Salud

Estas son las peores (y mejores) bebidas alcohólicas para la grasa abdominal

Un estudio realizado con 1.869 voluntarios proporciona información sobre el efecto de cada tipo de bebida

La víctima pasó la noche bebiendo y fumando cannabis
La víctima pasó la noche bebiendo y fumando cannabisAlejandro OleaLa Razón

Hemos entrado de lleno en una de las épocas con más reuniones familiares y planes con amigos del año: la Navidad. Durante estos días tendemos a ser más flexibles y darnos más libertad con las comidas y también con el alcohol. En ese sentido, sabemos que para proteger nuestra salud es importante la moderación. El consumo de bebidas alcohólicas se asocia con altos niveles de grasa visceral. Este tipo de grasa se localiza en la zona del abdomen, cerca de algunos órganos vitales y agrava el riesgo de desarrollar peligrosos problemas de salud como cardiopatías, diabetes tipo 2, presión arterial alta, colesterol o problemas respiratorios. No obstante, no todos los tipos de alcohol tienen el mismo efecto. De hecho, según un estudio publicado en la revista Obesity Science and Practice, algunos de esos líquidos pueden proteger contra la grasa abdominal.

Científicos de la Universidad Estatal de Iowa, en Estados Unidos decidieron investigar acerca de qué bebidas alcohólicas favorecen su aparición. Descubrieron que el consumo de cerveza y licores está relacionado con niveles elevados de grasa visceral, mientras que beber vino no muestra esta asociación con esta grasa dañina, e incluso puede tener un efecto protector frente a ella, dependiendo del tipo de vino consumido. Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigadores coordinado por la doctora Brittany Larsen, analizó el impacto de diferentes tipos de alcohol (cerveza, vino tinto, vino blanco/champán, licores, etc.) sobre las alteraciones en la composición corporal, como la adiposidad y la pérdida ósea.

Los investigadores analizaron los datos de 1.869 participantes en Reino Unido, todos blancos, con edades entre 40 y 80 años (59 % hombres) que revelaron información sobre su estilo de vida, consumo de alcohol, actividad física y factores sociodemográficos, a través un cuestionario. Luego, a partir de la información de altura, peso y extracción de sangre, los científicos analizaron la composición de todos los cuerpos y su relación con el consumo de alcohol.

Los resultados del trabajo mostraron que beber cerveza o licores conducía a niveles más altos de grasa visceral. En cambio, consumir vino tinto no conducía a la misma acumulación dañina de grasa. De hecho, los investigadores lo relacionaron con índices más bajos y cierta protección frente a la misma. Además de no influir en el crecimiento de la grasa visceral en el cuerpo, los autores del estudio encontraron que el vino blanco también parece proporcionar un beneficio adicional para la salud: huesos más densos. Los bebedores que consumían vino blanco con moderación tenían una mayor densidad mineral ósea que los que optaban por vino tinto o cerveza.