Verano
No abras las ventanas durante el día: el error que muchos cometen en verano
Aunque esto pueda parecer una solución lógica, hacerlo en el momento equivocado puede agravar el problema del calor en casa

Con la llegada del veranoy las altas temperaturas, muchas personas optan por abrir las ventanas durante el día para "refrescar" la casa. Sin embargo, este hábito puede ser un grave error si lo que se busca es mantener el interior más fresco.
El calor entra, pero no sale
Durante las horas de mayor insolación, especialmente entre las 12:00 y las 18:00, el aire exterior suele estar más caliente que el del interior. Al abrir las ventanas en ese momento, se permite la entrada de aire caliente que eleva la temperatura de las estancias, dificultando luego su enfriamiento.
Este fenómeno se intensifica en viviendas mal aisladas o en zonas donde el calor es extremo. En lugar de refrescar, lo que se consigue es convertir el interior en una extensión del exterior.
La ventilación adecuada es nocturna o matutina
La clave está en ventilar en las primeras horas del día o al caer la noche, cuando la temperatura baja y el aire exterior puede ayudar a reducir el calor acumulado. En esas franjas horarias, abrir ventanas y puertas opuestas puede generar corrientes que renuevan el aire sin calentar el ambiente.
Durante el resto del día, lo recomendable es mantener las ventanas cerradas y usar cortinas, persianas o toldos para bloquear la entrada directa del sol. Esto ayuda a conservar una temperatura más estable y a reducir el uso de ventiladores o aire acondicionado.
Consejos para mantener la casa fresca
- Cierra ventanas y baja persianas en las horas de más calor.
- Ventila a primera hora de la mañana y después del atardecer.
- Usa ventiladores en combinación con técnicas pasivas como cerrar habitaciones que no se usen.
- Aísla bien puertas y ventanas para evitar que el calor entre con facilidad.
Un hábito que marca la diferencia
Aunque abrir las ventanas pueda parecer una solución lógica, hacerlo en el momento equivocado puede agravar el problema del calor en casa. Pequeños cambios de rutina, como ventilar solo cuando el aire es más fresco, pueden mejorar notablemente el confort sin necesidad de aumentar el consumo energético.