Consejos para cuidar de tu alimentación en verano y no ganar peso

El verano es una de las mejores etapas del año para gran parte de los españoles porque hace buen tiempo, disfrutamos de más actividades de ocio al aire libre, pero sobre todo porque tenemos vacaciones. Nos desmarcamos de los horarios establecidos y de las rutinas, algo que en algunos casos aleja de la práctica deportiva o del seguimiento de una dieta saludable.

“El verano es la época del año esperada por muchos de nosotros. Es sinónimo de ocio, de descanso, de sol, de playa, y de caprichos gastronómicos. Apetece comer en un chiringuito, beber unas cervezas y tomar un helado. Está claro que podemos disfrutar de ello, perosin descuidar los hábitos saludables”, defiende Jimena Abilés, responsable de Nutrición del Hospital Quirónsalud Marbella.

Considera que, aunque en esta época se incrementa nuestra ingesta de frutas y de verduras, lo hace también el de productos no saludables, como los ultraprocesados o el alcohol, y además en horarios totalmente diferentes a los que hemos mantenido a lo largo del año o totalmente desajustados y cada día a una hora diferente. Esto en última instancia, según avisa, suele conllevar una ganancia de kilos al final del verano.

Así, y para evitarlo, esta experta en nutrición incide en la importancia de que en esta época nos decantemos siempre por las comidas más ligeras, como pescados a la plancha y ensaladas frescas, aparte de tomar helados de agua y jugos de fruta y, por supuesto, de controlar el consumo de alcohol.

Apostar por los alimentos de temporada

Otro de sus consejos, según remarca, es apostar por los alimentos de temporada, “uno de los mejores favores que podemos hacerle a nuestra salud en verano” y el principal consejo a seguir para intentar mantener un menú saludable a lo largo de estos meses.

“La naturaleza es sabia y precisamente los alimentos de temporada son nuestros mejores aliados. Frutas y hortalizas como el melón, la sandía, los arándanos, el tomate y el pepino, entre otros, tienen un alto porcentaje de agua y son ricos en vitaminas antioxidantes, por lo que deben formar parte de nuestra dieta diaria”, subraya la experta en Nutrición.

Eso sí, por el contrario, y tal y como hemos advertido, ve conveniente limitar el consumo de alimentos procesados, de aperitivos industriales, o bien de azúcares refinados presentes en la bollería, en los postres, y en los helados, algo que hacemos con frecuencia en verano; y siempre “siendo conscientes de que su consumo debe ser ocasional”, según incide.

¿Todo vale para mantenerse hidratado?

La hidratación es vital también en verano, según destaca la responsable de Nutrición del Hospital Quirónsalud Marbella, quien recuerda, eso sí, que esta es fundamental durante todo el año.

“Nuestro organismo pierde agua constantemente al respirar, al orinar, al evacuar el intestino, al sudar (sobre todo durante el ejercicio), etc. Y no solo perdemos agua, sino también electrolitos como sodio, potasio, calcio, flúor, entre otros. Por ello, es vital hidratarnos a lo largo del día y también reponer las pérdidas, sobre todo en épocas en las que mas pierde como el verano”, advierte.

Pone el ejemplo de una mujer u hombre adultos, de entre 20 y 70 años, quienes deben consumir de 2 a 2,5 litros de agua al día, según especifica. “Las bebidas nos aportan aproximadamente el 70-80% del agua que necesitamos. El resto lo aportan los alimentos (según el tipo de alimento y el patrón dietético)”, aclara Jimena Abilés.

A pesar de que el té, el café, o los zumos tengan un elevado porcentaje de agua, el agua per se debe ser la bebida de elección para hidratarnos, incide esta experta de Quirónsalud Marbella.

Por eso, insiste en que, si mantenemos una dieta equilibrada, rica en frutas y vegetales de estación, y bebemos 2 litros de agua al día, tendremos la hidratación asegurada. “Si además hacemos ejercicio, dado que beber solo agua puede no ser suficiente para reponer las sales perdidas, se aconseja añadir una bebida isotónica”, precisa.

Trastornos intestinales típicos de verano

En última instancia, la responsable de Nutrición del Hospital Quirónsalud Marbella recuerda que en el verano también son frecuentes los trastornos intestinales: “Es cierto que cuando aumenta la temperatura, lo hace también el riesgo de intoxicaciones alimentarias. La diarrea es el principal síntoma, y generalmente suele desaparecer tras 2-4 días. En estos casos el hacer una dieta astringente y mantener un buen estado de hidratación paliará las consecuencias negativas, sin olvidar que en caso de que se agrave se debe consultar con un médico”.

Por otro lado, Abilés apunta a los gases intestinales y a la flatulencia como síntomas que suelen aparecer consecuencia de los desajustes horarios, las transgresiones dietéticas, o incluso por las comidas típicas de verano. “En estos casos deberíamos reestructurar nuestro patrón nutricional (horarios, comidas, etc.) y evitar alimentos flatulentos”, reseña.

Las digestiones pesadas, fruto de largas comidas de verano y típicas de sobremesa, también son frecuentes en esta época, así como el estreñimiento, y el conocido estreñimiento del viajero en el que, fruto de ese cambio de rutinas, el paciente deja de ir al baño. Como consejo esta experta de Quirónsalud Marbella ve idóneo el mantenimiento de una dieta equilibrada, priorizando el consumo de fruta y de verdura, así como de fibra, al tiempo que hacer actividad física, ejercicio, e hidratarse correctamente.