Pandemia

China admite ahora 60.000 muertes relacionadas con covid hasta el 12 de enero

La edad media de los fallecidos «oficiales» fue de 80,3 años. El 90% tenía más de 65

Un personal médico sale de la parte mortuoria de un hospital mientras otra persona acaba de entrar en las instalaciones en Shanghái
Un personal médico sale de la parte mortuoria de un hospital mientras otra persona acaba de entrar en las instalaciones en ShangháiALEX PLAVEVSKIAgencia EFE

La Comisión Nacional Sanitaria de China anunció ayer un total de 59.938 muertes relacionadas con la covid entre el pasado 8 de diciembre, cuando las autoridades empezaron a relajar las duras restricciones que mantenían contra la pandemia, y el 12 de enero de este año, informa EFE.

Según funcionarios del organismo, la edad media de los fallecidos registrados en centros médicos fue de 80,3 años, según recogía ayer el diario Global Times. Asimismo, el 90,1% de ellos tenían más de 65 años, y más del 90% sufrían enfermedades subyacentes, según la Comisión.

El organismo aclaró también que realiza pruebas PCR para clasificar las muertes de los pacientes como relacionadas con la covid, y que las causas de los fallecimientos por el virus fueron fallos respiratorios (5.503) o enfermedades subyacentes que empeoran tras desarrollar covid (54.435).

El pico, en febrero o marzo

También aseguró que los casos graves de infección por SARS-CoV-2 en el actual brote alcanzaron su pico el pasado 5 de enero, unas tres semanas después de que las autoridades relajaran la política de «cero covid» que mantenían hasta entonces. Ese día hubo 128.000 casos graves y, el pasado día 12, la cifra descendió a los 105.000, según la comisión. Por ello, consideran que ya han pasado el pico de la ola.

Según un estudio de la Universidad de Pekín, alrededor de 900 millones de personas se han contagiado por la covid en China después de que el país desmantelara la política de «cero covid» y apostara por un control más laxo de la pandemia. No obstante, otros expertos chinos creen que el pico de incidencia de casos de covid continuará «hasta febrero o marzo», tal y como vaticinó recientemente el exjefe de epidemiólogos del Centro de Control de Enfermedades de China, Zeng Guang.

Presión internacional

La publicación de las nuevas cifras de fallecidos llega tras la presión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que lleva semanas criticando a Pekín por su falta de transparencia y por minusvalorar los efectos de sus decisiones. «Seguimos pidiendo a China datos más rápidos, regulares y fiables sobre hospitalizaciones y muertes, así como una secuenciación vírica más completa», pidió la semana pasada el director general de la OMS, Tedros A. Ghebreyesus.

Como réplica, China defiende que ha compartido sus datos «de forma abierta, puntual y transparente»  desde el inicio de la pandemia, y ha pedido a la comunidad internacional que evite «politizar la pandemia», a raíz de las restricciones impuestas a los viajeros procedentes del país asiático, como la exigencia de algunos países (España entre ellos) de presentar pruebas PCR antes de viajar.

«Innecesario obsesionarse»

La rápida propagación del virus en China en las últimas semanas había sembrado dudas sobre la fiabilidad de las cifras oficiales, que hasta ahora solo habían reportado un puñado de fallecimientos recientes por la enfermedad, pese a las numerosas escenas de alta presión hospitalaria.

Como respuesta, esta semana, las autoridades sanitarias subrayaron que era «innecesario obsesionarse con la identificación de las muertes por covid». Liang Wannian, responsable del panel de expertos sobre covid de la Comisión Nacional de la Salud de China, aseguró que «de algún modo es imposible determinar con exactitud cada fallecimiento en estos momentos», y  afirmó que la forma más precisa de calcular la cifra sería comparando el exceso de muertes relacionadas con la covid de 2022 con el de años previos.

El gigante asiático también ha sido criticado por la falta de preparación tras tres años dedicado, únicamente, a  encerrar a la población al mínimo brote y usar aplicaciones tecnológicas y pruebas masivas para mantener el virus a cero.  Pero Pekín había contraatacado señalando que ese tipo de críticas solo eran un plan bien orquestado  por medios y políticos occidentales parta desacreditarles.