Salud

Las enfermedades de la piel que empeoran con el frío

Cuidados para proteger la piel en invierno, una de las etapas del año en la que más se daña

El frío ataca a la piel de ahí que haya que protegerlas con buenas cremas
El frío ataca a la piel de ahí que haya que protegerlas con buenas cremaslarazon

Hay dos épocas del año en las que la piel se daña especialmente: el verano, con esa mayor exposición al sol, y el invierno, donde el frío tan característico es capaz de dañar nuestra barrera cutánea, especialmente en zonas como las manos, la cara, los labios, el cuello o el escote.

Uno de los principales factores a tener en cuenta son las calefacciones, dado que estas pueden favorecer la sequedad de la piel. “En pacientes con dermatitis atópica el invierno es una de las peores estaciones del año, dado que, si ya de por sí la función barrera de su piel está afectada, con esta sequedad ambiental, fruto de calefacciones y de que pasamos más tiempo encerrados en casa o en interiores, se puede además provocar en ellos un brote mayor de eccemas”, alerta el dermatólogo Pedro Rodríguez Jiménez, del Hospital Ruber Internacional de Madrid.

Asimismo, pide evitar el contacto directo con los radiadores o con los braseros, ya que se puede favorecer la aparición de alteraciones vasculares llamadas eritema ab igne, conocidas como ‘cabrillas’en muchas zonas rurales, por alteración vascular.

Por otro lado, el especialista de Ruber Internacional avisa sobre el frío, ya que con frecuencia en las orejas y en las manos puedenpercibirse sabañones en aquellas personas que tengan tendencia o que vivan en zonas de mucho frío: “Se trata de unas rojeces dolorosas y que se forman a veces formando bultitos o ampollas en estas zonas cuando son expuestas al frío intenso”.

La piel seca, la estrella en las consultas

Así, sostiene que durante los meses de invierno de más frío del año, les llegan muchas consultas de problemas agravados por las bajas temperaturas. Lo más frecuente, mantiene, no obstante, es la xerosis cutánea, es decir, lo que vulgarmente todos conocemos como “piel seca”, fruto de esas bajas temperaturas. “Sobre todo en climas secos, la piel se descama y puede picar”, indica el doctor Rodríguez Jiménez.

Además, también pueden darse este tipo de problemas en aquellas zonas de la piel en las que tenemos menos glándulas sebáceas, que son las que nos provocan la hidratación en la piel, como puede ser la pierna por debajo de la rodilla o los tobillos.

Otras personas sufren lo que se llama ‘fenómeno de Raynaud’, que consiste en el vasoespasmo (cierre súbito de un vaso sanguíneo) por frío y en la circulación de los dedos de las manos, poniéndose estos primero azules, luego blancos y, finalmente, cuando se vuelve a abrir la circulación, combinando los colores azul, blanco y rojo.

“Más raramente vemos urticarias por frío, enfermedades por crioglobulinas o crioaglutininas, enfermedades más raras que requerirán que realicemos analíticas o biopsias para confirmarlas”, subraya este dermatólogo.

Consejos para una piel más saludable en invierno

Con todo ello, este experto de Ruber Internacional reseña que hidratar incluso varias veces al día la piel es imprescindible en invierno.

Pero ¿qué tipo de cremas hidratantes serían las mejores para esta temporada? El doctor Pedro Rodríguez Jiménez recomienda las cremas oclusivas, que sellan la piel desde arriba para evitar que se pierda el agua.

“Siguiendo la antigua máxima de ‘cuanto más graso, mejor’, la vaselina sería ideal. De hecho, su efecto oclusivo es óptimo, pero su cosmeticidad es horrible. Por ello, es mejor buscar compuestos con ceramidas o con ácido hialurónico que son compuestos que consiguen mantener durante más tiempo la hidratación, manteniendo más cohesiva la capa córnea de la epidermis y, por tanto, sellando el agua corporal”, explica el especialista.

Asimismo, otra forma de proteger nuestra piel en invierno es mediante el empleo de barreras de protección, como los guantes y otras prendas de abrigo como gorros o bufandas, así como un buen calzado en los días de más frío del año; especialmente entre aquellos pacientes con una mayor sensibilidad al frío y en los que mantengan una predisposición a los sabañones o al síndrome de Raynaud.

Al lavar la cara y el cuerpo recomienda no emplear productos que puedan ser muy reactivos para la piel, cambiándolos por aquellos que sean más suaves y testados dermatológicamente. “En estos casos, el agua no debe estar muy caliente, pero tampoco muy fría. Mejor templada”, señala. “Además, ducharse más de una vez al día puede aumentar la deshidratación de la piel”.

Así, es muy importante evitar al máximo los cambios bruscos de temperatura, dado que esto aumenta la posibilidad de que nos aparezcan capilares dilatados (arañas vasculares), especialmente en las mejillas. Huir de los tóxicos, como el tabaco, basar nuestro patrón alimentario en la dieta mediterránea y mantener una adecuada hidratación, de dos a dos litros y medio diarios, son otras buenas pautas para proteger nuestra piel en las temporadas de frío.