma constante y machacona, (...). Y nosotros deberíamos aprender a identificarlas y a acercarnos a ellas. La mejor manera de conseguir que pierda esos miedos y esas obsesiones es llamar su atención con algo que le guste antes de que colocarlo en esa situación, por ejemplo, con una golosina. Si conseguimos que el perro esté atento a la golosina en vez de a esa circunstancia que le altera, podremos ir acercándonos poco a poco a ella y hacer que el perro lo asocie a buenas sensaciones. Nunca debemos acercarle contra su voluntad, porque así podríamos provocar que apareciesen traumas... que luego son muy difíciles de superar.

Caminar junto a su dueño

El paseo es la forma que un perro tiene de relacionarse con el mundo. Un perro que no pasea es un perro desequilibrado, que irremediablemente desarrollará malos comportamientos. Sin embargo, pasear con un perro que tira de la correa puede convertirse en una experiencia tremendamente frustrante, sobre todo si se trata de un perro grande y difícil de controlar. Por lo que es muy importante que aprendamos a caminar juntos lo antes posible.

Además, los perros son unos seres muy sensitivos. Así que, si nosotros nos sentimos frustrados... el perro también se sentirá así automáticamente. Y como ya hemos dicho en el punto anterior, lo que estamos buscando es que el animal se mantenga -casi permanentemente- en un estado de ánimo alegre y calmado.

En la imagen, una persona pasea junto a su perro en Toledo | Fuente: EFE/ Ángeles Visdómine
En la imagen, una persona pasea junto a su perro en Toledo | Fuente: EFE/ Ángeles VisdóminelarazonAgencia EFE

El hecho de que el perro tire de la correa no es un mal comportamiento, es algo que hace por instinto porque en su mundo natural no hay tal cosa como una correa. Por eso, corregirlo a base de castigos puede llegar a ser contraproducente. Debemos entrenarle en positivo, es decir, con premios y no con castigos. Una buena alternativa es llevar golosinas con nosotros y premiarle cuando consiga permanecer a nuestro lado durante un rato.

Poco a poco, podremos ir espaciando las ‘chuches’ y sustituyéndolas por gestos de afecto. Con constancia, disciplina y paciencia, habremos conseguido que deje de tirar y podremos disfrutar tranquilamente de nuestros paseos.

Sentarse

Esta orden es una de las más básicas, más necesarias y más sencillas de enseñar. Así que es la mejor opción para comenzar el adiestramiento al animal. Además, nos será muy útil cuando vayamos al veterinario, cuando queramos que se quede quieto, (...).

Cuando el perro vea que tenemos un premio en la mano, automáticamente habremos conseguido llamar su atención. Ahora lo único que queda es que el perro entienda qué queremos de él para que pueda conseguirla. Y para eso, tenemos que ponernos frente a él y levantar la mano poco a poco. Lo más probable es que él siga el premio con los ojos y con la nariz, por lo que, cuando la mano esté demasiado alta, el animal se verá obligado a sentarse.

Dos perros beagle, raza que han manipulado genéticamente
Dos perros beagle, raza que han manipulado genéticamentelarazon

Y es en ese momento cuando diremos “sienta” y le premiaremos dándole una golosina. Así, con un poco de tiempo, cuando el animal escuche “sienta”, sabrá qué es lo que tiene que hacer. Si las primeras veces no conseguimos que el perro se siente simplemente levantando la mano, también podremos ayudarle empujando suavemente en el lomo. Pero no tendremos que hacerlo durante mucho tiempo porque lo pillará de inmediato.

Quieto

Esta es la orden más importante que cualquier perro debe aprender. No solo desarrollará su autocontrol, sino que también hará que podamos confiar en él y evitar muchas situaciones de peligro. Para conseguir que aprenda esta orden debemos tentarle. Es decir, debemos poner a su alcance algo que le atraiga mucho, como una golosina, y conseguir que no se lance directamente a por ello.

Hay que comenzar con la orden de “sienta”, dejar el premio en el suelo y esperar a ver su reacción. Cuando deje de estar sentado y empiece a caminar hacia la golosina, debemos decir “NO” y volver a decirle que se siente. Cuando consigamos que el perro nos mire a nosotros y no al premio, diremos “ya” y animaremos al perro a coger lo que tanto ansiaba. Es un ejercicio que convendría repetir a diario... y la hora de la comida es el momento perfecto.

Aristopet
Aristopetlarazon

Ven

Si el perro está suelto, debemos tener la confianza y la certeza de que si le decimos al perro que vuelva, este volverá a nuestro lado de inmediato. Al igual que ocurre con lo de no tirar de la correa, esto no es algo natural para él. En su estado natural, un perro va a donde quiere y cuando quiere... por lo que no podemos esperar que lo aprenda y lo practique automáticamente.

Para que aprenda qué queremos de él, debemos empezar a ejercitarlo cuando todavía tiene la correa puesta. Nos alejaremos un poco y diremos la palabra “ven” mientras tiramos suavemente de la correa hacia nosotros. Cuando llegue hasta nosotros, le daremos un premio.

Una vez que sintamos que ha aprendido esto, es el momento de hacerlo sin la correa. Y para tener éxito en esta parte, el truco estará en tener un premio que le guste mucho en el bolsillo... porque si la chuche no le llama mucho la atención, no prescindirá de olfatear y jugar solo porque se lo estamos pidiendo nosotros. Es decir, el beneficio de venir con nosotros debe superar a los beneficios de quedarse jugando por su cuenta.

Ubicada en la playa del Llevant, por ella han pasado más de 13.000 perros
Ubicada en la playa del Llevant, por ella han pasado más de 13.000 perroslarazon

Debemos empezar con distancias cortas, pero con el tiempo podremos ir aumentando la dificultad. El objetivo al que debemos aspirar es que vuelva con nosotros siempre que le llamamos... incluso si tiene delante a otros perros jugando o si tiene un conejo al que perseguir. Si conseguimos que esto ocurra podremos librarle de muchas situaciones de peligro.

No obstante, es un comportamiento que no mantendrá de forma permanente, incluso cuando el perro sea mayor y entienda qué es lo que le estamos pidiendo, debemos seguir haciendo que le compense venir con nosotros, por eso siempre que paseemos con él, deberíamos tener premios en el bolsillo.

Suelta

Esta orden puede parecer un poco innecesaria para un recién iniciado, pero cualquiera que conviva con un perro sabe por qué es tan importante. Los perros son animales muy curiosos y se meterán en la boca casi cualquier cosa que encuentran... incluso cuando sea mala para él. Por eso, debemos enseñarle que conseguirá algo aún mejor si ignora el otro objeto.

Para enseñarle esto, la mejor forma es coger un premio con cada una de las mano y cerrarlas. Le mostraremos uno de los puños y diremos “suelta”. El perro tratará de conseguir el premio de todas las formas que se le ocurran... lo olerá, se sentará, ladrará, nos dará la pata, (...). Pero nosotros ignoraremos cualquiera de estos comportamientos.

El estudio indica que no es bueno que los animales coman entre horas
El estudio indica que no es bueno que los animales coman entre horaslarazon

Y una vez que el animal pierda interés, le daremos la golosina que tenemos en la otra mano. Habrá que repetirlo muchas veces hasta que el perro se aleje de la primera mano diciendo simplemente “suelta”. Pero una vez que lo haya aprendido, no lo olvidará. Con el tiempo, podremos dejar una golosina en el suelo y seremos capaces de pararlo cuando vaya a cogerla.