Caso Esther López

La jueza que dejó en libertad al sospechoso de Traspinedo: “La Guardia Civil solo tiene sospechas, no un relato de lo que pasó”

La instructora del caso por la muerte de Esther López explica las razones por las que no dictó prisión provisional para Óscar

Un vehículo de la Guardia Civil pasa junto al lugar donde se encontró el cuerpo sin vida de Esther López, vecina de la localidad vallisoletana Traspinedo, cuyo cadáver apareció cerca de una carretera que da acceso a la localidad 25 días después de su desaparición.
Un vehículo de la Guardia Civil pasa junto al lugar donde se encontró el cuerpo sin vida de Esther López, vecina de la localidad vallisoletana Traspinedo, cuyo cadáver apareció cerca de una carretera que da acceso a la localidad 25 días después de su desaparición.Nacho GallegoAgencia EFE

Para los investigadores el cúmulo de indicios que hay contra Óscar S., la última persona que vio con vida a Esther López, es muy revelador. Están convencidos de que él está detrás de la desaparición y muerte de la joven de Traspinedo que murió la madrugada del 13 de enero, y han comprobado que miente. Su versión sobre lo que hizo aquella madrugada de enero no coincide con lo que «dicen», al menos, tres de sus dispositivos electrónicos: móvil, centralita de su coche y aplicación de control de actividad. A pesar de las mentiras evidentes y de que la acusación particular ejercida por la familia de la fallecida -representada por el letrado Guillermo Ruiz Blay- solicitó para él la prisión provisional o su detención por el plazo de 72 horas, además de una fianza de 60.000 euros, la jueza que instruye el caso, Soledad Ortega, decretó para él la libertad tras tomarle declaración el pasado lunes. Y a primera hora de la tarde de hoy, tras el aluvión de críticas recibidas, desde el Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid y el TSJ de Castilla y León, han comunicado el auto donde expone sus razonamientos jurídicos para no interponer medidas cautelares contra el investigado, ni siquiera la comparecencia periódica en sede judicial ni la retirada de pasaporte como sí se hizo en su día contra el primer investigado, Ramón “El Manitas”.

La magistrada no procede aceptar la propuesta del letrado de la familia “en primer lugar porque no existe un relato de cómo ocurrieron los hechos, lo que existen son indicios o sospechas que obligan a seguir investigando la desaparición y muerte violenta” de Esther. En segundo lugar, prosigue Ortega, porque el investigado “no puede interferir en las diligencias de investigación que se están practicando por la Guardia Civil, ni tiene acceso a la nube de su teléfono, en la actualidad intervenido y en poder de los agentes”.

“No existe un relato fáctico de lo que pudo suceder”

Así, la jueza considera que las sospechas que puedan caer sobre el investigado “no son suficientes para adoptar unas medidas tan gravosas” porque, insiste, no existe en la causa “un relato fáctico de lo que pudo suceder” y Óscar tiene “arraigo personal, familiar y laboral y ha colaborado con los agentes, acudió al llamamiento policial y ha comparecido al llamamiento judicial igualmente en el día de hoy”, aseguró Ortega el pasado lunes.

Esa “colaboración” que alude la jueza choca frontalmente con el hecho de colaborar activamente en la causa. Si bien es cierto que ha acudido a las citaciones, no es menos cierto que ha mentido abiertamente (algo a lo que tiene derecho desde que está investigado, no cuando declaró como testigo), ha ocultado varios pasajes de la noche, ha lavado su coche doce horas después de la desaparición (según publicó este diario), ha dejado su móvil en modo avión para “confundir” a los investigadores y, cuando la jueza le ha preguntado por todas estas incoherencias, él se ha limitado a contestar que “no tiene explicación” para ello. Hasta dijo que Esther se bajó sobre las 2:45 horas de su coche y sus móviles están próximos en el entorno de su casa a las 3:26 horas.

La investigación se encuentra ahora en un momento clave ya que los agentes se encuentran a la espera de los resultados de laboratorio sobre varios vestigios que se recogieron durante el registro de la vivienda de Óscar antes de Semana Santa. Según publica hoy “El Periódico de España”, los perros de la Guardia Civil que rastrean restos biológicos marcaron varios puntos en el sofá y el suelo de la caseta del jardín de Óscar en la urbanización “El Romeral”.